Difícilmente algún país en todo el mundo tenga la capacidad de proporcionar al visitante, de una cantidad casi ilimitada de paisajes naturales tan diversos y ricos como puede hacerlo Venezuela. De hecho, después de haber viajado por tantos lugares, tan distintos entre ellos, debo decir que únicamente Colombia se acerca a la diversidad existente en Venezuela y sin embargo, la comparación quizás no sea lo suficientemente justa con su país vecino.
Una vez vistas las maravillosas playas venezolanas y habernos adentrado un poco más en el occidente venezolano, es tiempo de contaros un poco mis experiencias por la cordillera de los Andes. Esta historia comienza en la ciudad de Mérida, capital del estado de Mérida y lugar donde radica el pico Bolívar (5000mts.)
La cordillera de los Andes, que es el sistema montañoso que une a la América del Sur desde el cabo de Hornos en la patagonia chilena/argentina, hasta Venezuela donde alcanza el Mar Caribe, es la columna vertebral del nuevo continente y sin dudarlo un lugar lleno de paisajes inolvidables, vistas de cóndor y nieves perpetuas
Al dejar atrás el intenso sol de la costa del mar Caribe y los 40º C del Zulia, se llega a las nieves perpetuas y los -5ºC del Pico Bolívar. Es éste el más alto de Venezuela y para su ascenso es posbiel hacerlo mediante el teleférico más alto y segundo más largo del mundo, por lo que la nieve está segurada, sin necesidad de ser un gran escalador. (afortunadamente para mi...)
Cuenta la leyenda, que las montañas se cubrieron de nieve cuando la india Caribay, después de invocar los favores de Chía (diosa Luna), diviso a 5 águilas blancas de hermoso plumaje, a las que persiguió por toda la región a fin de hacerse con las plumas de estos míticos animales y con los que deseaba adornar su corona. Cuando dió alcance a las águilas, se percató que estas se habían convertido en estatuas de gélido hielo y corrió despavorida, llena de horror y tristeza. Siendo este el origen de los 5 picos nevados. Aún los locales recuerdan que las grandes y tempestuosas nevadas son el furioso despertar de las águilas; y el silbido del viento en esos días de páramo, es el remedo del canto triste y monótono de Caribay.
Y aunque los picos merideños son un gran atractivo para los turistas, estos no son los únicos sitios que puede visitar el turista, que llega a la ciudad de los caballeros de Mérida. Esta ciudad andina, no es grande en extensión o población, pero es capaz de ofrecer grandes atractivos que deleitan al recién llegado y posee algo que valoro mucho en un destino y es el hecho de que por mucho tiempo que se esté en el lugar siempre quedan ganas de estar una noche más, a la búsqueda de una nueva aventura, con la tranquilidad que caracteriza al merideño
Esta ciudad con casi 500 años de historia, cuenta con una de las catedrales mejor conservadas de todo el país, con una arquitectura que difiere de la época colonial y que dota de un cierto estatus a la ciudad. Frente a la catedral se encuentra la plaza Bolívar (todas las plazas centrales de cualquier ciudad venezolana, se llama Plaza Bolívar). En los alrededores se ubican las primeras sedes de la ULA (Universidad de los Andes), reconocida por su tradición y nivel, y alma mater de miles de estudiante, y es que Mérida es una ciudad universitaria, por lo que el ambiente nocturno y la fiesta está asegurada.
Otros sitios que serán de agrado del turista, son el boulevard de los pintores, el reloj de Beethoven, parque de los chorros de milla, parque la Isla, y las miles de pequeñas plazoletas que se dispersan por el centro de la ciudad
Además de la ciudad de Mérida, se pueden visitar los pueblos cercanos, especialmente aquellos cercanos a la cordillera, donde se encontrarán fríos riachuelos que bajan de los glaciares y una gran diversidad de artesanía que destaca por su colorido y motivos propios de la zona. No os preocupéis si a lo largo del camino, todos los sitios os suena igual (Mucubají, Mucuchíes, Mucuruba, etc.) y es que en el lenguaje autóctono de los indios el prefijo Mucu, servía para denotar lugar o ubicación, así pues dejaros llevar por la carretera hasta donde encontraréis un punto desde el cual se pueden acariciar las nubes que cubren el firmamento.
Esta región venezolana tiene la particularidad de tener una gastronomía distinta de la del resto del país y que se mantiene constante desde los tiempos de las tribus timotes y cuicas. Destacan la arepa andina (hecha a base de trigo a diferencia de la arepa más tradicional elaborada con maíz), pisca andida, chicha de maíz, mistela, ponche andino y por supuesto las fresas con crema.
Desafortunadamente tengo que cerrar este pasaje con una nota, algo desesperansadora, y es que muchas veces cometemos el error de pensar que las bellezas que nos ofrece la naturaleza siempre estarán ahí para poder ser admiradas y lo cierto es que no es así. Los glaciares "perpetuos" de los Andes venezolanos cada día son menores y se espera que antes de que termine este siglo hayan desaparecido. No es mi intención crear conciencia conservacionista, ni denunciar una situación que puede ya no tenga remedio, simplemente deseo dejar constancia de que lo que hoy ésta, mañana puede sólo sea una foto y un recuerdo.