El viaje comenzaba muy temprano, a las 3;15h de la mañana del día 28 nos sonaba el despertador. La agencia nos había comentado si nos interesaría contratar un bus para todas las personas que habíamos contratado el viaje con ellos, cosa que nos pareció bien pues nos evitábamos dejar una semana el coche en el parquing del aeropuerto, además de ser una forma cómoda y más descansada. Pues a las 4:15h nos recogía el bus y pusimos rumbo al aeropuerto de Barcelona, teníamos el vuelo a las 8;55h, nada más llegar a la T1 ya vimos un poco de cola en el mostrador de AirEuropa. Los trabajadores de esta compañía nos iban pidiendo los pasaportes y nos lo devolvían junto con las etiquetas para las maletas, cosa que agilizó mucho el checking.
Una vez en el avión se nos ofrece un pequeño desayuno, bollito con mantequilla y jamón dulce y café o té. Tras 2 h y 20 min. llegamos a Rostock en el horario previsto. En el aeropuerto de Rostock nos están esperando los buses y personal de Pullmantur para llevarnos al puerto donde nos espera el Zenith. Al llegar a las carpas que están habilitadas para hacer el checking nos sorprende ver que todos los mostradores están libres, al parecer somos los primeros en llegar del aeropuerto, por lo que no utilicé algún documento que llevaba preparado al no poder hacer el checking online, como hoja de pago, cuestionario de salud pública, este año este documento no es necesario, al menos yo no rellené. Nuestro camarote era el 4005, ojo de buey, nos pareció amplio y comodo, el baño parecía renovado hace poco ya que al embarcar coincidimos con un matrimonio que había estado en un ojo de buey en el lado de camarotes pares y se quejaba del lavabo en mal estado, no era nuestro caso.
Por la tarde nos dedicamos a descansar un rato y a recorrer el barco. Esa noche después de cenar teníamos el espectáculo de Abba para acabar la jornada, al menos nosostros.