Día 3. Safari en PN Tarangire
Hoy es nuestro primer safari!!
Muchos años pensando en poder estar en un coche en un parque nacional viendo animales en libertad y haciendo nuestras fotos. Y ese momento había llegado!!
Entramos por la puerta del PN Tarangire y fue una sensación maravillosa. La experiencia del safari es divertida a la vez que fascinante. Ya desde el inicio me subí "al terrao" para tener mejor campo de visión, mientras mi acompañante se quedaba en los asientos. Así teníamos cubiertos todos los ángulos . Como los animales viven en libertad, no están ahí esperando y posando para que tú los fotografíes, por lo que será trabajo tuyo y del guía de encontrarlos cuando estén un poco escondidos o lejos del camino. Ahí entra en juego la labor del guía también porque a la vez que está conduciendo debe estar pendiente de avistar la fauna y es por ello que mi recomendación sería aseguraros en la medida de lo posible que el guía sea de calidad. A veces Ezequiel encontraba animales escondidos en la hierba que nosotros no veíamos, pero en cualquier caso nosotros siempre íbamos atentos para no perdernos nada.
En el PN Tarangire pudimos ver elefantes, cebras, ñus, jirafas, mangostas, jabalíes, chacales, avestruces e incluso tuvimos suerte (según nos comentaron otros viajeros en el hotel) de haber visto ya en el primer parque una familia de leones devorando una presa.
La verdad que hacía bastante calor (hakuna matata), pero con el techo abatible encima se hace llevadero. En cualquier caso, gafas de sol y gorro se hacen imprescindibles por el sol.
Hicimos nuestra comida picnic en el espacio habilitado para ello dentro del parque (como en todos los parques hay unas zonas de picnic donde puedes bajar del coche tranquilamente y descansar del coche un rato). Los "picnic box" los preparan en los hoteles y son una caja con una pieza de carne, pan, algo de verdura y fruta. Hay algunos que están muy bien y otros que nos parecieron más escasos. Incluso en días distintos de los mismos hoteles nos encontrábamos buenos y malos boxes. Igualmente, es una comida que te permite recuperar fuerzas y seguir disfrutando del safari, así que como no somos tan exquisitos, no nos quejamos de ningún box que nos dieron.
Por la tarde continuamos con nuestro safari. Las ansias por querer ver más cosas nos hicieron salir después de comer (a pesar que nuestro guía nos decía que era la peor hora) y realmente fue así . No vimos gran cosa a nivel de fauna (pero sí en cuanto a paisajes, valles, río, etc. Luego más avanzada la tarde sí que pudimos ver más animales, especialmente una gran manada de cebras rodeando nuestro coche. Grandes fotos para nuestro álbum y paisajes muy bonitos de un parque pequeño pero, sobre todo, con el recuerdo de nuestra primera vez de safari.
Volvimos a hacer noche en el Flamingo Lodge y última. Mañana nos metíamos en el ansiado Ngorongoro y las expectativas son altas.