**Las fotos son tomadas con la cámara acuática, además no había buena visibilidad
El día amaneció un poco nublado aun así decidimos hacer la excursión aun sabiendo que posiblemente la visibilidad fuese más reducida. Este fue el primer día que note el efecto de la medicina…parecía que me hubiesen pegado un palizón que agotamiento y que sueño!!!
Desayunamos en la habitación cositas que compramos la noche anterior y esperamos el autocar.
La excursión de hoy trataba de ir a la isla Payar o Pulau Payar que es reserva marina. Es una pequeña islita sobre explotada dónde tienen unas instalaciones básicas como lavabos y mesas de picnic. Hay muchísima gente procedente de las excursiones pero si el plan que se busca es hacer snorquel y estar buceando la aglomeración no es problema ya que la mayoría de personas se queda en la orilla y en la arena.
**Nosotros escogimos la excursión a la playa pero si se busca algo más exclusivo y con mucha menos gente está la opción de reservarla en una plataforma. El barco te deja en una plataforma que flota en el mar a una buena distancia de la playa. Caben máximo 80 personas y buceas en mar no en playa. Eso sí, el precio casi el doble
El traslado se hizo bastante cansino. Recoger gente de sus hoteles, llegar hasta el puerto y subir en la embarcación hasta la islita. El viaje en barco bastante incomodo ya que había cucarachas que salían de debajo de los asientos. En total 1.45h pero una vez en el agua merece la pena.
Nosotros nunca habíamos visto tantos peces diferentes, corales, algas, anemonas. Incluso pude nadar entre pequeños tiburones. El peeeero, la cantidad de gente y que ese día no había muy buena visibilidad. Por cierto…la mayoría eran chinos que le tienen una aversión al agua increíble. Totalmente tapados en la orillita haciendo jaleo. Quizás no se dieron cuenta que la excursión era para ver la fauna marina…pero ellos con sus bañadores de cuerpo entero y ellas con sus pamelas y sus caras blancas eran bien felices gritando en la orilla así que nada que objetar.
Esta es la playita
Estuvimos aprox de 10:30 a 15:30 y a las 17 llegamos a nuestra guesthouse.
La idea era bajar a la playa a ver el atardecer y hacer alguna de las actividades de playa que ofertan pero empezó a diluviar y ya no paró hasta las 20. Ya me fue bien para pegarme una cabezada.
Cuando paró de llover paseíto, masaje de pies y la cena que fue un autentico desastre. Comida mala y atención pésima y para lo que fue cara. Como echábamos de menos la comida de Kuching y Penang!!
En la calle principal hay algún puestecillo de comida pero poco apetitoso. Eso sí, había un camión donde venden helado rebozado que está de vicio (3MYR cada helado) que pena que no lo volvimos a ver ninguna otra noche.
No os lo perdáis
De camino a la guesthouse pasamos a comprar algunas provisiones por el supermercado que hay justo debajo del hotel Aseania y dónde el chinito que vigilaba nos iba persiguiendo y controlaba todos nuestros movimientos