Día 3: De ReykiaviK a Akureyri ✏️ Diarios de Viajes de Islandia

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Nuestro tercer día en la isla comenzaba con el viaje para adentrarnos más en ella.
Salimos temprano pues queríamos ir despacio, disfrutando de los paisajes hasta llegar esa tarde a Akureyri.
Nada más salir de Reykiavik hacia el norte decidimos en vez de cruzar por el tunel, recorrer el fiordo de Hvalfjördur, te lleva unos 100Kms más pero el paisaje es una maravilla. Creemos que mereció la pena. Por allí ves muchísimas autocaravanas y campers haciendo noche y es que merece la pena disfrutar de este paisaje.
Llegamos a Borgarnes donde hicimos parada técnica para un café pero sin nada en especial que ver.
Hicimos un trayecto un poco más largo en el coche hasta llegar a Blöndùos que nos habían recomendado visitar, dimos un paseo por allí pero no nos pareció nada especial que visitar.
Continuamos recorrido hasta Varmahlid donde estuvimos paseando y viendo un mirador con vistas también de escándalo, allí aprovechamos para tomar un aperitivo que llevábamos en el coche.
Seguimos por la ruta 1 hasta que comenzaba la carretera 76 y cogimos este desvío, nos recomendaron también recorrer esta península por sus pueblos y paisajes y no nos arrepentimos en absoluto.
Hacía un día de sol espectacular y recorrer toda la zona con una buena carretera que sólo a veces dejaba de tener asfalto y se convertía en gravilla mereció también la pena.
Hicimos parada en Hofsós, un pueblo que nos encantó, que recorrimos paseando y donde nos quedamos a comer. Primero vimos a la gente en su piscina municipal, tomando el sol, y disfrutando del agua y las vistas impresionantes. La piscina está situada sobre un terreno donde puedes estar bañándote y viendo el mar y las montañas al fondo, una maravilla.
Paseamos por la zona del embarcadero, sus casas de madera y chapa de distintos colores. Y encontramos un restaurante que nos encantó justo frente al embarcadero y con una terraza que en ese momento era el sitio ideal donde echar un rato. Se llama Solvik y si vais por allí no dudéis en disfrutarlo también. Gente amabilísima (como en todo el país), una comida muy rica, sin una gran carta pero con variedad de platos, desde sandwiches, hamburguesas, pescados y cordero. Allí en ese momento pegaba tanto el sol que acabamos comiendo en tirantes.
Dimos un nuevo paseo y al coche para seguir en ruta. Queríamos recorrer toda la península para llegar a Akureyri. El siguiente destino fue Siglufjördur, según leímos la población más al norte del país. Para llegar en la carretera nos cruzamos con un grupo de caballos islandeses preciosos, trotando por allí, parece ser que esa es la zona más típica de cría de estos caballos. Recorrimos una carretera con unos túneles que al principio asustan un poco, luego ya te acostumbras. Son de un solo carril, bastante largos, y con tramos para dejar pasar en el caso de que te encuentres con otro coche de frente.
Pero al llegar de nuevo dijimos que merecía la pena, un pueblo sobre el mar, con las montañas blancas sobre el pueblo y casas preciosas de colores. Se respira aire puro y se disfruta de la tranquilidad. Nos encantó!
De aquí llegamos directos a Akureyri, estábamos en un hotel a las afueras de la ciudad. Tuvimos un pequeño altercado porque al llegar y teniendo habitación reservada nos dijeron que tenían un grupo grande y que no había sitio para nosotros, así que nos trasladaban a una casa de huéspedes a 2 Kms. Primero no nos sentó demasiado bien pero al llegar al sitio, la casa estaba muy cómoda y la señora que la regentaba muy amable, Silva se llamaba el lugar. Como tenía un par de cocinas en la casa, además de 6 habitaciones, nos hicimos allí la cena, la cocina de arriba es una pasada porque tiene todo ventanales que dan a unas vistas preciosas y con el sol de medianoche cenamos allí. En este hotel cogimos una habitación para los 4 que nos costó 150€ con el desayuno.
Además la sorpresa fue mejor al día siguiente con el desayuno que preparaba Silva, casero, con todo tipo de panes y tartas, y unos batidos de frutas riquísimos. Disfrutamos muchísimo del desayuno y de nuevo en ruta para seguir descubriendo el país.

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