Para salir de León uso un minibús (54 córdobas, 1'5 horas) para ir a Managua. También hay autobuses que hacen un millón de paradas, por un precio similar. Los minibuses no tienen un horario estándar... salen según se van llenando. Cuando yo llegué había aún ocho plazas disponibles (la mitad), así que fui a comprar un licuado con fruta (10 córdobas), cuando volví ya estaba lleno.
La carretera hasta Managua, decente, tiene un par de pequeños tramos en obras que ralentizan el viaje. Asimismo, nos tocó una larguísima caravana (que la conductora se saltó yendo por el arcén del carril contrario!! Pues la caravana se debía a un accidente de tráfico entre un camión y un auto. Resultado el único conductor del coche muerto en el arcén... y la gente se acercaba con el móvil y le sacaba fotos No requiere comentario.
A pesar de que tres veces pregunté a conductor, conseguidor y vendedor de billetes si paraba en el mercado de Huenbes en Managua, evidentemente, me mintieron. El viaje termina en la UCA, a unos cinco kilómetros de mi hostal.
Con el malhumor consiguiente busco un taxista que me quiere cobrar 15 dólares (400 córdobas), le digo que "no me insulte, que no soy gringo" (sic), por lo que baja el precio a 10 dólares y viendo que le hago un aspaviento con la mano, a 5$... será cabrón.
Total, que me subo al primer autobús que veo tras confirmar que va al mercado... el precio es de 2'5... no dólares, sino córdobas (unos 9 centavos de dólar)
Respecto a los buses en Managua. Lo más importante, caben las piernas (bueno, casi). Hay implantado un sistema de pago con tarjeta sin contacto en la mayor parte de los autobuses. Así que encontraréis en las paradas a gente con la tarjeta que se ofrece a cancelártela él mismo (siempre son tíos) por 5 córdobas (el doble de lo que cuesta), lo que vienen a ser unos 15 céntimos de euro.
Del mercado al hostal hay unos 700 metros que recorro enseguida bajo la consabida humedad. Se llama "La casa de los abuelos". Vuelvo a alojarme en una habitación privada con baño y desayuno incluido por 15€. Me estoy volviendo bastante cómodo.
Tengo unas agujetas de caballo dopado, así que me limito a reservar el hostal para Granada y a leer un rato, con una cervecita cerca.
Sábado 5 de Septiembre
Aunque he dormido como un niño, las agujetas se han quedado conmigo. El desayuno espectacular, recién hechito a las 7 de la mañana. Quiero aprovechar el día para visitar algunos puntos de Managua, antes de ir al medio día a Granada.
Managua es una ciudad sin un centro muy claro. Es muy extensa y de un atractivo turístico, en mi opinión, limitado. La ciudad no puede ocultar la pobreza del país, a pesar de que cerca del malecón hay avenidas amplias y edificios cuidados. Es suficiente con montar al azar en algunos autobuses para percatarse de la fachada e impostura.
En efecto, es hacia el malecón a donde me dirijo a primera hora, llegando en unos 45' (ya he dicho que es extensa).
La zona está desértica.
Como todas las ciudades, Managua, tiene su parque central. La diferencia es que aquí no hay ni el pupas.
El parque está flanqueado por grandes avenidas y por algunos edificios importantes, como la antigua catedral (tal vez el edificio que más me ha gustado... y es que me gustan las ruinas)
La antigua Asamblea Nacional, hoy palacio de la cultura
También esta la Casa de los pueblos
Siguiendo el camino hacia el lago se encuentra el monumento a Rubén Darío, símbolo nacional.
Se trata de un bello monumento alegórico basado en un poema suyo.
En menos de cinco minutos llegas al pequeñísimo Malecón. La entrada cuesta 5 córdobas (unos 0'15€). A la hora que he ido no había abierto ninguno de los dos chiringuitos. También cuenta con un parque infantil y una reproducción a escala de algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
En toda la capital (bueno, en todo el país, pero es que lo de la capital es punto y aparte... yo cría que Goebbels se había suicidado...) se idolatra la figura de Sandino. Uno tiene la sensación de que se usa su imagen para la perpetuación de un régimen político personalista y casi único en el escenario o el paisaje del país.
Otra muestra más, por si no me explico:
El símbolo del "árbol de la vida" está por todas partes... imagina que te plantan unos mamotretos de gaviotas peperas por todo el país... pues es lo mismo.
Una vez terminado el recorrido por el malecón, me dispongo a subir al mirador de la Laguna Tiscapa. Para ello paso por el parque Luis Alfonso Velasquez Flores, una zona de esparcimiento familiar muy chula. Por supuesto, agradeciéndoselo al sempiterno comandante Ortega.
En el camino, que es largo... ya he dicho que esta ciudad es muy extensa... se pasa por el feo edificio de la nueva asamblea nacional
También es intersante atravesar el llamado mercado de Oriente... un espacio enorme y caótico donde encontrarás de todo lo imaginable.
El mirador está cerca de la plaza inter, un hub de comunicaciones importantes de autobuses urbanos, donde qué mejor que poner unos cuantos árboles de la vida y un mamotreto de estructura de metal de Hugo Chávez
Para acceder al mirador se abona 1 dólar o 27 córdobas si eres extranjero. En la cima te espera la enésima figura de Sandino y otro arbolito más.
Desde arriba puedes ver el malacón y el lago a lo lejos
Así como la laguna de Tiscapa en el lado contrario
Merece la pena recorrer las dos salas (por llamarlas algo) del museo de Sandino, ubicado en el propio mirador. Está centrado en los relatos de supervivientes de las salvajadas que les hacían los sádicos guardias de Somoza y otros "guerreros de Wall Street" como los llamaba Neruda.
Ya era hora de volver hacia el hostal para agarrar el bus que me llevará hacia Granada, siguiente destino en Nicaragua.