Después de desayunar fuimos de nuevo a la estación para coger el tren que nos llevara a GANTE, otra de las ciudades más bonitas de Bélgica, capital de Flandes, donde nació el emperador Carlos I de España y V de Alemani. Está a 53 kilómetros de Bruselas, a mitad de camino para ir a Brujas.
Gante posee el mayor número de edificios históricos de Bélgica, lo que hace que el centro antiguo tenga mucho encanto. Además se encuentra bañada por dos ríos, el Lys y el Escalda, por lo que bastantes canales cruzan la ciudad, aunque no tantos como en Brujas. Es una ciudad universitaria muy animada y con mucho ambiente.
Llegamos en una media hora y nos subimos a un tranvía para llegar al centro histórico. Empezamos el recorrido por la animada Plaza Korenmarkt (Mercado de Granos), donde se encuentra el antiguo Edificio de Correos con su hermosa Torre del Reloj, que actualmente contiene el centro comercial Post Plaza.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En esta plaza se encuentra también la Iglesia de San Nicolás.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después pasamos por la Lonja de Carne, que se ha transformado en un mercado - restaurante - bar de tapas donde poder comprar y probar las especialidades gastronómicas gantesas y flamencas.
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Llegamos a la pequeña Plaza Sint Veerleplein, donde se encuentra la puerta monumental de la Antigua Lonja del Pescado, en la que sus esculturas alegóricas hacen referencia a los ríos ganteses: el Escalda (hombre) y el Lys (mujer), junto a Neptuno.
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Al lado de esta plaza se encuentra el Castillo de Gravensteen o Castillo de los Condes de Flandes.
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Muy cerca del castillo pasamos por el Barrio del Patershol, es uno de los barrios más antiguos de Gante, de estilo medieval con callejones estrechos y casa antiguas muy bajas.
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Después llegamos a Vrijdagmarkt o Plaza del Mercado del Viernes, detrás de la que está la Iglesia San Jacobs.
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Por una larga calle llegamos al precioso edificio del Standhuis o Ayuntamiento y a una de las estampas más famosa de Gante, la zona de Limburgstraat, donde se alinean los monumentos medievales.
Lo primero que vemos junto al ayuntamiento es el Edificio de Lakenhalle (el mercado de tejidos o lonja del paño), que tiene adosada la Torre Campanario Belfort, con sus 91 metros de altura y coronada por una veleta en forma de dragón. Ambos fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
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Este edificio da a la Plaza Sint-Baafsplein o Plaza de la Catedral, donde se encuentra enfrente la Catedral de San Bavón con su pórtico-torre de 90 metros de altura, que alberga el famoso cuadro La Adoración del Cordero Místico, obra de los hermanos Hubert y Jan van Eyck. Aquí fue donde en el año 1500 se bautizó al Emperador Carlos I.
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En esta plaza está también el Teatro Real Neerlandés, en cuya fachada destacan, encima de la entrada, Apolo y las Musas y, en la cúspide, la diosa Armonía. Actualmente es sede del teatro municipal NTGent.
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Enfrente de la Torre Belfort, por el otro lado, llegamos a la Iglesia de San Nicolás, que había sido el punto de partida del recorrido, y cuya fachada tiene una gran torre central.
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Justo enfrente de la Iglesia de San Nicolás vemos la Casa Gremial de los Albañiles, que tiene una fachada escalonada donde hay unos bufones bailando. Actualmente en los bajos de este edificio se encuentra una oficina de turismo y su sótano datado del siglo XIII.
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Siguiendo por la misma calle un poco más adelante llegamos hasta el Puente de San Miguel. En ningún otro lugar se puede abarcar de una ojeada tantos monumentos magníficos. Colocándose en el centro del puente se obtiene la mejor panorámica de la ciudad en una visión de 360º: las 3 torres, de la iglesia de San Nicolás, de la Torre Belfort y de la Catedral de San Bavón alineadas, el antiguo edificio de correos, el Muelle de las Hierbas, el Muelle de los Granos, el Castillo de los Condes de Flandes y la Iglesia de San Miguel. La verdad es que es una vista espectacular.
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Desde el puente la vista del antiguo puerto medieval es preciosa, con el Graslei o Muelle de las Hierbas en la orilla derecha y el Korenlei o Muelle del Grano en la orilla izquierda enfrente del otro muelle, que se utilizaban para comerciar especias, hierbas, hortalizas y trigo. En el Graslei hay un conjunto de edificios alineados muy bonitos que fueron las sedes de los gremios de la época. También hay una réplica de la Casa Gremial de los Albañiles. En ambas orillas suele haber pequeños barquitos amarrados, algunos de los cuales ofrecen un recorrido por los canales de la ciudad.
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Como hacía sol había mucha gente sentada en la orilla del Graslei, por lo que compramos dos pizzas en Pizza Hut y nos sentamos en el muelle a comerlas. Allí estuvimos un largo rato tranquilos disfrutando del lugar.
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Después paseamos por el centro histórico y a media tarde nos montamos en el tranvía para ir a la estación y volver a Bruselas en tren.
Llegamos a la estación central de Bruselas y subimos a la Plaza Mont des Arts, que tiene unos bonitos jardines y desde la que se puede contemplar una bonita vista con parte de la torre del ayuntamiento al fondo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Un poco más arriba vimos el edificio Old England, de estilo Art Nouveau, que ahora alberga el museo de instrumentos musicales. Desde aquí se podía ver muy cerca la Iglesia de Coudenberg, que vimos el primer día.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Bajamos hasta el Manneken Pis y entramos a cenar al Pub Poechenellekelder, que está justo al lado. El interior de este local es muy curioso; marionetas colgadas y figuras peculiares forman parte de su decoración. Comimos un surtido de embutidos y quesos y una lasaña que estaba muy buena. Para beber una Palm y una Malheur 12, que era muy fuerte y con 12 grados de alcohol, pero que estaba muy rica.
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De postre compramos unos ricos gofres en el local donde estuvimos el primer día.
Ya de vuelta al hotel pasamos por la Grand Place iluminada.
Gante posee el mayor número de edificios históricos de Bélgica, lo que hace que el centro antiguo tenga mucho encanto. Además se encuentra bañada por dos ríos, el Lys y el Escalda, por lo que bastantes canales cruzan la ciudad, aunque no tantos como en Brujas. Es una ciudad universitaria muy animada y con mucho ambiente.
Llegamos en una media hora y nos subimos a un tranvía para llegar al centro histórico. Empezamos el recorrido por la animada Plaza Korenmarkt (Mercado de Granos), donde se encuentra el antiguo Edificio de Correos con su hermosa Torre del Reloj, que actualmente contiene el centro comercial Post Plaza.
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En esta plaza se encuentra también la Iglesia de San Nicolás.
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Después pasamos por la Lonja de Carne, que se ha transformado en un mercado - restaurante - bar de tapas donde poder comprar y probar las especialidades gastronómicas gantesas y flamencas.
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Llegamos a la pequeña Plaza Sint Veerleplein, donde se encuentra la puerta monumental de la Antigua Lonja del Pescado, en la que sus esculturas alegóricas hacen referencia a los ríos ganteses: el Escalda (hombre) y el Lys (mujer), junto a Neptuno.
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Al lado de esta plaza se encuentra el Castillo de Gravensteen o Castillo de los Condes de Flandes.
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Muy cerca del castillo pasamos por el Barrio del Patershol, es uno de los barrios más antiguos de Gante, de estilo medieval con callejones estrechos y casa antiguas muy bajas.
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Después llegamos a Vrijdagmarkt o Plaza del Mercado del Viernes, detrás de la que está la Iglesia San Jacobs.
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Por una larga calle llegamos al precioso edificio del Standhuis o Ayuntamiento y a una de las estampas más famosa de Gante, la zona de Limburgstraat, donde se alinean los monumentos medievales.
Lo primero que vemos junto al ayuntamiento es el Edificio de Lakenhalle (el mercado de tejidos o lonja del paño), que tiene adosada la Torre Campanario Belfort, con sus 91 metros de altura y coronada por una veleta en forma de dragón. Ambos fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
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Este edificio da a la Plaza Sint-Baafsplein o Plaza de la Catedral, donde se encuentra enfrente la Catedral de San Bavón con su pórtico-torre de 90 metros de altura, que alberga el famoso cuadro La Adoración del Cordero Místico, obra de los hermanos Hubert y Jan van Eyck. Aquí fue donde en el año 1500 se bautizó al Emperador Carlos I.
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En esta plaza está también el Teatro Real Neerlandés, en cuya fachada destacan, encima de la entrada, Apolo y las Musas y, en la cúspide, la diosa Armonía. Actualmente es sede del teatro municipal NTGent.
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Enfrente de la Torre Belfort, por el otro lado, llegamos a la Iglesia de San Nicolás, que había sido el punto de partida del recorrido, y cuya fachada tiene una gran torre central.
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Justo enfrente de la Iglesia de San Nicolás vemos la Casa Gremial de los Albañiles, que tiene una fachada escalonada donde hay unos bufones bailando. Actualmente en los bajos de este edificio se encuentra una oficina de turismo y su sótano datado del siglo XIII.
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Siguiendo por la misma calle un poco más adelante llegamos hasta el Puente de San Miguel. En ningún otro lugar se puede abarcar de una ojeada tantos monumentos magníficos. Colocándose en el centro del puente se obtiene la mejor panorámica de la ciudad en una visión de 360º: las 3 torres, de la iglesia de San Nicolás, de la Torre Belfort y de la Catedral de San Bavón alineadas, el antiguo edificio de correos, el Muelle de las Hierbas, el Muelle de los Granos, el Castillo de los Condes de Flandes y la Iglesia de San Miguel. La verdad es que es una vista espectacular.
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Desde el puente la vista del antiguo puerto medieval es preciosa, con el Graslei o Muelle de las Hierbas en la orilla derecha y el Korenlei o Muelle del Grano en la orilla izquierda enfrente del otro muelle, que se utilizaban para comerciar especias, hierbas, hortalizas y trigo. En el Graslei hay un conjunto de edificios alineados muy bonitos que fueron las sedes de los gremios de la época. También hay una réplica de la Casa Gremial de los Albañiles. En ambas orillas suele haber pequeños barquitos amarrados, algunos de los cuales ofrecen un recorrido por los canales de la ciudad.
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Como hacía sol había mucha gente sentada en la orilla del Graslei, por lo que compramos dos pizzas en Pizza Hut y nos sentamos en el muelle a comerlas. Allí estuvimos un largo rato tranquilos disfrutando del lugar.
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Después paseamos por el centro histórico y a media tarde nos montamos en el tranvía para ir a la estación y volver a Bruselas en tren.
Llegamos a la estación central de Bruselas y subimos a la Plaza Mont des Arts, que tiene unos bonitos jardines y desde la que se puede contemplar una bonita vista con parte de la torre del ayuntamiento al fondo.
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Un poco más arriba vimos el edificio Old England, de estilo Art Nouveau, que ahora alberga el museo de instrumentos musicales. Desde aquí se podía ver muy cerca la Iglesia de Coudenberg, que vimos el primer día.
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Bajamos hasta el Manneken Pis y entramos a cenar al Pub Poechenellekelder, que está justo al lado. El interior de este local es muy curioso; marionetas colgadas y figuras peculiares forman parte de su decoración. Comimos un surtido de embutidos y quesos y una lasaña que estaba muy buena. Para beber una Palm y una Malheur 12, que era muy fuerte y con 12 grados de alcohol, pero que estaba muy rica.
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De postre compramos unos ricos gofres en el local donde estuvimos el primer día.
Ya de vuelta al hotel pasamos por la Grand Place iluminada.