Un día intenso y muchas curvas. La vuelta del refugio Sapienza es más rápida volviendo atrás hasta la altura de Catania para coger la autovía de Taormina, pero por no repetir carretera fuimos directos hacia el este.
A pesar de la fama de caótica de Catania, nos fue más fácil de salir que en Palermo y en una hora estábamos en el Refugio Sapienza punto de partida de la ascensión al Etna y donde hay que dejar el coche en el parking de pago con dos opciones 1 ó ½ día.
Hay excursiones para hacer a pie y llegar cerca del cráter con un guía pero eso requiere pasar prácticamente el día entero pero no era nuestra intención. Una opción es pasear por el entorno del aparcamiento donde ya se ven vistas impresionantes de la isla y pasear por las montañas de lava volcánica y la otra, que es la que hicimos al igual que la mayoría, es subir con el funicular hasta la cota 1923 mt. y luego la alternativa de coger un bus 4x4 que te lleva hasta la cota 2700 mt. y aquí recorrer uno de los cráteres que hay mientras un guía hace algunas explicaciones en 1 hr. aproximádamente. El funi+ bus cuesta 63€/persona, la verdad que una pasada de caro pero una vez allí ya se sabe. Veíamos gente subir por el mismo camino que iban los 4x4 e incluso por las sendas de las dunas de arena volcánica y otros sitios más inverosímiles pero la verdad es que no os aconsejo hacer la “machada” de subir a pie, las rampas son duras y el viento y el paso de los vehículos levantaban una polvareda que para qué.
Una de las opciones es recorrer las montañas de arena volcánica que circundan el refugio de Sapienza.
Rampas por las que algunos intentaban subir, arriba el teleférico.
Abajo el aparcamiento y refugio de Sapienza, inicio del teleférico.
Luego nos dimos cuenta de que de los 63€ de la entrada 9€ era para el guía, un señor que iba a su bola con las manos atrás como el que acompaña al rebaño y si te parabas a hacer una foto lo perdías rápidamente, el hecho es que estaba incluido en el pac del bus. La subida al Etna es altamente recomendable, lo único de malo: el precio.
Vista del entorno de un cráter por el que se hace la excursión a pie. Al fondo las fumarolas del volcán que está en activo, el olor a azufre se nota constantemente.
Después de bajar, lo mejor que podíamos hacer era comer en cualquiera de los bares que hay en el entorno del aparcamiento, algo rápido y a seguir.
Dudamos de ir o no a la Gola de Alcantara pues al final no deja de ser un desfiladero de un río que era lo previsto para esa tarde a casi una hora de camino desde el refugio, al final seguimos el plan. Todo aquello es un complejo acuático con restaurante, piscina y un ascensor de pago que te baja hasta el rio (alternativamente existe una escalera que no se paga pero no acabamos de entender como "no se paga" pues para entrar hay que pasar un torno). La verdad es que con el calor que hacía agradecimos tocar el agua que estaba fresquísima y las formaciones de lava de las paredes están muy chulas. Consejo: Poneos el bañador antes de bajar porque allí no hay sitio para cambiarse y está atestado de gente.
Gola de Alcantara. Eran pocos los que se bañaban pues el agua está fresquísima.
Vista del entorno de la gola de Alcantara.
Después de volver al coche y cambiarnos de ropa proseguimos camino y en 40' estábamos en Taormina . El primer problema que uno se encuentra al llegar a Taormina es precisamente eso llegar. Media hora de atasco para entrar con todos los aparcamientos llenos, al final me tocó aparcar en uno tipo “pirata” con la condición de dejarle la llaves del coche con eso de poder moverlo si les hacia falta, pero ya estaba desesperado y acepté eso y 20€ para luego subir a pie 2 km hasta el hostel (previamente había llegado hasta allí para dejar las maletas). Por eso como decía en el capítulo de Hoteles más vale evitar dormir dentro de Taormina.
Inciso: En este punto creo que llevándome por la pereza de caminar hizo que me saltase el Parcheggio Lumbi, que se encuentra en la entrada y es bastante grande pero ni reparé en él pensando en descargar las maletas primero. Si accedéis por la parte norte parad aquí sin pensarlo, la parte de atrás dará a la Via Cappuccini que está a un paso de la calle principal.
Una vez resuelto el tema coche y alojados en nuestra litera del Hostel y rebajado el acaloramiento después de una ducha visitamos Taormina por la noche al tiempo que buscábamos para cenar, que nos costó bastante pues estaba todo lleno. Este es el pueblo turístico por excelencia en Sicilia y la oferta de ristorantes y alojamientos es increíble, siempre más caro que los alrededores, pero el pueblo se lo merece por las vistas, entorno y conservación.