Después de un desayuno bastante digno en el hotel, pedimos un Uber para que nos llevara al Templo de la Literatura. Estaba a poco más de 2 km del hotel, cerca de la estación de tren donde habíamos llegado el día anterior, pero era más de media hora andando y por 20,000D el Uber nos parecía mucha mejor opción.
Este templo está dedicado a Confucio, y alberga lo que fue la primera universidad nacional vietnamita. Construido en el año 1070 con una arquitectura clásica vietnamita, tiene varios jardines, pabellones, halls, estatuas y estelas narrando la vida y milagros de muchos de sus alumnos. Es un pequeño remanso de paz en la bulliciosa Hanoi y merece una visita (entrada 30,000D por persona). Por pura coincidencia, cuando estuvimos nosotros había una exposición de fotografía en su interior, y estaban en plena ceremonia de entrega de premios, con la tele y todo. Las fotos estaban muy bien y fue un plus a la visita. Incluso se nos acercó un reportero a hacernos una entrevista! También había una pareja haciéndose fotos de boda (o preboda… no sé cómo funcionan las bodas en Vietnam!).
Templo de la Literatura
Estuvimos más o menos una hora recorriéndolo y desde allí nos fuimos andando al Mausoleo de Ho Chi Minh, que está a unos 20 minutos. Es una especie de parque enorme situado en la plaza Ba Dinh, desde donde HCM leyó la declaración de independencia en 1945 que establecía la República Democrática de Vietnam. Además del Mausoleo, el parque alberga un museo dedicado a HCM, una casa (palafito) de HCM, el palacio presidencial y la famosa pagoda del pilar único. El Mausoleo, un sobrio edificio de mármol, alberga la momia del tío Ho, y es lugar de peregrinación para los devotos vietnamitas, pero durante septiembre y octubre la momia se suele enviar a Rusia para “mantenimiento”, así que cuando nosotros lo visitamos no vimos las largas colas que suele haber para entrar a reverenciar la momia. Debían estar aprovechando que la momia estaba fuera para hacer mantenimiento también en el edificio, porque estaba rodeado de andamios. Nos dimos un paseo por los jardines y nos acercamos a ver la pagoda del pilar único, que tampoco nos impresionó mucho.
Mausoleo de HCM y pagoda del pilar único
Habíamos terminado las visitas planeadas del día antes de lo esperado, y decidimos buscar un museo para rellenar tiempo antes de la comida. Era lunes, y muchos museos estaban cerrados, así que no teníamos muchas opciones. Nos decidimos por el Museo Nacional de Historia Vietnamita, que estaba relativamente cerca del lago Hoan Kiem. Fuimos en Uber (39,000D) y el conductor nos dejó en la entrada, indicando que era allí. Definitivamente, lo que teníamos delante no coincidía con la descripción que había visto en la guía (Con una arquitectura impresionante, el museo albergó la Escuela Francesa de Extremo Oriente), pero en la entrada ponía que era allí, así que le hicimos caso. Resulta que el museo está repartido en dos edificios: el “impresionante”, y en el que estábamos. Compramos las entradas (40,000D por persona con audioguía incluída) y recorrimos ese primer edificio, que albergaba la parte más moderna de la historia del país, incluyendo las guerras con los franceses y americanos. No nos entusiasmó. Cuando terminamos de recorrerlo eran casi las 12, y resulta que el museo cierra de 12 a 1:30. Si queríamos ver la otra parte, teníamos que volver más tarde… Como hacía mucho calor y no queríamos ponernos a andar sin rumbo buscando dónde comer, tiramos de la lista de sitios recomendados y cogimos un Uber (19,000D) para ir a comer Bun Bo Nam Bo, todo un clásico de la gastronomía en Hanoi. El plato consiste en vermicelli con ternera marinada, cebolla frita y cacahuetes, y es típica comida callejera. Para quienes no se sientan atraídos por la comida preparada en la calle (y yo no suelo tener muchos remilgos, pero quien haya visto cómo se prepara y cómo se lavan los platos me entenderá), el restaurante Bun Bo Nam Bo Hanoi (67 Hàng Điếu) es una buenísima alternativa. El menú es muy simple, ya que se especializan en ese plato y prácticamente no hacen nada más. Puedes ver cómo se prepara, porque la “cocina” está en la entrada, y de verdad que está buenísimo. La gastronomía de Hanoi nos había conquistado. Dos platos de Bun Bo Nam Bo con dos cervezas por 160,000D…
Hanoi cuisine: Bun Bo Nam Bo
Después de comer volvimos al museo para terminar la visita, pero esta vez fuimos andando callejeando por el Old Quarter. Paramos en el Cong Caphe para disfrutar de otro delicioso café con leche de coco granizada como el que nos había enamorado en Sapa, y nos lo bebimos de camino al museo. La segunda parte de la visita nos gustó mucho más que la primera, ya que cubría los períodos Khmer y Champa así como la época imperial, y tenía joyas, estatuas, tronos, muebles, estelas, ropajes… No se pueden hacer fotos.
Cuando terminamos era ya hora de volver al hotel, y como andábamos ya un poco justos de tiempo cogimos un Uber (16,000D). En el hotel recogimos las mochilas y pedimos un Uber para ir al aeropuerto (205,000D). Habíamos pensado en ir en el bus 86, pero hubiéramos tenido que coger un Uber para que nos llevara a la estación de tren o a alguna otra parada del bus, y con lo lento que es el bus al final nos compensaba más pagar el Uber (que era más barato que un taxi, y con precio fijo). Llegamos al aeropuerto sin problemas y fuimos a facturar para nuestro vuelo a Siem Reap. Yo llevaba el paraguas que había comprado en Ninh Binh, porque era grande y estaba muy bien, y ya que lo había comprado pensé que si podía llevármelo, pues mejor. No me dejaron llevarlo como equipaje de mano y me obligaron a facturarlo, adosado al lateral de la mochila. El paraguas era grande y sobresalía un poco, pero lo atamos bien y parecía que no se iba a perder. Os podéis imaginar por dónde va la historia… Cuando llegamos a Siem Reap, mi mochila no aparecía, y resulta que el puto paraguas se había quedado enganchado en algún lugar de las cintas transportadoras de Hanoi y ahí seguía mi mochila, que llegó dos días más tarde y con el paraguas roto En fin, llegamos a Siem Reap y tuvimos que gestionar los visados de entrada al llegar, ya que no los habíamos hecho online por adelantado. Llevábamos $70 cambiados desde casa precisamente para esto, porque aunque sabía que había un cajero en la terminal, no quería arriesgarme a que no funcionara o a que me cobrara comisiones ridículas. La gestión del visado es un poco lenta, pero no tiene ningún misterio: antes de pasar el control de pasaportes y de recoger la maleta, te acercas al mostrador de inmigración y les entregas el papelito relleno con tus datos, tu pasaporte, una foto carnet y los $30 por persona que cuesta el visado de turista (sólo aceptan dólares, no tarjeta). La e-visa que se puede sacar online por adelantado son $36. Al cabo de unos minutos te devuelven el pasaporte con tu visado de turista para que puedas pasar el control. A nosotros nos pilló algo de cola y tardamos un rato, más luego lo que estuvimos esperando a ver si salía la mochila (que no salió), más lo que tardamos en poner la reclamación del equipaje perdido… total, que cuando quisimos salir del aeropuerto el pobre tuktukero que habían enviado desde el hotel llevaba un buen rato esperando. El chaval nos preguntó si ya teníamos planes para el día siguiente, que él nos llevaba a donde quisiéramos… pero ya habíamos contactado con otro conductor por email, y nos iría a buscar a la mañana siguiente al hotel, así que le dimos las gracias y le dijimos que no. Nos llevó al hotel, y viendo que yo no tenía ropa para el día siguiente porque no había metido nada en la mochila de mano (lista de mí…), nos fuimos a cenar algo y a ver si podía comprar una camiseta en el mercado nocturno. También aprovechamos para sacar más dólares en un Canadia Bank sin comisión. Nuestro hotel estaba algo apartado de todo el meollo nocturno, pero mucho mejor, porque era un paseo agradable y no sé si yo hubiera dormido algo si llegamos a estar más carca de Pub Street… Vaya juerga!
Bunrat, el que iba a ser nuestro conductor los tres días siguientes, nos recogería a las 6:45 en el hotel para llevarnos a sacar las entradas y empezar a explorar los ansiados templos de Angkor!