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UN DÍA POR PAFOS
UN DÍA POR PAFOS
Domingo, 1 de Mayo: Día del Trabajo y Domingo de Pascua Ortodoxa
Dormí como un lirón y me desperte sobre las 8. Tomé un desayuno abundante tranquilamente. No había prisa. Tenía que reorganizar el planning para ese día. En principio tenía pensado visitar la Tumba de los Reyes y el yacimiento arqueológico de Pafos, pero al ser el domingo de Pascua todo estaba cerrado. Esta es -junto con el día de Navidad- una de las principales fiestas del año. También el Lunes de Pascua es fiesta.
El día anterior por la tarde, cerca de mi hotel, ví una tienda que alquilaba bicicletas y le pregunté al que atendía a ver si iba a abrir el Domingo de Pascua. Me dijo que sí, lo cual me sorprendió y se lo volví a preguntar al hombre (un señor de unos 60 años) porque me dio la impresión de que estaba un poco "empanao"
- ¿Está usted seguro?
- Sí. Mañana abrimos. De 10 a 6.
Pensé que si podía, alquilaría una bici para recorrer el pueblo de Pafos (que no es muy grande: Tiene 35000 habitantes... Y 35000 hoteles también... Es tremendamente turístico). Pero no fue posible ¿por qué? Pues porque estaba cerrado Efectivamente el "comerciante" sexagenario estaba "empanao".
Fui entonces a la parte del puerto, que se encuentra muy cerca. Es la zona de la gran turistada británica: Llena de restaurantes pertenecientes a cadenas que se encuentran en el Reino Unido: Pizza Express, Illy, etc, etc, todas con sus terrazas y a precios no tan baratos, pero a esas horas de la mañana estaban cerrados. Sólo estaban abiertos algunos cafés, también de aspecto muy británico. Busqué una farmacia: Cerrada, pero me encontraba algo mejor, así que no me importó demasiado. Fui a lo que llaman "la playa de Pafos", que no es tal: Es un malecón de cemento en el que la gente toma el sol. No hay arena y te puedes dar un chapuzón. El agua está bastante limpia. A lo lejos, al final del muelle, se divisa el "castillo de Pafos"
Plano de Pafos. Los números que hay entre guiones son las rutas de buses urbanos
Paseé un poco por el puerto. Eran las 10.30 de la mañana con sol y temperatura agradable, pero se avecinaba un día de mucho calor. Ya había gente tomando el sol en el malecón y algunos aprovechaban también para pescar.
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Como no es una zona realmente especial y con todo cerrado, decidí que lo mejor era ir a la playa, así que me fui a la estación principal de autobuses de Kato Pafos (o "Pafos de Abajo", que es como se llama a la zona del puerto) donde, tras preguntar a una empleada muy eficiente, cogí el [Bus Num 615], que va desde Pafos Harbour (es decir: Desde el puerto) hasta Coral Bay. La última parada es precisamente la playa de Coral Bay. El viaje sencillo cuesta 1.50 €. Si viajas a partir de las 8 de la tarde es 2.50 €. Pero hay un billete que cuesta 5 € con el cual puedes coger durante todo el día todos los autobuses de linea de Pafos que quieras. Yo compré éste. El bus Num 615 es bastante popular y los hay con bastante frecuencia. No tuve que esperar mucho. Me subí en el primero y estaba a tope: Todo turistas británicos. Ningún chipriota. Es más: todo el recorrido hasta Coral Bay consiste en complejos hoteleros, uno detrás de otro. Al cabo de media hora estábamos allá.
En Coral Bay hay de hecho varias playas. A punto estuve de bajarme en la parada equivocada pero unos viajeros del bus me dijeron que me tenía que bajar al final del todo, que es donde realmente está la mejor playa. Ésta en realidad consiste en dos pequeñas calitas en forma de bahía superpuestas una detrás de otra. La primera tenía bastante gente, pero no había más que caminar por la orilla un poco más para darse cuenta de que la segunda playa estaba más vacía. Aquí es donde me instalé.
Playa de Coral Bay
No es que sea una playa muy grande: De punta a punta no hay más 1 km. Es de arena. La temperatura era perfecta. Al cabo de un rato de relax ya estaba pasando calor y me estaban entrando ganas de bañarme. Estábamos a 1 de Mayo, pero a efectos de probar el agua del mar, estábamos todavía a "31 de Abril". Inmensas dudas metódico-filosófico-existenciales de carácter térmico invadían mi cabeza: Había que quitar los "sinseles"* del agua y yo no me encontraba mentalizado para ello.
*El significado de la palabra "sinseles" sólo se puede encontrar en diccionarios "Castellano-Dialecto de Plentzia, Dialecto de Plentzia-Castellano", pero por el contexto se puede adivinar su significado
Entonces se me ocurrió que tenía que hablar con el socorrista. Había que avisar de lo que se avecinaba: Un terrible y espeluznante alarido de dolor se iba a escuchar por toda la cuenca del Mediterráneo desde Algeciras a Estambul -con muy posibles reverberaciones acústicas por la zona de Cartago- , aunque en realidad todo esto no era más que otra excusa para posponer el tener que enfrentarme a la temperatura del agua. Había que poner fin a esto y ejercer de bilbaíno (ene, pues) y -con un par- meterme en el agua de una vez ¡Basta ya de tonterías! A todo esto hay que decir que había gente en el agua, incluso niños tan tranquilos, pero ya se sabe que el primer baño marítimo del año tiene un componente dramático, que por lo general se suele resolver sin problemas.
Así que entré y tras el primer shock, me zambullí y nadé un buen rato. Y me sentó de maravilla porque tengo que decir que fui a Chipre con un dolor muscular de espalda -posiblemente provocado por los nervios del viaje- de esos que te duelen al respirar y que la natación puso remedio: Mano de Santo.
Tras el baño me sequé al sol, como las lagartijas y seguidamente me di un paseo por la orilla. Las rocas que separan ambas bahías estaban llenas de niños cogiendo carramarros o quisquillas ¡¡ Qué bien se lo pasan los chavales en la playa !!
Al cabo de un par de horas cogí de nuevo el bus 615 para regresar a Kato Pafos pero no me bajé en la misma estación central de buses del puerto, si no antes pues desde la ventana vi un cartel indicando la Catacumba cristiana de Agia Solomoni, sobre la cual había leído en la guía de viaje. Estaba abierta y es gratis. No es muy grande y tampoco tiene gran cosa: unas cuantas covachuelas excavadas en la roca donde hay pequeños altares con iconos. Al parecer aquí se enterraron a los siete hermanos macabeos que murieron como mártires. Su madre fue canonizada. Todo esto ocurrió en el siglo II a. C. Durante la época romana, al parecer, se utilizó como sinagoga y luego como enterramiento cristiano. Hice un par de fotos pero la verdad es que me quedaron bastante mal
Un poco más arriba hay más tumbas excavadas en la roca. Esta vez son las de Agios Lambrianos y Misitikos. Han sido fechadas en el período helenístico. Hay algunos restos de frescos (aunque yo no los ví) y sigue siendo excavado aún hoy.
Tumba de Agios Lambrianos y Misitikos
Muy cerca de ahí me llamó la atención un edificio cuya fachada estaba decorada con motivos romanos y colores vistosos. Me acerqué y comprobé que incluso ¡¡ había una estatua inmensa de unos diez metros de alto de un legionario en uno de los jardines !! Parecía robada de un parque temático. Luego al doblar la esquina comprobé que no se trataba de sólo una casa, si no que toda la calle era así. Las figuras escultóricas estaban a medio camino entre estatuas romanas y cómic de Asterix. El legionario de hecho estaba un poco fondón. Estaba también, por supuesto, la diosa Afrodita y Atenea. Las imágenes del dios Aris y el Rey de Argos mejor no describirlas. Todo de "cartón-piedra". Muy "kitsch". Me encantó Había también una "Taberna Romana" y un "Hotel Romano" con la fachada pintada con escenas de la vida de aquélla época . Todo tan hortera, tan hortera que decidí hacer unas cuantas fotografías y... ¿a qué quedan bien al comienzo de cada etapa de este diario?
Ahí justo encontré... ¡¡una tienda abierta!! Compré unas postales y souvenirs y pregunté si había por la zona alguna tienda donde comprar pan, embutido, etc, etc... y un tipo que hablaba inglés con acento cockney (con esto quiero decir que yo tengo más de chipriota que él...) me dijo que más abajo había una panadería que vendía algo de comida también. La encontré al cabo de 5 minutos. Continué caminando otros 5 minutos buscando un sitio con sombra donde sentarme para comer cuando de repente, a mano izquierda veo una bocacalle con una indicación que dice "A la basilica de Chryssopolitissa 100 metros"... "¿Cómo?"... ¡¡ Pues entonces estoy al lado de mi hotel !!" ... Y es que el hotel Pyramos tiene una situación realmente céntrica. Está a mano de todo... Me fui para allá y comí en un banco a la sombra que hay al lado del yacimiento arqueológico que se encuentra junto a esta iglesia para luego ir al hotel, ducharme y quitarme el salitre y descansar un rato. Al estar todo cerrado, éste era un día de relax ¡Menos mal que en mi planning había dejado un día extra libre (el jueves) para completarlo con aquéllo que no hubiese podido hacer los otros días!
A eso de las 6 de la tarde salí de nuevo para dar un paseo por toda la zona del puerto de Pafos, explotada y diseñada para el guiri británico. Parece una versión mediterránea de Brighton, aunque aún no está atiborrado de turistas. Los camareros de los restaurantes salen al acecho de posibles clientes.
Llegúe hasta el castillo y continué hacia la derecha bordeando el perímetro del yacimiento arqueológico de Pafos a lo largo del mar por un paseo que hay siguiendo la costa de la península. Me recordó a un paseo similar que hay entre Getxo y Sopela (Bizkaia) por la parte de Azkorri. Muy agradable. Estaba claro que es por aquí por donde pasean los pafosianos.
Corría una brisa marina bastante importante. La humedad y la fiebre del heno estaban haciendo otra vez estragos y comenzaba a anochecer, así que tras varios kilómetros recorridos por la costa decidí dar la vuelta, regresar de nuevo al puerto, buscar un sitio donde cenar y regresar al hotel, que el día siguiente iba a ser bastante más intenso. Viendo que los restaurantes situados a primera linea de costa eran muy bonitos con sus terracitas, pero poco genuínos, decidí ir a un lugar que vi un poco más al interior, de aspecto un poco cutrecillo, aunque la comida en plan kebab acompañada de ensalada estaba bastante bien... y más barato. Seguidamente me fui al hotel.
Pafosianos regresando a casa tras el paseo