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Día 7 (31/12/17): Mae Hong Son
Nos levantamos pasadas las 8, no teníamos prisa. Aquí la vida avanza a otro ritmo más calmado, y ya se sabe: donde fueres, haz lo que vieres. Así que tocaba adaptarse… Fuimos a desayunar al Salween River Bar, nuestro local preferido, y efectivamente, tuvimos que esperar cinco minutos porque justo habían ido a comprar naranjas frescas al mercado para hacer los zumos del desayuno. Ningún problema, desayunamos y nos dirigimos al local que hay justo al lado del bar para alquilar una moto.
Un scooter durante todo el día costaba 150 bath, prácticamente regalada… Aquí cometimos un serio error: tendríamos que haber alquilado una moto para cada uno, pero pillamos solo una, animalica
. No sabíamos lo que llegaría a sufrir la pobre en las subidas. La chica que nos atendió nos dio un mapa, nos indicó unas cuantas visitas que podíamos hacer por la zona y nos explicó el orden recomendable para pillar menos subidas matadoras posibles. Con este tipo de moto podíamos movernos a unos 50 km a la redonda, para distancias superiores tendríamos que haber alquilado una de cilindrada superior. Lo digo para que lo tengáis en cuenta, aunque allí ya os lo explicarán. Por tanto, si queréis subir hasta la aldea de Ban Raak, tendréis que alquilar algo un poco más potente porque estás scooters no os servirán.Nosotros pillamos la moto sobre las 10 y la devolvimos a las 16 de la tarde, pero teníamos de margen hasta las 18:30 (a esa hora cerraban el local) o hasta antes de las 10 del día siguiente. 150 bath es el alquiler por 24 horas. Llenar el depósito nos costó unos 50 bath, así que por 200 bath se puede disponer de transporte durante todo un día (unos 5 eurillos al cambio, una ruina
).Tomamos la carretera 108 (que al poco pasa a ser la 1095) y nos dirigimos hacia el Parque Nacional de Tham Pla, a visitar la Fish Cave o cueva de los peces. No es que estuviera a reventar, pero todo el rato iban pasando coches (adelantándonos, por supuesto). El paisaje durante el trayecto es precioso: campos verdes, montañas, cabañitas muy bucólicas… paramos en un bar a tomar un café solo por las maravillosas vistas de los campos de arroz que se podían disfrutar desde allí:
Hay unos 18 km desde Mae Hong Son hasta Tham Pla Fish Cave, el sitio es muy chulo y parece muy frecuentado: había bastante gente, pero nosotros éramos los únicos guiris (como mínimo, guiris de categoría farang). Es un sitio clásico de domingueo local, parece. Es una zona de bosquecillos, prados y riachuelos muy apropiada para relajarse y disfrutar de un picnic.
Destaca la cueva repleta de peces que se puede visitar. De hecho, hay peces por todo el riachuelo, pero allí se acumulan especialmente hasta niveles masivos. Se trata de un tipo de pez de la familia de las carpas llamado Pla Mung o Pla Khang. Cuenta la leyenda que no los pescan ni se los comen porque son sagrados y pertenecen a los dioses, aunque la realidad es menos romántica: contienen una toxina que los hace venenosos (de ahí que nadie les toque los huevos
). 
Hay casetas donde venden comida para peces y se les puede alimentar con verduras varias e insectos (una especie de saltamontes enorme). Por lo que observamos, lo que más les gusta a los peces son los insectos, se volvían locos y había hostias cada vez que alguien les tiraba uno
. En cambio, con la lechuga prácticamente ni se inmutaban. Mirad que hermosotes están:
Para regresar hacia Mae Hong Son tomamos una carretera local menos transitada que va serpenteando entre campos y mini-poblados bastante rudimentarios. Esta ruta es mucho más tranquila e interesante que la carretera principal, muy recomendable pasar por aquí. Aquí la pobre motico sobreexplotada
, pero que nunca nos dejó tirados:
Ya más cerca del pueblo paramos en Su Tong Pe Bridge (o Bamboo Bridge, como lo veréis indicado en muchos sitios). Se trata de un puente de bamboo y un templo bastante pintorescos, en medio del campo. Bien merece una visita, aunque sea bajo un sol abrasador como fue nuestro caso. El templo de la entrada:
El puente estaba decorado con farolillos y banderas, se atraviesan los campos de arroz hasta llegar a una especie de poblado:
Había un par de chiringuitos con mesas para comer y nos zampamos dos Pad Thais y un Sprite por 95 bath, yo flipé… teniendo en cuenta que es el único sitio para comer en medio de la nada, podrían inflar mucho más los precios. Eso sí, no apto para pijales:
Y de vuelta por el puente a por la motico. Fue de los pocos días que casi me achicharro viva del solaco que hacía:
Seguimos de vuelta y antes de entrar a la ciudad nos desviamos a la izquierda, hacia el Mae Surin National Park. Queríamos ir a un lago que habíamos visto, pero no conseguimos encontrar el camino para llegar. Hay un punto donde la carretera pasa a ser un camino de tierra bastante impracticable y decidimos no seguir, ni rastro del lago por ninguna parte. Así que volvimos para atrás. Por toda esa zona prácticamente no vimos a nadie, solo a un guardia del parque en una caseta.
Volvimos al pueblo y aprovechamos para acercarnos a un templo que está algo más alejado del centro: el Wat Hua Wiang. También llamao Wat Klang Mueang, este templo de teca de múltiples tejados se encuentra cerca del mercado matinal en la llamada Singhanatbamrung Road. Construido en 1863 y de estilo birmano, el templo alberga el Phra Chao Pharalakhaeng, una estatua de Buda vestida en “attire” que se trajo aquí desde Myanmar. Es una réplica de una estatua importante de Mandalay, Myanmar. Alguna foto:
Eran ya las 4 y decidimos devolver la moto, total ya no la íbamos a necesitar más. Hay más sitios que se pueden visitar, os dejaré un pequeño resumen en el apartado de información práctica. Después de dar una vuelta por la zona del lago, nos fuimos un rato a descansar para aguantar hasta una hora decente por la noche, que había que celebrar el fin de año a la tailandesa. Desde el lago hasta el Jasmin Resort hay 10-15 min andando, una distancia asequible. Hay otros alojamientos algo más alejados y con más categoría, pero por calidad/precio, practicidad para llegar andando al centro y amabilidad de los propietarios podemos recomendar el Jasmin Resort sin dudarlo.
Sobre las 7 nos fuimos ya hacia la fiesta: habían montado varios escenarios junto al lago, con actividades diversas. Al pasar por la zona de los templos, que estaban iluminados y preciosos, no pudimos resistir la tentación de soltar un farolillo. Hay que aguantarlo mientras se llena de aire caliente y se infla, y toca pedir un deseo mientras se suelta (bueno, en verdad hay que decir tus oraciones, pero yo prefiero pedir un deseo porque soy más bien agnóstica
). Nos explicaron todo y nos ayudaro a hacerlo, y una señora muy amable se ofreció a hacernos fotos durante el proceso:
Seguimos paseando por allí, no queríamos cenar demasiado temprano porque luego sería muy largo aguantar hasta medianoche, pero sobre las 8 o así ya no pudimos resistir más la tentación. El menú de hoy fue: tofu frito, tempura de papaya y calabaza, pulpo a la plancha, tortitas de arroz con leche de coco… nos sentamos por allí a comer, como hacen todos (hay paraditas que tienen su zona particular para sentarse, otras no). Luego fuimos a nuestro bar preferido a tomar unas cervecitas, como no.
Tras las birras, dimos otra vuelta para contemplar los variados espectáculos que tenían montados: un escenario donde hacían danzas típicas de las diferentes tribus de la zona, un ring de Muay Thai, una pantalla gigante donde se proyectaba cine… Había de todo y para todos los gustos, me sorprendió lo bien organizado que lo tenían para ser un pueblo tan pequeño y aislado.
Además, en la zona de paraditas frente a los templos no cesaban de soltar farolillos. El Muay Thai me impactó bastante negativamente, no pude soportar mucho rato ver como le reventaban la cabeza a un niño de unos 12 o 14 años bastante tirillas, animalico. Estuvo un rato en el suelo, sin sentido, y aquello ya fue superior a mí: le dije a Xavi que lo esperaba en el escenario de bailes típicos, el Muay Thai no es para mí.
Al pasar por la parte trasera del escenario de los bailes vimos a unas chicas preparándose y no pude resistir la tentación de decirles que estaban muy guapas y pedirles que se hicieran una foto conmigo, se emocionaron bastante las chiquillas, igual pensaban que era una caza-talentos o algo y que iba a lanzarlas al estrellato, pero no, tan solo soy una guiri pesada
. Y aquí tenemos el momento inmortalizado:
Algunos momentos estelares de la noche:
Tras ver unas cuantas actuaciones fui a comprarme un batido gigante, los batidos de frutas están buenísimos y no tuvimos problemas con el hielo en ningún momento (al principio intentaba esquivarlo, pero resulta bastante imposible evitarlo). Nos sentamos de nuevo frente al escenario principal, había sillas de madera para la ocasión. Las danzas finalizaron y empezó un concierto de grupillos actuales de allí, actuaron varios, entre ellos unas chicas disfrazadas de animales de peluche y un grupillo de chicos parecidos a los Backstreet Boys versión tailandesa. Las adolescentes estaban que se volvían locas, es la única vez que vi a los thais desfasados y perdiendo la compostura, pero imagino que el fenómeno fan es internacional y la gente tiende a chillar y ponerse histérica en todo el planeta.
Luego subieron un par de presentadores que estuvieron soltando la chapa, y un humorista que no entendí muy bien pero que hacía gestos obscenos (eso sí que lo pillé). Una cosa bastante friky, la verdad, pero parece que eran famosillos o algo porque la gente estaba entusiasmada con ellos. A todo esto, mencionar que en toda la noche tan solo nos cruzamos con 4 o 5 farangs aparte de nosotros. Fue todo muy local y auténtico, pese a que el fin de año no es una tradición budista. No me lo esperaba, la verdad…
A medianoche lo que se hace es una cuenta atrás del 10 hasta el uno. Todos tenían en la mano una especie de cestitas con una vela dentro, atadas a un grupo de globos, y al tocar las 12 y finalizar la cuenta atrás los soltaban de golpe, así que todas las velitas iban hacia el cielo…
Luego hubo fuegos artificiales desde varios lugares: lanzaban desde los templos junto al lago, desde el templo de lo alto de la colina… fue un bonito espectáculo reflejado en el lago.
Eso sí, a las 12:15, acabaron los fuegos artificiales y automáticamente se para todo: en un momento empiezan a desmontar y aquello se va quedando vacío. Así que regresamos hacia el resort… Me gusta su estilo, porque el fiestorrón se lo pegan antes de las 12, y a las 12 y algo para casa todo el mundo. Aquí es al revés, hay que aguantar como se pueda hasta medianoche y la fiesta es luego, no se aprovecha tan bien el tiempo.
Así que nos retiramos a una hora prudencial, pero contentos de haber vivido esta experiencia tan curiosa en un pueblecito perdido entre las montañas más lejanas de Tailandia. La sorpresa del viaje, sin duda alguna.
Información práctica:
- Qué ver en Mae Hong Son y alrededores:
Las principales atracciones de Mae Hong Son y cercanías son (de más cerca a más alejadas):
- En la misma localidad o junto a ella (se puede llegar fácilmente andando):
1) Los templos de la zona del lago: Wat Chong Kham y Wat Chong Klang. Más información y fotos en la etapa anterior, donde relato nuestra visita.
2) Morning Market: situado junto al templo Wat Hua Wiang, en la Sihanatbamrung Road, este bullicioso mercado está lleno de gente desde bien temprano hasta las 9 de la mañana. Aquí los visitantes pueden observar el estilo de vida de los locales y comprar productos y comida de la zona. Muy auténtico, no está para nada enfocado a los guiris.
3) Wat Hua Wiang: el templo que hay junto al mercado, también merece una visita.
4) Mae Hong Son Royal Handicraft Center (centro de artesanía): es un lugar donde se enseña a los artesanos locales y de tribus de las montañas. Se hace demostraciones varias y además pueden comprarse allí productos varios como seda, algodón, trabajos de plata…
Horario: de lunes a sábado, de 8 am a 4:30 pm
Web: www.maehongsonarts.co
5) Phraya Singhanatracha Memorial: situado a los pies de Doi Kong Mu, este monumento conmemora al primer gobernador de Mae Hong Son, Phraya Singhanatracha. Phraya era un Thai Yai de origen birmano (Myanmar), y fue inicialmente nombrado gobernador de Khun Yuam Town, al sur de Mae Hong Son. Más tarde fue oficialmente designado gobernador de Mae Hong Son por el rey Lanna en 1874.
6) Wat Kam Kho y Wat Phra Non: son los dos templos que hay en lados opuestos de la carretera a los pies de Doi Kong Mu, encontraréis más información en la etapa anterior, donde detallo nuestra visita con fotos.
7) Wat Phrathat Doi Kong Mu: es el templo que hay en la cima de la colina, desde donde se puede disfrutar de preciosas vistas panorámicas de la zona. Explicado y con fotos en la etapa anterior.
- Más a las afueras (necesario alquilar moto o pactar el recorrido en alguna agencia o alojamiento):
1) Pha Bong Hot Spring (manantiales): situados a unos 10 km de la población, en la carretera 108.
2) Cascadas Pha Bong: también junto a la carretera 108, a unos 12 km de la población (algo más allá de los manantiales)
3) Puente Su Tong Pe (Bamboo Bridge): puente y templo cercanos a la ciudad, visita detallada en esta etapa.
4) Mae Surin National Park: al sur de Mae Hong Son, se dice que la zona de bosque de tierras bajas es el hábitat del oso malayo, el ciervo ladrador y el oso negro asiático. También alberga varias especies de aves. Otras atracciones del parque son: cataratas Mae Surin, de 300 m de caída y Thungn Bua Thong, una pradera repleta de flores entre los meses de noviembre y diciembre.
5) Tham Pla-Pha Suea National Park: parque nacional que comprende varios puntos de interés, entre ellos:
- Tham Pla (Fish Cave): a 18 km de la población por la carretera 1095, detallado en esta etapa
- Cascadas Namtok Pha Suea: a unos 26 km por la carretera 1095 dirección Pai, hay que girar a la izquierda en el km 191. Se trata de unas cascadas bastante grandes, con un caudal de agua originario de Myanmar que se puede admirar al final de la temporada de lluvias (Agosto-Septiembre). No sé si vale la pena acercarse en otra temporada, probablemente estén bastante secas.
6) Pang Tong Royal Pavilion: se trata de un pabellón situado en la cima de Ban Mokchampae, unos 5 km más allá de Namtok Pha Suea.
Horario: abierto diariamente de 8:30 a 16:30
7) Ban Nam Phiang Din: situado en Tambon Pa Bong, es un lugar desde donde puede navegarse el río Pai en barcos “long-tail” de 7 pasajeros. Los paisajes que pueden disfrutarse a ambos lados del río una vez pasado Ban Huay Deua son muy interesantes. En ocasiones es posible ver a miembros de la etnia Paduang (tribu long-neck). El servicio diario de barco desde Ban Huay Deua pier hasta Ban Huay Pu Kaeng cuesta 600 bath, y hasta Ban Nam Pieng Din cuesta 800 bath. Horario: de 9 a 17 h.
8) Ban Ruam Thai o Pang Ung: algo más alejado, a 44 km de la localidad de Mae Hong Son. Puede hacerse una ruta hasta las cascadas Pha Seau, pasar por Ban Na Pa Paek y entonces girar a la izquierda durante otros 6 km. En esta zona pueden verse gran variedad gente de las tribus de las montañas. Detrás de la aldea hay un bonito lago y zona de bosque. Es posible hacer “homestays” en casas de los habitantes de la zona.
9) Ban Rak Thai: también a 44 km de Mae Hong Son vía Namtok Pha Suea, y muy cerca de la frontera con Myanmar. Se trata de un pueblecito cuyos orígenes derivan de una etnia China que se trasladó desde la región de Yunnan hasta aquí. Se le conoce como el poblado chino. Se trata de un poblado productor de té y además se puede disfrutar de la comida típica de Yunnan. Nosotros no fuimos, pero es una de las visitas más interesantes de la zona, altamente recomendable.
10) Phuklon Country Club: a unos 10 km de Mae Hong Son, vía carretera 1089 dirección Pai y girando luego a la izquierda hacia Ban Kung Mai Sak. Se trata de un spa de barro natural beneficioso para el cuidado de la piel y con efectos terapéuticos.
Horario: de 8 a 18:30
Web: www.phuklon.co.th
- Excursiones para visitar tribus: desde Mae Hong Son salen muchos tours organizados para visitar a las famosas mujeres jirafa de las tribus padaung o kayan. Su característica más conocida son sus largos cuellos adornados con aros de cobre, que también llevan en brazos y piernas. Se dice que llevaban estos collares para protegerse de los ataques de los tigres, aunque no sabría qué deciros… Está práctica estaba en declive hasta que se dieron cuenta de que los turistas estaban dispuestos a pagar por ver dicho espectáculo anatómico, así que a día de hoy se sigue realizando esta práctica. Personalmente, no lo veo muy adecuado para la salud de las mujeres en cuestión y por supuesto no hicimos ninguna de estas visitas.
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