Desayunamos y seguimos hasta Clovelly. Es uno de los pueblos costeros más bonitos y famosos de Inglaterra. Hay que dejar el coche en el aparcamiento y, tras pasar por caja y por la enorme tienda de souvenirs (sí, se paga para entrar el pueblo) empieza la bajada por la empinada ladera en la que se encuentra el pueblo. Tan empinada está la bajada que el medio de transporte de mercancías habitual antiguamente eran los burros, pero actualmente se han sustituido por una especie de trineos que la gente arrastra cuesta arriba. Hasta llegar a su precioso puerto, con sus barcos varados en las piedras. Allí vale la pena sentarse un rato a coger fuerzas y disfrutar de las vistas de sus casas encaramadas al puerto. Y si aún así, se está cansado, la subida puede hacerse por 2 libras en un todo terreno que sale cada 15 minutos y te deja de nuevo en el acceso principal.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Clovelly
Desde Clovelly, dejando la carretera principal A39, seguimos hasta el pequeño pueblo de Stoke para ver su imponente iglesia. Muy bonita, tanto por dentro como por fuera. Pasamos por Hartland Abbey, a las afueras del pueblo en un paraje precioso, rodeado de árboles y césped donde las ovejas pastaban libremente. Desde allí se recomiendan varios circuitos a pie hasta el mar, que la verdad me apetecían bastante, pero el cielo amenazador nos hizo seguir nuestro camino. Además teníamos un día largo de carretera por delante.
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Stoke
Stoke
Así que seguimos hasta nuestra siguiente parada que fue Boscastle ya en el condado de Cornwall. La localización del pueblo, a lo largo del puerto natural formado por una estrecha entrada del mar es espectacular. Vale la pena, a pesar de la gran cantidad de turistas.. Tiendas, varios restaurantes, cafeterías... decidimos comprar algo para comer en el supermercado. Y eso no era nada para lo que venía después...
Tintagel es un pueblo que se asocia a la leyenda del Rey Arturo y es muy famoso su castillo, o al menos lo que queda de él. Se llega al pie de sus ruinas desde el pueblo en un paseo de unos 15 minutos. Desde allí se asciende por un camino al borde de los acantilados. Suena espectacular... y probablemente lo es, si no fuera por los cientos de turistas que suben y bajan por el camino y que lo hacen casi intransitable... De vuelta al pueblo, más agradable nos resultó la visita a la antigua oficina de correos. La casa, de piedra y pizarra, es muy bonita y la visita a su interior resultó muy curiosa, con mobiliario de la época. El resto de pueblo, lleno hasta los topes... huimos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Tintagel
Tintagel
Aún nos quedaban cerca de 2 horas hasta nuestro siguiente alojamiento. Y nuestra intención era parar a ver St. Ives, pero cuando llegamos allí estaba anocheciendo, así que seguimos hasta el B&B cerca de St. Just. La carretera entre ambos puntos va bordeando la costa. El paisaje es bastante inhóspito y espectacular, pero la verdad es que después de todo el día, se nos hizo muy larga... Por suerte, aunque tarde, pudimos encontrar un pub de Pendeen (The Radjel Inn) donde nos dieron estupendamente de cenar.