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CHIPRE DEL NORTE: SAN BERNABÉ,
SALAMINA Y FAMAGUSTA
CHIPRE DEL NORTE: SAN BERNABÉ,
SALAMINA Y FAMAGUSTA
Sábado, 30 de Abril, 2016
Me desperté temprano y a las 7 de la mañana ya estaba en el comedor del Hotel. Daniela es la que prepara los desayunos por la mañana. Cuando llegué ya tenía varias cosas del buffet puestas sobre la mesa. Sólo tenía que servirme. El desayuno del hotel, aunque abundante, no incluye nada caliente. Había zumos, pan, tostadas, mantequilla, unas mermeladas muy buenas, queso, embutidos, ensalada, cereales, yoghourt griego, café, té y leche y posiblemente alguna cosa más que ahora me olvide. Pero no había nada caliente, a parte de los cafés, té y tostadas. Todo ello servido en un comedor muy agradable, que incluso tiene una terraza que da a la calle. El día se presentaba muy soleado y caluroso.
A las 7.45 me encontraba como un clavo en la entrada del Hotel Daphne que se encuentra a apenas 100 metros del Pyramos. En cuanto llegué, inmediatamente se acercó a mí un tipo calvo de unos 40 años que sonriente me dijo "Buenos días". Creo que estas fueron las únicas dos palabras que oí en castellano durante toda mi estancia en Chipre. Era Kyriakos, de [Mickys Tours], con quien había estado en contacto por email varias veces previamente a mi viaje. Por medio de este tour operador reservé tres excursiones: dos a Chipre del Norte y una haciendo un recorrido circular. Debido a lo tardio de mi llegada no nos quedó más remedio que quedar a las 7.45 del sábado para que me diese los billetes de las excursiones y pagarle (Precio: 27 € cada excursión. Total: 81 €).
Me estuvo haciendo compañía hasta que llegó el autobus. Me comentó que Pafos ha crecido mucho en muy poco tiempo. A principios de la década de 1990 era apenas un pueblito y que aún hoy, a pesar de haber crecido, los que son de ahí de toda la vida se conocen todos. Me comentó que en Chipre siempre hace buen tiempo pues luce el sol un promedio de 320 días de los 365 que tiene el año.
- ¿Y no tenéis sequías, ni restricciones de agua?
- Bueno, se utilizan desalinizadores del agua del mar.
Esto que me dijo lo iba a contrastar unos días después por medio de otra fuente de información. Le pregunté si era posible recorrer Pafos y alrededores en bicicleta. Me contestó que la ciudad no estaba realmente preparada para andar en bici y que la mayoría de las veces tendría que compartir carretera con los vehículos de motor. Asimismo me dijo que la parte alta de la ciudad, llamada Ktima estaba patas arriba, llena de obras porque en el 2017 Pafos va a ser capital cultural europea. Llegó el autobús. Kyriakos, muy amable, me dijo que si después de la excursión me quería pasar por donde tienen la oficina para tomar un café que sería muy bienvenido. Los chipriotas son gente muy abierta.
Llegó el autobús, se abrió la puerta. Un tipo me recibió y me pidió el billete de esa excursión. Entré y me senté en la zona media. Comenzaba la primera excursión. El autobús se llenó en un 75%. Primeramente pasamos por un par de hoteles de Pafos para recoger a más turistas y luego ya enfilar la carretera hasta Famagusta a unos 170 kms de Pafos, en el SurEste de la isla. Condición indispensable: Llevar pasaporte. Si no lo llevas, no pasas al otro lado de la isla. La mayoría de los turistas que iban en el bus eran británicos.
Este tipo de turismo no es el que más me gusta precisamente, porque no tienes ni la libertad ni la flexibilidad de poder pararte donde quieres para admirar una vista, un pueblillo, una iglesia o simplemente para hacer una fotografía. Pero menos da una piedra. No cabe duda que se tiene mucha más libertad si se va en coche alquilado. Aunque sobre este respecto hay que hacer dos puntualizaciones:
1- En Chipre se circula por el lado izquierdo de la calzada, como en el Reino Unido, la India y el Japón.
2- No se puede ir a Chipre del Norte en coche de alquiler ya que la República Turca de Chipre del Norte no ha sido reconocida por ningún otro país (aparte de Turquía) y por lo tanto al ser territorio ocupado es ilegal. El seguro no te cubre en el Norte. En la frontera se venden seguros a terceros, pero están en turco. Si tuvieses un incidente, el seguro cubriría los daños del otro, pero no tendrías seguro médico ya que al ser territorio de la UE ocupado ilegalmente, la tarjeta europea de sanidad no te cubre. Así que hay un elemento de riesgo. Tampoco se cubrirían los gastos de reparación del vehículo alquilado.
Una vez que recogimos a todos los pasajeros de sus hoteles, nos encaminamos hacia el Este. El guía se llamaba Stelios, chipriota, de unos 35 años y de aspecto muy normal. Perfectamente podría ser tu vecino, el del 3º derecha
. Como de andar por casa mismamente. Hablaba un inglés muy correcto, muy académico y con un divertido acento. Y es un gran conocedor de la historia y cultura de su país. Sus explicaciones fueron muy interesantes e hizo que el viaje fuese muy llevadero.Fuimos a lo largo de la línea costera, rodeando la muy extensa ciudad de Limassol y también Larnaca para hacer un descanso para tomar un café e ir al baño en la típica cafetería de carretera, situada en algún punto intermedio entre Larnaca y el yacimiento neolítico de Chirokoitia, que no llegamos a visitar.
Paisaje chipriota
Tras el café, subimos de nuevo al autobús y retomamos el camino en dirección a Famagusta. La siguiente parada iba a tener lugar en el punto de control de pasaporte de Pergamos. A los chipriotas griegos del sur no les gusta llamarlo "frontera", sino "check points". Pero antes de llegar ahí, recorrimos durante unos 5 o 6 kilómetros paralelamente a la llamada Linea Verde, que es algo así como "Tierra de Nadie" entre ambos Chipres y controlado por las Naciones Unidas. En medio de ella se encuentra el pueblo de Pyla, que es uno de los sólo cuatro pueblos habitado aún hoy por chipriotas tanto griegos como turcos conjuntamente. Hay tramos, sin embargo en que la linea verde es tan estrecha que desde el lado griego se puede ver el lado turco directamente. El guía comentó que había gente en el lado griego que podía ver sus tierras y propiedades arrebatadas por los turcos sin poder acceder a ellas.
Llegamos al punto de control de pasaportes. No tuvimos ni que bajarnos. Un funcionario subió y recorriendo el bus de punta a punta nos cogió la documentación y con la ayuda del guía y otros colegas hicieron el control. Poco después se hizo lo mismo en el lado turco. Todo el proceso duró unos 20 minutos. No se pueden hacer fotos. Tras terminar, el guía regresó al autobús con nuestros pasaportes y, una vez que habíamos arrancado, procedió a devolverlos a cada uno de sus dueños. Diez minutos después llegábamos al primero de nuestros destinos: El Monasterio de San Bernabé
- El Monasterio del Apóstol San Bernabé -
San Bernabé nació en Salamina, hijo de una familia judía del clan de los levíticos, que emigró de Siria a Chipre. Cuando estaba llevando a cabo sus estudios de religión en Jerusalén fue testigo de algunos de los milagros de Jesús y se convirtió en el año 33, entregando su herencia a la entoces humilde iglesia cristiana de Jerusalén. Fue nombrado arzobispo de Salamina y regresó a Chipre en el año 45, junto con Juan Marcos y el Apóstol San Pablo para evangelizar a la comunidad judía de la isla, no con mucho éxito aunque sí que consiguieron la conversión de Sergio Paulo de modo que Chipre se convirtió en el primer estado de la historia con un gobernante cristiano.
En su segunda visita a Chipre, en el año 75, Bernabé fue arrestado por los judíos y apresado en una sinagoga de Salamina. Fue entonces cuando fue lapidado hasta morir. Envolvieron sus restos y los arrojaron a una laguna para que terminasen en el mar.
Pero Juan Marcos y algunos esclavos convertidos recuperaron sus restos y secretamente los enterraron bajo un algarrobo en cierto lugar al oeste de Salamina colocándole una copia del Evangelio de San Mateo sobre su pecho. Tras esto escaparon rápidamente a Egipto para evitar la persecución de los judíos. El cristianismo estaba perseguido y la tumba cayó en el olvido. En el siglo V el Cristianismo regresó. La iglesia de Antioquía, fundada por Pedro, era la dominante, pero la de Chipre, al ser fundada por Bernabé adquirió el mismo nivel que la de Siria y por tanto independencia. El Arzobispo Antemios de Chipre en el año 477 soñó que encontraba la tumba de Bernabé en un punto específico. Guiados por esta "inspiración divina" fueron allá y encontraron sus restos con el evangelio en el pecho. Ese evangelio fue regalado al Arzobispo de Constantinopla unos años después, quien encantado, otorgó autonomía a la iglesia de Chipre. Así pues los rangos eclesiásticos chipriotas eligen a su propio arzobispo, quien puede llevar en las ceremonias el mismo atuendo que el emperador de Constantinopla.
San Bernabé es hoy el Patrón de Chipre.
Arriba a la derecha: La historia de San Bernabe descrita en los frescos de la iglesia. En la pared de la derecha, el arzobispo con ropajes imperiales
Abajo a la derecha: Ermita de la tumba de San Bernabé
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San Bernabé nació en Salamina, hijo de una familia judía del clan de los levíticos, que emigró de Siria a Chipre. Cuando estaba llevando a cabo sus estudios de religión en Jerusalén fue testigo de algunos de los milagros de Jesús y se convirtió en el año 33, entregando su herencia a la entoces humilde iglesia cristiana de Jerusalén. Fue nombrado arzobispo de Salamina y regresó a Chipre en el año 45, junto con Juan Marcos y el Apóstol San Pablo para evangelizar a la comunidad judía de la isla, no con mucho éxito aunque sí que consiguieron la conversión de Sergio Paulo de modo que Chipre se convirtió en el primer estado de la historia con un gobernante cristiano.
En su segunda visita a Chipre, en el año 75, Bernabé fue arrestado por los judíos y apresado en una sinagoga de Salamina. Fue entonces cuando fue lapidado hasta morir. Envolvieron sus restos y los arrojaron a una laguna para que terminasen en el mar.
Pero Juan Marcos y algunos esclavos convertidos recuperaron sus restos y secretamente los enterraron bajo un algarrobo en cierto lugar al oeste de Salamina colocándole una copia del Evangelio de San Mateo sobre su pecho. Tras esto escaparon rápidamente a Egipto para evitar la persecución de los judíos. El cristianismo estaba perseguido y la tumba cayó en el olvido. En el siglo V el Cristianismo regresó. La iglesia de Antioquía, fundada por Pedro, era la dominante, pero la de Chipre, al ser fundada por Bernabé adquirió el mismo nivel que la de Siria y por tanto independencia. El Arzobispo Antemios de Chipre en el año 477 soñó que encontraba la tumba de Bernabé en un punto específico. Guiados por esta "inspiración divina" fueron allá y encontraron sus restos con el evangelio en el pecho. Ese evangelio fue regalado al Arzobispo de Constantinopla unos años después, quien encantado, otorgó autonomía a la iglesia de Chipre. Así pues los rangos eclesiásticos chipriotas eligen a su propio arzobispo, quien puede llevar en las ceremonias el mismo atuendo que el emperador de Constantinopla.
San Bernabé es hoy el Patrón de Chipre.
Abajo a la derecha: Ermita de la tumba de San Bernabé
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El complejo monástico consta de una iglesia principal, donde hay se encuentra un museo de iconos- Al otro lado del pequeño jardín están las dependencias donde ahora hay un museo arqueológico, con bastantes piezas recogidas de las ruinas de la cercana Salamina, y un poco más hacia el este, a unos 100 metros se halla la ermita donde están los restos de San Bernabé. Tres monjes, que además eran hermanos, gobernaban y cuidaban este monasterio cuando ocurrió el episodio de la ocupación turca en 1974. Vivían con su madre, pero tres años más tarde, en 1977, fueron forzados a marcharse. El hecho de que se decidiese convertir el monasterio en museo lo salvó del pillaje y abandono al que se vieron abocados muchos otros templos cristianos tras la ocupación.
Subimos de nuevo al bus y en tan sólo cinco minutos nos encontrábamos de nuevo haciendo una parada para disfrutar del fabuloso yacimiento arqueológico de las ruinas de Salamina (Salamina), que se encuentran junto al mar.
El complejo romano de Salamina
Salamina se encuentra a tan sólo 9 kms de Famagusta. Según la leyenda fue fundada en el siglo XII antes de Cristo y fue durante varios siglos -gracias a la riqueza de los yacimientos de mineral de cobre de Chipre- una próspera ciudad que ha estado bajo dominación primeramente de griegos y persas después hasta que fue arrebatada por Alejandro Magno entrando así bajo un período helenístico tras el cual fue gobernada por los ptolomeos egipcios, que trasladaron la capital de la isla a Pafos. En el año 58 a.C cayó bajo dominio de los romanos durante el cual la ciudad recuperó su prosperidad a pesar de no ser la capital, especialmente bajo los emperadores Trajano y Adriano. San Bernabé intentó cristianizar la zona en el siglo I, pero fue víctima de la población judía, que por aquella época era muy importante y poderosa en la zona y que lo mató a pedradas. Asimismo los judios llevaron a cabo varias matanzas y destrucciones y por lo tanto fueron expulsados por los romanos.
Posteriormente la ciudad sufrió varios terremotos y fue reconstruida con el nombre de Constantia. Tras un período de declive y abandono fue conquistada por los árabes que la trasladaron 9 kms más al sur a lo que hoy es ya la ciudad de Famagusta. Durante la época de las Cruzadas (Ricardo Corazón de León estuvo presente en la isla por entonces) la ciudad recobró su apogeo y nivel de vida.
También estuvo bajo dominio de genoveses y venecianos siendo su historia la de una sucesión de apogeo seguido de abandono y de nueva recuperación, fundamentalmente debido a su situación estratégica al este de la isla y frente a Asia Menor y Medio Oriente.
Yo, como iba con un tour organizado, no pude quedarme todo el tiempo que hubiese querido. Fundamentalmente lo que vimos fueron los restos romanos -magníficos- consistentes en el gymnasium, baños y teatro, que se encuentran en un área relativament reducida, pero en los alrededores hay también una necrópolis con restos que se remontan al siglo XI a.C y varios restos de basílicas paleocristianas. Hay además algún museo. Yo creo que si te gustan las piedras y quieres conocer y disfrutar la zona con detenimiento, puedes invertir unas 5 o 6 horas por aquí.
Lo primero que vimos fue el Gimnasio Romano, construído a su vez sobre uno del período helenístico, que estaba rodeado por columnas y en el que también hay estatuas, todas ellas decapitadas. Aunque tranquilos: los arqueólogos encontraron las cabezas intactas, aunque separadas de sus cuerpos, en el suelo del mismo gimnasio y -atosigados por los turcos que les apremiaban a que se marchasen tras la ocupación en 1974- se las llevaron a Nicosia y hoy se encuentran en el museo arqueológico de ésta ciudad.
Gimnasio Romano de Salamina
Salamina. Arriba a la izquierda está la estatua de una sensata romana, que nunca llegó a perder la cabeza, aunque le partieron la cara .- Abajo a la izquierda: Los baños
.- Abajo a la izquierda: Los bañosCaminamos unos 50 metros hacia el Sur y entramos en el teatro romano, que en su día tuvo capacidad para 15000 espectadores y que tuvo un proscenio del que ya no queda nada. Queda alguna estatua decapitada y al parecer el foso central se podía llenar de agua convirtiéndose en naumaquia donde se celebraban juegos y espectáculos acuáticos.
Teatro Romano de Salamina
Salamina es bastante impresionante y me quedé con las ganas de más, pero el tiempo apremiaba y había que volver al bus para ir a la ciudad de Famagusta (que en turco-chipriota se dice Gazimagusa), que se encuentra a tan sólo 9 kms de Salamina.
Famagusta (Gazimagusa)
Llegamos en diez minutos y aparcamos el bus en un "huequito" que encontramos en un aparcamiento situado junto a la Puerta de Tierra y una inmensa estatua de Ataturk. La ciudad está rodeada por unas medievales murallas construídas por los venecianos y la Puerta de Tierra da acceso a la ciudad antigua.
Fue -junto a Salamina- una ciudad con un esplendoroso pasado, con sucesivos períodos de apogeo y crisis, que los otomanos se encargaron de poner fin. De ahí la importante presencia de edificios medievales (algunos de ellos "adulterados"). Cuando llegamos era la hora del lunch y el muyaidín estaba en el minarete llamando a la oración, así que en ese momento no se podía entrar en la mezquita, situada en el centro neurálgico de la ciudad. Esa mezquita, que antiguamente era en realidad la Catedral de San Nicolás de Famagusta, se llama hoy Lala Mustafa Pasa Camii
Así pues decidimos dispersarnos todos durante las siguientes dos horas para merodear por la ciudad medieval y comer algo. Hoy, sábado, es día de mercado y en la plaza habían puesto además unos altavoces con música ochentera trasnochada. Pasando bajo el arco medieval ví que había una bonita iglesia que estaba cerrada: La de San Jorge. Bajo sus contrafuertes laterales hay una tumba musulmana: la de Yirmisekiz Mehmet Cheleb, así que creo que esta iglesia también había sido reciclada. Su exterior es bastante impresionante.
Iglesia de San Jorge y tumba musulmana
Por la zona también había restos de un palacio veneciano y piedras aquí, allá y acullá:
Comí en el primer sitio que ví en lo que se considera la calle más comercial de la zona, aunque en realidad tampoco era para tanto. No me pareció que había mucha gente. Tome un kebab con ensalada y una cerveza "Efes", muy buena. No recuerdo el precio, pero no fue caro. Pagué con euros, aunque la moneda oficial es la lira turca.
Seguidamente me dirigí de nuevo a la Catedral para verla por dentro, ahora que no había oración. Pagué un pequeño donativo. Su interior, al estar desprovisto de todas las imágenes cristianas, no tiene mucha gracia con esas paredes blancas y sin vidrieras. El arquitecto, al parecer, se inspiró en la catedral de Reims, pero hoy en día está a años luz de ella.
Para finalizar y, ya de regreso hacia el autobús, subí a lo alto de la muralla para divisar las vistas al mar, aunque me parecieron un poco decepcionantes. Desde ahí, mirando al otro lado, había una vista de la calle principal con la catedral al lado:
Famagusta
Y ya desde ahí me fui al autobús. Fui el último en llegar
Y arrancamos para emprender el camino de vuelta a Pafos. Al poco tiempo pasamos por una zona llamada Varosia (Maras, en turco), también conocida como "la ciudad fantasma". Este distrito, de mayoría grecochipriota, antes de la ocupación turca de 1974 era lo que se llamaba "la Riviera de Famagusta", de gran prosperidad y lleno de complejos hoteleros -muchos de ellos de lujo- dispuestos en grandes avenidas y paseos. Era uno de los mayores destinos del país y del mundo. Aquí veraneaban celebridades como Elizabeth Taylor y Richard Burton, Raquel Welch, etc, etc.Llegó la ocupación turca de 1974 mediante un bombardeo mañanero procedente del cielo y los habitantes greco-chipriotas de Varosia temerosos de una masacre en la zona huyeron a toda prisa al sur de la isla: a Larnaca y a Paralimni, localidad muy cercana a Famagusta, pero al otro lado de la "linea verde", dejando el desayuno a medio terminar y llevándose consigo apenas nada, pensando que iban a poder volver.... Pero no fue así. Los turcos no pudieron repoblarla. La culpa de que quedase despoblada y abandonada la tiene una resolución de las Naciones Unidas que no admite ningún intento de repoblación de la zona a menos que sea por la población originaria de ahí. Y éstos habitantes se vieron forzados a huir de la noche a la mañana en 1974. Así pues, hoy la zona es inaccesible y todo ha quedado en el mismo sitio en que estaba en 1974. Lo que ocurre es que la naturaleza va invadiéndolo todo. Los coches han quedado ahí abandonados durante ya más de 40 años. Las casas no han sido reformadas. Las plantas y la vegetación comienzan a invadir las calles. Y las tortugas desovan en sus playas vacías.
El autobús no paraba en la zona, evidentemente, ya que no se puede entrar. Está todo vallado y con carteles que dicen "Prohibido el Paso" y "Prohibido hacer fotos"... pero a mí -desde el autobús- se me escapó una
(Todavía no me explico lo que me pasó Necesito un vaso de agua...). En ella se ve la torre de la iglesia abandonada y unos cuantos edificios en estado ruinoso: 
Famagusta: El distrito de Varosia: La ciudad "fantasma"
Lo cierto es que ver todo en semejante estado es muy triste. Todo está decrépito, oxidado, sin que nadie lo haya tocado durante más de 40 años. Nadie sabe qué ha sido de las piezas del Museo Arqueológico de Varosia.
Finalmente dejamos ya Famagusta para pasar de nuevo por el punto de control de pasaportes y regresar a "Chipre del Sur", en dirección a Pafos, sin más contratiempos. Son unos 170 kms. Un poco paliza, pero la experiencia mereció la pena, desde luego. El bus me dejó en la entrada del hotel Daphne, en Pafos a eso de las 6.30. Tras recorrer los apenas 100 metros que hay hasta llegar a mi hotel (el Pyramos), me dí una duchita y volví a salir en primer lugar para merodear y visitar un sitio que sobre el mapa me llamó la atención: Se encuentra justo detrás de mi hotel. Tuve que dar un pequeño rodeo, pero en seguida me di cuenta de que era un lugar magnífico: Vi que había una pequeña iglesia (Agios Kyriakos) toda rodeada de ruinas romanas y paleocristianas y mosaicos. Comprobé que la iglesia estaba abierta a causa de la celebración de la Pascua Ortodoxa. Su interior es muy sencillo. Sólo destaca su iconostasis. Lo mejor está fuera. Esta iglesia, bastante pequeña, está construída en parte de lo que con anterioridad era una gran basílica paleocristiana bizantina de cinco naves, llamada Panagia Chryssopolitissa. Aún hoy se conservan algunos de los mosaicos:
Pafos: Basílica de Panagia Chryssopolitissa
Entre los muchos pilares y columnas que hay alrededor de la iglesia está el llamado "Pilar de San Pablo", donde dice la tradición que el Apóstol San Pablo, que vino a Pafos a cristianizar estas tierras, fue atado y azotado a base de latigazos sobre este mismo pilar que se encuentra junto a esta iglesia (no aparece en la foto).
Proseguí mi camino hacia el puerto de Pafos, pero comenzaba a sentir los estragos del cansancio causado por el viaje, la excursión de hoy y las pocas horas de sueño (apenas había dormido 5 horas) y -lo peor de todo- el dolor de cabeza provocado por la humedad y la fiebre del heno. Me habían dicho que a las 12 de la noche se iba a celebrar en otra iglesia cercana al hotel la Pascua Ortodoxa que debe ser muy interesante, pero no me encontraba lo suficientemente bien como para aguantar hasta entonces así que en el primer sitio de precio razonable que ví entre los muchos que hay en el puerto de Pafos cené en plan pasta sin complicaciones y regresé al hotel. Al día siguiente me quedaba en Pafos, pero había algo con lo que no había contado a la hora de hacer mi planning: El domingo de Pascua de Resurrección y el Lunes de Pascua son fiesta en Chipre y todo -absolutamente todo- está cerrado.
Fortaleza de Pafos
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