Desde el mercado Huembes de Managua salen autobuses a Granada. Tardan 1 hora en llegar y cuestan 19 córdobas. También hay otros minibuses desde la estación de UCA. Hay un montón, así que no hay que esperar apenas tiempo. Tienen paradas diferentes en Granada, pero ambas están cerca de los puntos principales, ya que no es una gran ciudad.
Llego relativamente pronto a la ciudad, pero al ser domingo muchos servicios están cerrados. Me alojo en el Hostal La mexicana, una habitación privada por 15€ noche. He reservado, de momento, por dos noches. El hostal, regentado por Doña Flor y su novio griego, es muy recomendable. Igual que en León, el ambiente es muy hogareño. Tienes wifi en habitación y cocina equipada. Es muy pequeño, sin dormitorios comunitarios, por supuesto con sólo agua fria en las duchas. Asimismo es muy seguro y cerca de todo lo importante.
Doy una primera vuelta por la ciudad, para hacerme con ella (bueno, para que el gps compruebe algunas direcciones: correos, lavandería, de turismo, supermercados...) En la parte central es una muy bonita ciudad colonial, bien cuidada, sin demasiado turista (estamos en Nicaragua, al fin y al cabo). Pero si te alejas un poco, muy poco... compruebas nuevamente la pobreza de este país.
Me han hablado del baho. Una comida cocinada bajo unas hojas de palmera consistente en plátano verde y plátano maduro (éste más rico), yuca, carne de cerdo y ensalada. Vamos, los ingredientes de siempre, y es que la comida nicaragüense no pasará a la historia por su variedad.
Lleno la nevera con compras del super y me dedico a descansar, que sigo con unas agujetas de caballo.
Domingo 6 de septiembre
Hoy me he propuesto acercarme al Volcán Mombacho. Se trata de un volcán inactivo desde hace 3000 años, lo que ha permitido que se convierta en una jungla o bosque húmedo. Para llegar allí se puede agarrar cualquier bus dirección Rivas. Basta con avisar al conductor (30', 8 córdobas). El autobús sale de Granada a las 6:30 y 8:05, además de horarios posteriores. La terminal la tiene dentro del mercado, no hay pérdida.
Yo he tomado el que me deja en el cruce de la carretera hacia Mombacho a las 8:30.
Desde ese punto se empieza un camino adoquinado dividido en un primer tramo de unos 20' hasta el punto donde se compra la entrada. Se puede hacer en tuctuc (aunque yo lo he hecho andando).
La entrada para el extranjero sin coche cuesta 5 dólares o 135 córdobas.
Desde este punto se puede esperar a que salga el ecomóvil, un camión con tracción a todas las ruedas que cuesta 20 dólares (ida y vuelta). Por ejemplo, hay uno que sube a las 10:30.
La alternativa es continuar andando durante unos 100 minutos más. Eso sí, la caminata es exigente. Prepárate para sudar como un cerdo... lo siento, no se me ocurre otra expresión... es como me he sentido en la parte final de la ascensión.
El camino de subida es realmente chulo, con árboles muy frondosos, muy claro de seguir (no hay desvíos, sólo cuestas de pendiente imposible) y muchas orquídeas.
Una vez llegas arriba puedes seguir el sendero autoguiado que circunda el cráter (lo que se supone es el cráter, pues no lo vas a ver por la vegeteación) o ir más allá hacia el sendero el puma.
Éste requiere de guía. Yo me he limitado al primero que pasa por un continuo bosque nublado precioso.
El recorrido se puede hacer, tranquilamente en unos 40 minutos.
La bajada, pronunciada, claro está, me ha llevado algo más de una hora. Incluyendo un chaparrón al final de la misma.
Para volver pasan autobuses cada media hora aproximadamente, pues además de los de Rivas, es paso de otros que también se dirigen a Granada. Yo he cogido uno de estos segundos, pagando otra vez 8 córdobas.
Ya de vuelta a Granada para el medio día, me he ido al hostal a ducharme (jodé, cómo lo necesitaba) y a llevar la ropa a la lavandería por última vez (4'5€, en la tarde me la llevan al hostal).
Antes de ver con calma la ciudad, como es pronto, me permito comer en un restaurante que me ha recomendado la de la lavandería. Está junto al mercado. Llego allí a las 14:00 y soy el único comensal... y es que en Nicaragua se come entre 12:30 y 13:30 aproximadamente. Como la sopa india y el mondongo ya se ha terminado, opto por un menú degustación: que si filete de res, que canelón, que ensalada de papas, que plátano frito, que pollo frito... y un zumo de pataya. Todo muy rico y por 6€.
La parte más elegante de la ciudad está al rededor de la plaza central. Destaca, claramente, su catedral restaurada. Imponente y mucho más bonita por fuera que por dentro. Es espectacular.
En la plaza también hay edificios preciosos como la casa de los tres mundos
Parte del parque central
Desde aquí sale una calle peatonal, ocupada por tiendas y restaurantes para gringos. Bonita y agradable para tomar una copa al atardecer, pero muy poco auténtica.
Siguiendo la calle peatonal se llega a unas grandes avenidas que van a dar al Lago. Se tratan de unas arterias de la ciudad muy poco utilizadas por la gente, a pesar de estar bien cuidadas y ser agradables para pasear.
La verdad es que, como todo el país, está muy poco aprovechado para el turismo. La zona del lago está sucia y resulta improductiva. A excepción de una zona privada, llamado Centro Turístico Granada, al que me he negado a entrar, por ser de pago y exclusivo.
El resto de atractivos de la ciudad no son especialmente sus grandes iglesias, en cuanto que las casas coloridas, con sus patios y sus mecedoras viejas.
Iglesia de San Francisco, la más antigua. Nada atractiva en su interior austero.
Iglesia de Guadalupe
Iglesia de Xalteva
Merece la pena subir a la torre de la iglesia de la merced (1 dolar o 27 córdobas), desde donde se pueden contemplar bellas vistas de la ciudad y del volcán mombacho.
De vuelta al hostal, para escribir el diario, me he enterado que el propietario ha hecho yogourt griego casero... jodéééééé.... mi oportunidad, por 50 córdobas me vende medio kilo de riquísimo yogourt... como el que hago yo en casa... cómo lo echo de menos... casi tanto como el pan.
Cuando me dispongo a escribir el diario me cruzo con una chica alemana, anke, empezando a hablar y hablar y hablar... nos entretenemos y nos vamos a cenar juntos a un restaurante regentado por un catalán, al lado del hostal.
Así que hasta las 10:30 pm no me pongo con el diario.
El plan inicial para mañana era ir a Ometepe, para poder subir el miércoles uno de los dos volcanes. Sin embargo, he comprobado que el tiempo para mañana y pasado no será muy bueno en la zona. Y si llueve, el camino se vuelve impracticable... así que cambio de planes al momento. Mañana iré hacia el Sur, para pasar la frontera de Costa Rica el jueves (tengo el vuelo el lunes a las 6:25 am).
Eso sí, madrugaré para poder subir el último volcán del viaje, el Masaya, cerca de Granada.
Martes 7 de septiembre
Si se quiere ir a ver el anochecer al Masaya hay que hacerlo en tour, pero para verlo de día es posible (y muchos más barato) hacerlo por cuenta de cada uno.
Para llegar, se puede tomar un autobús de los que van a Managua y parar en la carretera, al lado del acceso; también se puede, como he hecho yo, ir hasta el pueblo de Masaya (30', 20 córdobas). Desde aquí se agarra otro autobús que pare en la carretera (10 córdobas, 20').
Como he madrugado un montón, he tenido tiempo de ver el enorme (y laberíntico) mercado (no el de turistas, que hay dos) de Masaya. Está donde deja el autobús. Hay de todo, menos gringos. Se te pasa el tiempo muy rápido entre tantos puestos atractivos, así que tenedlo en cuenta.
Desde allí agarré un autobús que me dejó hacia las 9:10 en el acceso al volcán Masaya. Éste abre desde las nueve.
Para entrar se pagan 5$. Desde este punto, hay una carretera que te lleva en unos 20' al Centro de Interpretación o Centro de Visitantes (que bien merece una paradita). Desde allí se pueden recorrer los 3-4 kilómetros que te separan de los cráteres andando o mediante un autobús (50 córdobas ida, 100 i/v).
Con el recuerdo aún fresco del Mombacho, y teniendo en cuenta que este cuesta unas 6 veces menos, opto por ir en pickup, sólo para la subida. En realidad, el camino no es exigente, si bien el calor excesivo instaba a no subir a pata. La pick up tarda unos 10 minutillos.
Ya arriba se puede hacer un recorrido autoguiado. Pero sólo uno, los recorridos restantes requieren una reserva, que se tenía que haber solicitado en el centro de visitantes (y no era cuestión de volver a bajar)
El recorrido te lleva por el cráter del Masaya, inactivo, desde el que puedes apreciar las fumarolas del cráter del Nindiri.
Crater del Masaya
Cráter del nindiri
La bajada la hago andando (1 hora) hasta la carretera, donde agarro un minibús que viene de Managua (20 córdobas, 45').
Me deja en frente del hostel, así que me despido del Griego y de Dona Flor, encantadores anfitriones en Granada.
El siguiente destino debiera haber sido Ometepe, pero al final será San Juan del Sur.