Llegué en tren a Lieja desde Luxemburgo, como estaba pasando unos días en el Ducado me pareció una ocasión perfecta para acercarme a esta preciosa ciudad. Lástima no tener más tiempo, me quedaron muchas cosas por ver.
Al llegar en tren a Lieja-Guillermins pude ver una de las estaciones más increíbles de tren de Europa, obra del arquitecto Santiago Calatrava. La estación estaba fuertemente protegida debido a las amenazas terroristas, había policía por todas partes y resultaba muy incómodo (pero lamentablemente necesario)
Caminando un poco te encuentras con el río Mosa que pillé de referencia para llegar hasta la catedral. Todo el paseo es muy tranquilo y hay parques donde la gente se relaja. (y también hacen botellón)
Este barquito estaba en una de las laderas del río frente al Palacio de Congresos.
Después de tres cuartos de hora (más o menos) llegué a la Catedral de San Pablo. Sobre la colegiata románica del siglo X se construyó del siglo XIII al XV la catedral gótica que hoy podemos admirar. Sus bóvedas pintadas son realmente maravillosas...
Muy cerca de la Catedral hay una calle de restaurantes y tiendas donde te encuentras la auténtica y bulliciosa Lieja, así que me quedé a comer allí.
Después de comer me acerqué a la plaza Saint-Lambert donde está el Archeforum, uno de los yacimientos arqueológicos más grandes de Europa.
Y en la misma plaza se encuentra el Palacio de los Príncipes Obispos de Lieja. Tiene su origen en el siglo X pero su aspecto actual data del XVI pues fue reconstruido tras múltiples incendios, saqueos y guerras que sufrió Lieja.
Quería ver las pilas bautismales que se encuentran en la colegiata de Saint-Barthelemy, pero al llegar me la encontré cerrada Un motivo más que suficiente para volver a Lieja.
Como ya me quedaba poco tiempo me fui a relajar y tomar algo en la plaza donde se encuentra "El Perrón" en Place du Marche. El Perrón es el símbolo de la ciudad, fue llevado a Brujas en el año 1468 como represaria hacia el pueblo liejense y recuperado diez años después, por lo que significa para los habitantes de la ciudad un recordatorio de sus derechos y un símbolo de libertad.
De vuelta a la estación de tren me encontré con una sirena... ¿o era un sireno? pero eso queda para mi