Hoy dejamos Bodhgaya para regresar a Vanarassi, bueno, es que de Bodhgaya a Agra de un solo tirón no se puede hacer, así que paramos en Vanarassi y mañana a Agra, que de todos modos son un montón de kilómetros.
El camino a Vanarassi es el mismo, así que los mismos paisajes. Campos de arroz y más campos de arroz y de vez en cuando algo parecido a chozas de paja que no son chozas de paja, sino el arroz que ya han cogido que se está secando y lo ponen como si fuesen chozas y por supuesto vacas y bueyes y cerdos y pavos reales y burros y de todo por la carretera. Es un paisaje bonito, a mí me gusta, porque es un verde muy vivo y en todos los campos de arroz hay mujeres con saris de colores que están trabajando.
Me recuerda a los campos de arroz de Vietnam, pero aquí son planos, sin montañas. Cómo en casi todos los países que he visitado las mujeres son las que trabajan en el campo, me acuerdo en Marruecos que las mujeres llevaban unas montañas de leña en la cabeza enormes.

Ya cerca de Vanarassi hemos empezado a ver coches con muertos. Todo terrenos o coches como el que llevamos nosotros, con muchos hombres dentro, unos encima de otros y el muerto en el techo del coche tapado con sábanas de color naranja y con cintas como las de navidad por todos lados y atados con cuerdas al techo y detrás otro coche con más hombres que serían la familia. Yo no he mirado mucho porque aunque no se ve mucho a uno sí le vi la cabeza con sangre y a mi esas cosas no me gustan. Cuando estábamos en el Blue Lassi pasaban los hombres corriendo y cantando o gritando llevando a los muertos a hombros y claro al principio te quedas sin saber muy bien lo que pasa, pero hoy al ver los coches estaba pensando que es que son personas que han muerto y los están quemando por toda la ciudad, bueno por toda la ciudad no, pero por todo el río si y eso la verdad a mí no me parece que tenga nada de turístico ni bonito.

Por fin hemos llegado a Vanarassi no muy tarde. Esta vez a un hotel algo más cerca de los Ghats, claro no esta tan bien como el Landmark (ahora entiendo a mi madre cuando dice que cerca de los Ghats no están tan bien y son más caros). Hemos descansado un poco y a ver más Ghats. Desde el hotel sólo hay que seguir la calle principal y se llega super pronto, pero antes parada para comer. Esta ha sido una mezcla rara, nos hemos metido en una hamburguesería india. Y ¿qué tienen en una hamburguesería india? , pues veg hamburguesas. Todas muy buenas. Unas eran como una masa de patatas con verduras rebozadas, otras de garbanzos y todas con queso, tomate, cebolla, kétchup… vamos como una hamburguesa pero sin carne. Hasta mi hermano que es carnívoro total ha dicho que estaban buenas.
Después de la “indi Burger experience” hemos seguido para ver ghats.

La calle principal está más tranquila que cuando vinimos la primera vez. Ya no están los peregrinos de naranja, ni hay puestecitos con banderas, porque ya ha pasado el día de la independencia. En toda la calle principal hay un mercado pero con ropa y cosas indias, que no es la ropa hippie que venden para turistas. Conforme no hemos ido acercando a los Ghat han ido apareciendo los típicos: por aquí amigo, tu querer ver crematorio, tu ver mi tienda etc etc pero hoy mi madre estaba cansada y a uno especialmente pesado le ha dicho muy tranquila: mira , de verdad que sé que es por ganarte unas rupias pero ser turista así también es muy duro y hoy estoy cansada que llevo muchas horas de coche, anda déjanos un poco tranquilos y otro día voy a tu tienda y al crematorio y lo que sea. Y el chico ha dicho, ok tú prometes, tu cara buena persona y muy guapa. Se ha reído, se ha ido y se ve que le ha dicho algo a los demás, porque ya no nos han molestado.
Los Ghats siguen como el otro día: inundados. Así que no se puede ir andando por ellos ni ver la panorámica de todos los Ghats y además también hemos tenido suerte porque todos los barqueros: boat, boat… pero ya un chico nos ha dicho que realmente el Ganges está tan crecido y lleva tanta fuerza que las barcas ahora no se separan mucho de la orilla que sólo se ponen un poco enfrente para ver la ceremonia del Aarti. Y es verdad, nos hemos fijado y van con cuerdas de farola en farola (que están inundadas) o de árbol en árbol (que también están inundados). Es que el agua llega casi hasta la calle.
Desde allí nos hemos ido al Blue lassi, porque pasábamos cerca y porque están muy buenos y ya puestos le hemos preguntado al chico por nuestros paraguas que nos los dejamos olvidados la última vez, hace tres días, pues bien coge el teléfono, llama y un niño aparece con nuestros paraguas.
El lassi muy bueno, el plain otra vez y hemos hablado un poco con el chico que los hace. Esta vez no estaba haciéndolos el viejo. El chico que hola cocacola, que toda España está aquí, nosotros explicándole que son las vacaciones de verano, esas cosas. Nos ha explicado cómo hace el lassi, batiendo el yogur con la fruta. Han pasado más muertos por la calle y los turistas los miraban y yo pensando: pues si yo veo un ataúd en Cádiz en un coche fúnebre no me quedo mirando, ni voy a los cementerios, en fin, hemos cogido nuestros paraguas y nos hemos ido tan contentos.
Después de un rato más de callejeo, al hotel a descansar que mañana a las 6.00 vamos a Agra, son 11h de viaje.
Namaste