Hoy toca madrugón, ya que nos despedimos de Tokyo! Dejamos el apartamento, y vamos con todo el equipaje a la estación de Shinjuku (ya por última vez en este viaje), y de aquí a la estación de Tokyo (línea Chuo Rapid Service), donde cogemos el tren bala a Kanazawa.
Nada más llegar, vamos a la oficina de información, donde nos atiende un señor súper amable (hasta nos cuenta que estuvo haciendo el camino de Santiago) y nos explica todo lo que hay para ver, cómo movernos, etc. Además, nos hace la gestión de la reserva para el templo ninja, a las 16:30h. Es la última hora posible para hacer la visita, escogemos esa ya que así no nos parte el resto de visitas planeadas.
Seguido, compramos el ticket de día del Kanazawa Loop bus (500 ¥), y salimos a buscar las taquillas de venta de billetes de autobús a Shirakawago, para el día siguiente. Teníamos pensado coger el de ida lo más temprano posible, pero el primero estaba completo, de modo que reservamos el de las 8:40h. El de vuelta no lo cogemos, ya que según nos dicen los reservados están completos, y solo podemos comprar el billete de los horarios que son sin reserva una vez estemos en Shirakawago.
Tras todas las gestiones, vamos al hotel (a unos 10 min de la estación) a dejar el equipaje, y nos ponemos en marcha para ver Kanazawa.
La primera parada es el jardín Kenrokuen (310 ¥), uno de los tres más bonitos de Japón, según dicen. El significado del nombre es: Seis jardines combinados (Ken: combinado / roku: seis / en: jardín). La verdad es que los jardines son preciosos, con diferentes elementos naturales cómo árboles, plantas, flores… mezclados con diferentes elementos: estatuas, fuentes, piedras, cascadas, esculturas de linternas, etc. Se nota que es un sitio muy turístico, no sabemos si porque es Domingo pero está lleno de gente.
Hace muchísimo calor, así que nos tomamos un heladito. Aquí es donde pruebo por primera vez el helado de té verde, y la verdad que no me disgusta! En todas las pastelerías de Japón se ven multitud de dulces hechos con té verde, lo utilizan para todo! Para el kit-kat, bizcocho, pasteles, helados, etc. etc. (lo del kit-kat merece capítulo aparte, porque hay de todo tipo de sabores, casi nos da algo de la risa cuando en un súper vimos kit-kat de sándwich de alubias! WTF!)
Pasamos un buen rato recorriendo los jardines y sacando un montón de fotos. Es una visita que merece la pena si pasas por Kanazawa; pero luego también veremos jardines muy bonitos en Kyoto, de manera que tampoco lo considero imprescindible, aunque como todo es cuestión de gustos.
Una vez recorrido todo el recinto, nos vamos andando al castillo (310 ¥). Nos cuesta encontrar la entrada ya que el parque es enorme, además vemos en una explanada una multitud enorme de gente, hay una carrera popular y está todo lleno de gente con picnic montados. Cómo se lo están pasando los japoneses!
Encontramos amigos por el camino…
Entramos al castillo, donde vemos cómo está construido y algunos de sus mecanismos de defensa. Impresiona la construcción entera en madera, y cómo los elementos encajan entre sí. Se trata del castillo más grande construido en madera en Japón después del periodo Meiji. Vemos una maqueta del castillo muy chula que muestra toda la estructura de madera. Para subir a los pisos superiores hay unas escaleras empinadísimas, por las que hay que subir con mucho cuidado… La visita no lleva mucho tiempo, ya que no es excesivamente grande, y nos resulta muy interesante.
Tras salir del castillo, vamos andando al mercado Omicho, pasamos un rato viendo los puestos de comida, y como vemos varios restaurantes de sushi nos entran muchas ganas así que acabamos entrando en uno, y… Oh my god! Comemos el mejor sushi que hemos probado nunca, y además para nada caro! ( 2689 ¥) Es un restaurante de sushi de cinta, pero por la cinta no pasan muchas cosas, la gente pide a los camareros y te lo hacen todo al momento, fresquísimo y riquísimo! Al salir del restaurante alucinamos ya que una multitud de trabajadores nos hace mil reverencias y nos recita el Arigato gozaimasu!!! cuatro veces cada uno mínimo, desde los cocineros a los que hemos visto preparar toda la comida, hasta la chica que nos trae la cuenta, la que nos cobra en la caja, y varios camareros que hay en el pasillo, qué manera de recitar el Arigatooooooooo!
Después del banquete, ya no nos queda mucho tiempo para la visita del ninjadera, así que nos ponemos a buscar la parada del Loop bus sin éxito. Descifrando el mapa, parece que tiene que estar en una de las salidas del mercado, pero en cuál? Viendo que el tiempo se nos echa encima, preguntamos a una mujer que hemos visto ayudando a otros turistas, la cual amablemente nos explica que es justo en la otra punta del mercado. Empezamos a caminar, pero es que la mujer se viene con nosotros, nos hace señas para que le sigamos, y se pone a correr por el mercado indicándonos el camino! Una vez llegamos a la otra salida, nos muestra donde es la parada, comprueba varias veces si es en la acera en la que estamos o en la contraria, y hasta nos busca a qué hora va a pasar el siguiente bus. Alucinante!
Llegamos a la parada del ninjadera, y aunque el tiempo es justo, pasamos primero por el distrito de geishas Nishi Chaya, es una calle con casas tradicionales preciosas. Aprovechamos para entrar en una tienda de dulces, y acabamos comprando unos regalitos para llevar. Vamos hacia el templo ninja, disfrutando del encanto de esta zona de Kanazawa; hay muchos otros templos en los alrededores, una pena no poder recorrerlo más tranquilamente.
Llegamos al Myouryuji, más conocido como templo ninja o ninjadera (1000 ¥), en el cual nos uniremos a la visita guiada, pero ojo! En japonés! No hay visitas guiadas en otros idiomas, aunque nos proporcionan un dossier con explicaciones de los puntos principales del recinto, y que nos servirán para entender un poquito las trampas que este templo esconde.
El templo estaba originalmente en las inmediaciones del castillo, y posteriormente fue trasladado a su situación actual, aunque se dice que está conectado por un túnel subterráneo con el castillo… Será cierto? A pesar de ser llamado el templo ninja, la verdad es que no tiene nada que ver con los ninjas; las trampas y laberintos que esconde fueron ideados para atrapar a los espías y enemigos del shogunato.
Se trata de una construcción compleja, con multitud de estancias que esconden trampas y secretos, como dobles puertas, escaleras trampa, etc. No vamos a desvelar aquí todos los secretos, para que futuros visitantes se lleven la sorpresa. Además, tampoco está permitido sacar fotos en el interior. En el folleto del templo aparece la lista con algunas de las trampas que vemos.
Al salir del templo, cogemos el Loop bus de nuevo, para ir al distrito de Geishas Higashi Chaya. Paseamos un ratito por este barrio tradicional, con sus bonitas casas de madera y los comercios, algunos ya cerrando, mientras se va poniendo el sol. No tenemos mucho tiempo para disfrutarlo, ya que el horario del Loop bus acaba bastante pronto, y no queremos arriesgarnos a coger el último bus.
De la lista de cosas que teníamos para ver, lo único que no nos ha dado tiempo es el barrio de samuráis Naga-machi. Pero nos quedamos muy satisfechos con todo lo que hemos hecho hoy, nos ha gustado Kanazawa!
Tras la última visita del día, vamos al hotel a descansar un ratito, y después salimos a cenar. Por no ponernos a buscar una zona de restaurantes, vamos directamente a la estación, donde cenamos en un restaurante de ramen (2000 ¥), éste nos gusta más que el que probamos en Tokyo.
Nada más llegar, vamos a la oficina de información, donde nos atiende un señor súper amable (hasta nos cuenta que estuvo haciendo el camino de Santiago) y nos explica todo lo que hay para ver, cómo movernos, etc. Además, nos hace la gestión de la reserva para el templo ninja, a las 16:30h. Es la última hora posible para hacer la visita, escogemos esa ya que así no nos parte el resto de visitas planeadas.
Seguido, compramos el ticket de día del Kanazawa Loop bus (500 ¥), y salimos a buscar las taquillas de venta de billetes de autobús a Shirakawago, para el día siguiente. Teníamos pensado coger el de ida lo más temprano posible, pero el primero estaba completo, de modo que reservamos el de las 8:40h. El de vuelta no lo cogemos, ya que según nos dicen los reservados están completos, y solo podemos comprar el billete de los horarios que son sin reserva una vez estemos en Shirakawago.
Tras todas las gestiones, vamos al hotel (a unos 10 min de la estación) a dejar el equipaje, y nos ponemos en marcha para ver Kanazawa.
La primera parada es el jardín Kenrokuen (310 ¥), uno de los tres más bonitos de Japón, según dicen. El significado del nombre es: Seis jardines combinados (Ken: combinado / roku: seis / en: jardín). La verdad es que los jardines son preciosos, con diferentes elementos naturales cómo árboles, plantas, flores… mezclados con diferentes elementos: estatuas, fuentes, piedras, cascadas, esculturas de linternas, etc. Se nota que es un sitio muy turístico, no sabemos si porque es Domingo pero está lleno de gente.
Hace muchísimo calor, así que nos tomamos un heladito. Aquí es donde pruebo por primera vez el helado de té verde, y la verdad que no me disgusta! En todas las pastelerías de Japón se ven multitud de dulces hechos con té verde, lo utilizan para todo! Para el kit-kat, bizcocho, pasteles, helados, etc. etc. (lo del kit-kat merece capítulo aparte, porque hay de todo tipo de sabores, casi nos da algo de la risa cuando en un súper vimos kit-kat de sándwich de alubias! WTF!)
Pasamos un buen rato recorriendo los jardines y sacando un montón de fotos. Es una visita que merece la pena si pasas por Kanazawa; pero luego también veremos jardines muy bonitos en Kyoto, de manera que tampoco lo considero imprescindible, aunque como todo es cuestión de gustos.
Una vez recorrido todo el recinto, nos vamos andando al castillo (310 ¥). Nos cuesta encontrar la entrada ya que el parque es enorme, además vemos en una explanada una multitud enorme de gente, hay una carrera popular y está todo lleno de gente con picnic montados. Cómo se lo están pasando los japoneses!
Encontramos amigos por el camino…
Entramos al castillo, donde vemos cómo está construido y algunos de sus mecanismos de defensa. Impresiona la construcción entera en madera, y cómo los elementos encajan entre sí. Se trata del castillo más grande construido en madera en Japón después del periodo Meiji. Vemos una maqueta del castillo muy chula que muestra toda la estructura de madera. Para subir a los pisos superiores hay unas escaleras empinadísimas, por las que hay que subir con mucho cuidado… La visita no lleva mucho tiempo, ya que no es excesivamente grande, y nos resulta muy interesante.
Tras salir del castillo, vamos andando al mercado Omicho, pasamos un rato viendo los puestos de comida, y como vemos varios restaurantes de sushi nos entran muchas ganas así que acabamos entrando en uno, y… Oh my god! Comemos el mejor sushi que hemos probado nunca, y además para nada caro! ( 2689 ¥) Es un restaurante de sushi de cinta, pero por la cinta no pasan muchas cosas, la gente pide a los camareros y te lo hacen todo al momento, fresquísimo y riquísimo! Al salir del restaurante alucinamos ya que una multitud de trabajadores nos hace mil reverencias y nos recita el Arigato gozaimasu!!! cuatro veces cada uno mínimo, desde los cocineros a los que hemos visto preparar toda la comida, hasta la chica que nos trae la cuenta, la que nos cobra en la caja, y varios camareros que hay en el pasillo, qué manera de recitar el Arigatooooooooo!
Después del banquete, ya no nos queda mucho tiempo para la visita del ninjadera, así que nos ponemos a buscar la parada del Loop bus sin éxito. Descifrando el mapa, parece que tiene que estar en una de las salidas del mercado, pero en cuál? Viendo que el tiempo se nos echa encima, preguntamos a una mujer que hemos visto ayudando a otros turistas, la cual amablemente nos explica que es justo en la otra punta del mercado. Empezamos a caminar, pero es que la mujer se viene con nosotros, nos hace señas para que le sigamos, y se pone a correr por el mercado indicándonos el camino! Una vez llegamos a la otra salida, nos muestra donde es la parada, comprueba varias veces si es en la acera en la que estamos o en la contraria, y hasta nos busca a qué hora va a pasar el siguiente bus. Alucinante!
Llegamos a la parada del ninjadera, y aunque el tiempo es justo, pasamos primero por el distrito de geishas Nishi Chaya, es una calle con casas tradicionales preciosas. Aprovechamos para entrar en una tienda de dulces, y acabamos comprando unos regalitos para llevar. Vamos hacia el templo ninja, disfrutando del encanto de esta zona de Kanazawa; hay muchos otros templos en los alrededores, una pena no poder recorrerlo más tranquilamente.
Llegamos al Myouryuji, más conocido como templo ninja o ninjadera (1000 ¥), en el cual nos uniremos a la visita guiada, pero ojo! En japonés! No hay visitas guiadas en otros idiomas, aunque nos proporcionan un dossier con explicaciones de los puntos principales del recinto, y que nos servirán para entender un poquito las trampas que este templo esconde.
El templo estaba originalmente en las inmediaciones del castillo, y posteriormente fue trasladado a su situación actual, aunque se dice que está conectado por un túnel subterráneo con el castillo… Será cierto? A pesar de ser llamado el templo ninja, la verdad es que no tiene nada que ver con los ninjas; las trampas y laberintos que esconde fueron ideados para atrapar a los espías y enemigos del shogunato.
Se trata de una construcción compleja, con multitud de estancias que esconden trampas y secretos, como dobles puertas, escaleras trampa, etc. No vamos a desvelar aquí todos los secretos, para que futuros visitantes se lleven la sorpresa. Además, tampoco está permitido sacar fotos en el interior. En el folleto del templo aparece la lista con algunas de las trampas que vemos.
Al salir del templo, cogemos el Loop bus de nuevo, para ir al distrito de Geishas Higashi Chaya. Paseamos un ratito por este barrio tradicional, con sus bonitas casas de madera y los comercios, algunos ya cerrando, mientras se va poniendo el sol. No tenemos mucho tiempo para disfrutarlo, ya que el horario del Loop bus acaba bastante pronto, y no queremos arriesgarnos a coger el último bus.
De la lista de cosas que teníamos para ver, lo único que no nos ha dado tiempo es el barrio de samuráis Naga-machi. Pero nos quedamos muy satisfechos con todo lo que hemos hecho hoy, nos ha gustado Kanazawa!
Tras la última visita del día, vamos al hotel a descansar un ratito, y después salimos a cenar. Por no ponernos a buscar una zona de restaurantes, vamos directamente a la estación, donde cenamos en un restaurante de ramen (2000 ¥), éste nos gusta más que el que probamos en Tokyo.