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Best Western Hotel, Osawa (ON)
Web: http://www.bestwesternontario.com
Precio: 65,54€ por noche (impuestos incluidos)
Ubicación: De paso hacia Toronto y Niagara. Perfecto para una noche.
Estado: Hotel en buen estado. La habitación muy bien, amplia y sin nada que objetar.
Servicios: Desayuno continental, tortillas y salchichas. Parking y Wifi.
Trato recibido: Correcto
Calificación: (8 sobre 10)
Como no queríamos llegar muy tarde a Niagara, nos levantamos a las 6h30 y en cuanto tuvimos recogido el equipaje, bajamos a desayunar. El día había amanecido nublado, aunque no tenía pinta de que fuera a llover. A las 8h nos pusimos en ruta con 7°C.
Mientras circunvalábamos Toronto nos dimos cuenta de la cantidad de tráfico que había. Al preparar el viaje vimos que la ruta que marcaba Google Maps incluía la carretera de peaje 407. Al investigar un poco más, vimos que era un tramo de autopista contralado telemáticamente, es decir, que no tenía cabinas de peaje donde poder pagar. Para coches de alquiler no recomendaban su uso ya que el cargo por utilizar la autopista llegaría a la empresa de alquiler que luego lo tendría que repercutir al cliente (normalmente con recargo). Como queríamos evitar problemas, buscamos una ruta alternativa a través de la carretera 403 que es una vía gratuita pero con más tráfico, claro.
Mientras circunvalábamos Toronto nos dimos cuenta de la cantidad de tráfico que había. Al preparar el viaje vimos que la ruta que marcaba Google Maps incluía la carretera de peaje 407. Al investigar un poco más, vimos que era un tramo de autopista contralado telemáticamente, es decir, que no tenía cabinas de peaje donde poder pagar. Para coches de alquiler no recomendaban su uso ya que el cargo por utilizar la autopista llegaría a la empresa de alquiler que luego lo tendría que repercutir al cliente (normalmente con recargo). Como queríamos evitar problemas, buscamos una ruta alternativa a través de la carretera 403 que es una vía gratuita pero con más tráfico, claro.
A las 10h llegamos a Niagara y nos envolvió un poco la nostalgia. ¡¡¡Habían pasado 14 años!!!
Como no teníamos muchas ganas de andar buscando aparcamiento, fuimos directamente al parking de la Skylon Tower. Cuesta $10, pero puedes dejar el coche todo el tiempo que quieras (dentro del mismo día).
Acto seguido nos dirigimos hacia la zona donde salen los viajes en barco hasta las cataratas. La primera vez que estuvimos en Niagara, allá por 2001, sólo había una empresa que gestiona los viajes con el famoso barco Maid of the Mist. A partir de 2014, la empresa Hornblower se ha hecho cargo de la explotación de los tours en la vertiente canadiense. Para diferenciarse de los estadounidenses, los chubasqueros en vez de ser azules, ahora rojos.
Acto seguido nos dirigimos hacia la zona donde salen los viajes en barco hasta las cataratas. La primera vez que estuvimos en Niagara, allá por 2001, sólo había una empresa que gestiona los viajes con el famoso barco Maid of the Mist. A partir de 2014, la empresa Hornblower se ha hecho cargo de la explotación de los tours en la vertiente canadiense. Para diferenciarse de los estadounidenses, los chubasqueros en vez de ser azules, ahora rojos.
Compramos lo tickets para el primer viaje disponible (a las 11h30) que costaron $45. Los chubasqueros están incluidos en el precio, jejeje. Mientras esperábamos nuestro turno, aprovechamos para sacar unas fotos e ir recordando sitios.
Nos acordábamos perfectamente de lo que pasa cuando te vas acercando a las cataratas, así que aprovechamos a sacar la mayoría de las fotos al principio del viaje. Anna como se lo piensa menos que yo, sacó un video con el móvil casi cuando estábamos debajo de las cataratas. Cuando se levantaba un poco de viento era como si nos estuvieran echando, literalmente, baldes de agua, pero como se suele decir, sarna con gusto no pica.
Como la entrada al B&B no la teníamos hasta las 15h30, aprovechamos para comer en el centro comercial Table Rock Centre, junto a las cataratas. La comida en la hamburguesería Table Rock Quick Serve nos costó $32,75. La verdad es que cuando recogimos la comida no había ninguna mesa libre y durante un momento pensamos que íbamos a comer de pie. Al darse cuenta, una pareja nos ofreció compartir mesa con ellos. Mientras comimos iniciamos conversación con ellos y resultó que eran alemanes que también estaban de vacaciones. Al decirles que éramos del norte de España, nos comentaron que conocían Bilbao ya que habían estado visitando el Museo Guggenheim.
Mientras Anna echaba un vistazo a la tienda de suvenires, yo me acerqué de nuevo hasta la base de las cataratas para sacar alguna otra foto. Hipnotiza ver el ritmo al que cae toda esa cantidad de agua. (Según la Wikipedia, unos 2800 m3/s).
Mientras Anna echaba un vistazo a la tienda de suvenires, yo me acerqué de nuevo hasta la base de las cataratas para sacar alguna otra foto. Hipnotiza ver el ritmo al que cae toda esa cantidad de agua. (Según la Wikipedia, unos 2800 m3/s).
Como teníamos planes fijos de la mitad de la tarde en adelante, nos acercamos al B&B para presentarnos a los anfitriones y así podríamos estar tranquilos el resto del día.
En cuanto llamamos a la puerta, nos llevamos la grata sorpresa de que la chica que nos atendió nos habló en castellano. Se le notaba que no era española, pero se le entendía perfectamente. Cuando hablamos un poco más con ella, nos comentó que era italiana y que por eso sabía un poco de español.
Como es habitual en los B&B, nos enseñó nuestra habitación y nos preguntó por la hora del desayuno y que si teníamos alguna necesidad especial. Una vez instalados, volvimos a Niagara con la intención de fotografiar las cataratas al atardecer ya que habíamos leído que las iluminaban al caer la noche.
En cuanto llamamos a la puerta, nos llevamos la grata sorpresa de que la chica que nos atendió nos habló en castellano. Se le notaba que no era española, pero se le entendía perfectamente. Cuando hablamos un poco más con ella, nos comentó que era italiana y que por eso sabía un poco de español.
Como es habitual en los B&B, nos enseñó nuestra habitación y nos preguntó por la hora del desayuno y que si teníamos alguna necesidad especial. Una vez instalados, volvimos a Niagara con la intención de fotografiar las cataratas al atardecer ya que habíamos leído que las iluminaban al caer la noche.
As you Like It B&B, Niagara On the Lake (ON)
Web: http://www.asyoulikeitbandb.com
Precio: 78,20€ por noche (impuestos incluidos)
Ubicación: a 10 minutos de Niagara On the Lake y a menos de 20 minutos de Niagara Falls.
Estado: Típico B&B, casa de una sola planta. La habitación muy bien con un baño increíble.
Servicios: Desayuno sobresaliente, parking y Wifi.
Trato recibido: Muy bueno. Los anfitriones hablaban bastante bien español.
Calificación: (9.5 sobre 10)
De nuevo en Niagara, llenamos el depósito del coche (36,01L x $0,93 = $33,45) y nos acercamos a la zona de las cataratas. Repetimos casi todas las fotos que habíamos sacado por la mañana ya que la luz era mucho mejor y en el cielo había unas nubes potentes que hacían que todo tuviese otro aspecto más intenso. También aprovechamos para reservar la cena en lo alto de la Skylon Tower.
De las dos posibilidades que había, elegimos el buffet ya que el menú del restaurante giratorio era cerrado. Con cualquiera de las dos opciones estaba incluida la posibilidad de salir a la terraza para ver las cataratas desde lo alto, que era uno de nuestros objetivos… jejeje
De las dos posibilidades que había, elegimos el buffet ya que el menú del restaurante giratorio era cerrado. Con cualquiera de las dos opciones estaba incluida la posibilidad de salir a la terraza para ver las cataratas desde lo alto, que era uno de nuestros objetivos… jejeje
Poco antes de las 19h30 la luz comenzó a bajar y los potentes focos comenzaron a iluminar el agua de las cataratas. En la web de las cataratas se puede ver el horario de la iluminación para las diferentes épocas del año. Lo que nos enteramos de casualidad es que esa misma noche, a las 22h30 había fuegos artificiales (y eso ocurre muy pocas veces a lo largo del año).
Durante el tiempo que estuvimos sacando fotos, ambas cataratas, las de Estados Unidos y las de Canadá fueron cambiando de color. En algún momento las iluminaron con los colores de la bandera de cada país.
Poco a poco se hizo la hora de la cena, nos acercamos a la Skylon Tower y tras enseñar la reserva, nos subieron en ascensor hasta el comedor del restaurante. Viendo cómo iba vestida la gente que subía hasta el restaurante giratorio (nos referimos a que iban súper emperifollados), nos alegramos de haber elegido el buffet. La cena para dos personas nos salió por $114,70 y pudimos elegir entre muchas opciones de todo tipo, sin olvidarnos de los postres.
Como queríamos coger un buen sitio para ver los fuegos, no nos entretuvimos mucho haciendo sobremesa y antes de bajar hicimos una breve parada en la terraza. Y decimos breve porque no había nadie que aguantara allí del viento que hacía. De todas formas, no nos quisimos marchar de allí sin sacar una foto.
Una vez abajo, elegimos el sitio que nos pareció idóneo para ver los fuegos y esperamos a que dieran las 22h30. Una cosa que nos extrañó es que no había demasiada gente esperando.
Y la cuestión es que llegó la hora y los fuegos, pues como que no empezaron. Esperamos quince minutos por si no habíamos leído bien la hora, pero nada. Al final, acabamos preguntando a una pareja que parecía igual de confundida que nosotros y nos dijeron que ellos también estaban esperando.
Como la temperatura no invitaba a estar allí parados eternamente, nos fuimos al B&B bastante desilusionados. Al llegar, lo primero que hicimos fue conectarnos a internet y en la web de las cataratas anunciaban que debido al fuerte viento, los fuegos habían sido suspendidos. Reconocemos que no parecía muy seguro hacer explotar fuegos de artificio con el viento que hacía.
Y la cuestión es que llegó la hora y los fuegos, pues como que no empezaron. Esperamos quince minutos por si no habíamos leído bien la hora, pero nada. Al final, acabamos preguntando a una pareja que parecía igual de confundida que nosotros y nos dijeron que ellos también estaban esperando.
Como la temperatura no invitaba a estar allí parados eternamente, nos fuimos al B&B bastante desilusionados. Al llegar, lo primero que hicimos fue conectarnos a internet y en la web de las cataratas anunciaban que debido al fuerte viento, los fuegos habían sido suspendidos. Reconocemos que no parecía muy seguro hacer explotar fuegos de artificio con el viento que hacía.
*** final del día 23 ***
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