Cataratas Victoria. El humo que truena nos envuelve. ✏️ Diarios de Viajes de ZimbabweDía 10 de agosto. Nos dedicaremos a explorar las Cataratas Victoria, de frente. Sus alrededores tendrán también un poco de atención.Diario: POR ZIMBABWE Y BOTSWANA, DE NOVATOS EN EL AFRICA AUSTRAL⭐ Puntos: 5 (20 Votos) Etapas: 16 Localización: Africa SurHabíamos dormido toda la noche como bebés. Las habitaciones están muy bien, con claros indicios de su antigüedad y pasado. Pero muy bien mantenidas y sabiendo conservar ese aire colonial que, a la postre, es lo que hace al hotel más atractivo. Que gusto no tener que despertarse temprano y con la alarma del móvil. Realmente no nos despertamos tarde, la luz diurna y el canto de algunos pájaros se encargaron de ello. Sobre las ocho de la mañana estábamos camino del Jungle Junction para desayunar. Tan de mañana la nube de rocío de las cataratas parecía más visible. Intentando envolver al puente en su maraña. En el césped, primorosamente cuidado, de delante de las terrazas del hotel jugaban dos facóceros. Llegando al restaurante se pueden observar varias esculturas de piedra sobre el césped que rodea el camino que viene del hotel, a ambos lados. Son una muestra de esculturas en piedra de artistas de Zimbabwe pertenecientes al proyecto “Stoned Dynamics y por supuesto están a la venta. El bufet del desayuno del hotel Victoria no puedo compararlo con ninguno otro que antes haya estado. Es un bufet al que creo que no le falta de nada. Hasta tiene champán para desayunar.. Y los famosos huevos benedict. …, por poner algunos ejemplos, aunque no precisamente fueran mis preferidos. Pero lo que realmente nos encantó y disfrutamos era todo el conjunto, el entorno, las vistas…. Desayunar en calma, sin prisa…., en una luminosa mañana sin frío ni calor…..oyendo el lejano tronar de las cataratas y divisando el humo de su vaporización…., no tiene precio. En este restaurante también se ofrece un bufet de cena con animación en directo de grupos étnicos. Nos tomamos nuestro tiempo, el desayuno más largo que hayamos hecho hasta ahora, y regresamos lentamente al hotel. Serían ya las diez de la mañana cuando volvíamos a salir a las terrazas del hotel para acceder al camino de tierra que comunica el hotel con las cataratas. Desde las terrazas, en dirección opuesta a la que lleva a la piscina y al Jungle Junction. No es necesario desplazarse por la carretera para acceder a las cataratas y este camino es algo más corto. Este camino atraviesa la selva y pueden aparecer animales. No hay más que fijarse que en el camino hay restos de excrementos de elefante. Se llega a un cruce en el que hay algunos vendedores de artesanía, para nada agobiantes. Parece que el hotel los tiene bien aleccionados. Por un lado indicaba “Gorge” y para allá que enfilamos ya que queríamos también visitar algún punto donde se viera alguna garganta de las que el río ha formado y que se encuentran río abajo. El camino en realidad desemboca en un restaurante llamado “Lookout Cafe”. Nombre apropiado pues su terraza es un estupendo mirador de la segunda garganta del río Zambeze. Las vistas abarcan casi toda esta garganta, alcanzando a verse el puente de hierro y por debajo el recodo que hace el río para seguir su avance en otra garganta. Es una terraza semi abierta que se alza 120 metros por encima del acantilado de la garganta Batoka y por ello disfruta de unas vistas únicas. El restaurante es propiedad de Wild Horizons que es una gran empresa, (fruto de la unión de varios empresarios locales), que ofrece muchas opciones de actividades en Victoria Falls e incluso en otros sitios de Zambia, Zimbawe y Boswana. Desde este mismo restaurante se canalizan varias actividades de “descarga de adrenalina” que se llevan a cabo en esta garganta del río, tales como: Flying Fox, Zip Line, Gorge Swing, en individual o combinado. Los cables son visibles desde la misma terraza del café. Además también se inicia el recorrido para el Canopy Tours. Es curioso imaginarse que estos acantilados un día, hace miles de años, eran los acantilados por los que caían las cataratas. Las caídas han ido retrocediendo, erosionando las grietas llenas de arenisca entre el duro basalto para formar los abismos en zig-zag que se llaman las gargantas de Batoka. La constante erosión producida por el golpeteo del agua del poderoso Zambeze ha ido atravesando las fallas y fisuras de las rocas forjando ocho precipicios sucesivos y parece que ya ha comenzado con el noveno. Las cataratas que vieron los primeros pobladores, hace más de un millón de años, eran muy distintas a las que vemos hoy. En lugar de volver por el mismo camino continuamos a través del aparcamiento del restaurante y por una carretera de tierra, ya que vimos que tenía salida hacia la entrada del recinto de las cataratas. Se cruzan las vías del tren y la carretera y ya tenemos frente a nosotros la entrada a Mosi –oi- Tunya, Victoria Falls, las cataratas del humo que truena. Hay que pagar las tasas por entrar al parque, 30$. Válidos para todo el rato que quieras estar dentro, pero si sales aunque sea poco rato, hay que volver a pagar esta tasa nuevamente si se quiere volver a ingresar de nuevo, aunque sea en el mismo día. Hay muchos carteles informativos, una gran tienda de recuerdos y artículos, un restaurante, zona de servicios. Detrás de la tienda comienzan a partir los caminos señalizados que llevan hasta los distintos miradores. Según un folleto que habíamos cogido en el hotel, los puntos de vista, en este lado de Zimbabwe, son 16. Decidimos comenzar por el principio y seguir un orden cronológico de ellos. El primer punto es en el que se encuentra la estatua de Livingstone, si bien se puede seguir caminando algo más hasta que una valla metálica lo impide. En esta prolongación de la senda se tienen buenas vistas del río antes de su precipitación en las cataratas. Una gran estatua sobre pedestal representa la figura de David Lingstone, el primer europeo que dio a conocer estas cataratas en 1855 y a pesar del nombre local, “el humo que truena”, que es totalmente evidente, las bautizó, en honor a su reina británica, Cataratas Victoria. Ya se puede ver el inicio del desplome del agua en la primera de las caídas llamada Devils Cataract. Su nombre se lo pusieron los misioneros por una isla cercana en la que las tribu locales solían realizar ceremonias de sacrificio, les parecieron diabólicas y de ahí el nombre. El punto 2, 38 Steeps o The Chain walk. El cartel que indica este punto pone 38 Steeps aunque en los folletos sigue saliendo el nombre de Paseo de las cadenas porque anteriormente sí que había unas cadenas para agarrarse y ya no están. Hay que bajar 38 escaleras que suelen estar mojadas y te llevan a una vista lateral de las caídas de agua y a una vista ya más completa de la Catarata del Diablo y su majestuoso desplome, así como su explosión en la base de la garganta. En este es el único punto que pudimos ver el fondo de la hendidura en donde se vuelcan las cataratas aunque algo difuminado por la gran cantidad de vapor de agua que subía desde la misma. Es un buen punto para obtener un arco iris, pero por la tarde, cuando el sol se alza a la espalda de este mirador. Desde el punto 1 y hasta el punto 12 se extiende The Victoria Falls Rainforest Reserve, una zona de densa vegetación boscosa que se alimenta del rocío constante de las caídas. Es solo una sección del Parque de las Cataratas Victoria, desde el extremo occidental hasta el punto de vista de la isla Livingstone, dónde nunca falta el aporte de este tipo de lluvia. Pero es a partir del punto tres que la selva tropical soporta una maleza más densa y con árboles más altos, como el mangostán africano, la acacia trepadora, más de una variedad de ficus …… Los puntos 3, 4, 5 y 6, Catarata del Diablo e Isla Cataract. Los puntos 3 y 4 son miradores directos de la Catarata del Diablo y en los otros dos las vistas de la misma son laterales, y ya se comienzan a ver las Main Falls. La Catarata del Diablo es el punto más bajo del conjunto, setenta metros. Está separada del resto de caídas por la Isla Cataract, conocida también con el nombre de Isla Boaruka, que en el lenguaje Tonga quiere decir “divisora de aguas”. Se puede apreciar como el Zambeze ha erosionado ya una muesca de unos 10 metros de profundidad en el duro basalto, la siguiente línea de falla que se está formando. Se cree que en algún momento del futuro el frente de las cataratas comenzará aquí su nueva orientación, sería el noveno. Claro está que esto es un proceso muy lento que los presentes no veremos. Aunque su proceso se podría acelerar si la Isla Boaruja colapsara hacia la garganta. Desde el punto 3 se inicia un camino que correrá paralelo a las cataratas, al margen de que de vez en cuando tenga alguna bifurcación que lleva a la salida. Punto 7 al 12– Main Falls y Livingstone Island. En el cartel indicador del punto 7 se puede leer Cataract Island View y efectivamente hay una muy buena vista de la isla Boaruka (isla Cataract) y la parte superior de la Caída del Diablo, pero en nuestro folleto viene indicado junto a los siguientes miradores como un conjunto de vistas de las Main Falls. Y seguramente será porque este mirador, además de las vistas ya mencionadas, ofrece una de las mejores vistas de las cataratas principales, independientemente de la época en que se visiten. Las Main Falls son, junto con la Caída del Diablo, las que más agua tienen en temporada seca. En las Cataratas Principales es dónde más agua se vuelca al abismo, es dónde puedes quedarte hipnotizado si sigues con la vista el fluir del agua, sentir el fragor y la fuerza que emana en dichas caídas. Su caudal puede llegar a los 700.000 metros cúbicos por minuto. Este gran volumen unido a la altura de la que caen, en este punto 93 metros, hace que antes incluso de llegar al fondo del abismo sea golpeado por los fuertes vientos ascendentes creando una gran nube de vapor y gotas de agua. Las vistas de las cataratas principales en el punto 8 tampoco desmerecen para nada. Y en ambos puntos hay altos y bonitos árboles junto con exuberante maleza. A partir del punto nueve dejamos de tener buena visibilidad. Los vientos ascendentes aquel día y en aquella hora tenían que ser bastante fuertes porque se alzaba una gran niebla de rociado que impedía ver nada, aparte de ponernos chorreando. Nos pusimos los chubasqueros y tuvimos que cubrir la cámara con una funda de plástico. Era como caminar bajo una ducha constante. En los puntos 11 y 12 se puede divisar de frente la Isla Livingstone. La isla Livingstone, al igual que isla Boaruka, es lo suficientemente grande para separar la gran cortina de agua, incluso con pleno caudal. Separa las Main Falls de las Horseshoe Falls. Esta isla recibe su nombre de David Lingstone. Viajaba por el río Zambeze en una expedición para abrir una vía de navegación por el mismo, la cual no tuvo éxito por los muchos rápidos que tiene el río. Había pasado la noche anterior en la isla de Kalai, unos kilómetros río arriba de las cataratas. Fue trasladado desde aquí en una canoa por la gente local ,que conocía bien el río, hasta otra isla que estaba en medio del río y al borde de la cascada y desde ella fue que pudo ver por primera vez las cataratas. Esta isla no es otra que la que ahora se llama Isla Livingstone, en su honor. Cuando se acercaban a las cascadas pudieron ver las columnas de rocío y oír el rugido del agua y les pareció exactamente como humo que estaba tronando. La impresión que ello produjo al explorador la dejó perfectamente detallada en sus escritos. Y eso que cuando hizo este viaje era la estación seca, un 16 de noviembre. Hoy día, en la estación seca, se organizan excursiones desde Zambia para visitar esta isla, con algún picnic y también combinándola con un baño en una depresión adjunta llamada Sillón Falls, en la que se encuentra la llamada Devil’s Pool. Con la que nos estaba cayendo encima de agua ni que decir tiene que no es mucho lo que vimos de la isla, la cual, además, estaría medio sumergida, dado el nivel de agua que derrochaban las cataratas. Ya por su nombre adivinas que las siguientes caídas del mirador nº 13 tienen forma de herradura, una fisura en forma de U que se ha erosionado en la parte superior de las cataratas. Estas caídas no tienen el poderío que las Main Falls, tienen menos volumen de agua y son los caños de agua más pequeños. Son las primeras en secarse cuando avanza la estación seca, en octubre y noviembre. La altitud desde dónde caen en este punto es de 95 metros. El punto 14, las caídas del Arco Iris son el punto más alto de todo el frente de las cataratas, 108 metros, son las más profundas. En los días claros y por la tarde se suele ver un hermoso arco iris. Del mismo modo, en este punto, es donde tiene lugar el arco iris lunar, en las noches de luna llena. Se forma por el vapor de las cataratas y la luz de la luna reflejada, un caso bastante insólito. Este punto no se encuentra protegido por ninguna barrera y es por ello peligroso. Y más cuando alcanza hasta aquí la lluvia de rocío y hace las piedras resbaladizas. De tal guisa nos las encontramos nosotros. Como ya he comentado anteriormente, a partir del punto 9 o 10 dejamos de tener visibilidad pues la “humareda” del rocío vaporizado era tan grande y tan espesa que nos lo impedía. A veces, cuando se desplazaban algo, los saltos se podían intuir y echarles un vistazo ligero, pero enseguida se volvían a cubrir. Las pocas fotos que hicimos deprisa no salieron muy claras que digamos. Y eso que ya era agosto y se supone que la temporada seca había comenzado. También ya desde el mirador número 10 observamos que la densa vegetación de la Reserva Forestal disminuía. Esta zona suele estar menos influenciada por las nubes de rocío, (que no fue nuestro caso) por lo que la flora de la selva tropical da paso a algunos matorrales y diversos pastos. Mirador nº 15. Danger Point y Eastern Cataract. El punto de peligro es un promontorio rocoso expuesto y que suele estar golpeado por el viento. La influencia de la nube de rocío que nos había impedido ver las últimas caídas, llegaba hasta aquí. Las rocas peladas estaban resbaladizas y no nos atrevíamos a llegar al borde. Comprendimos el porqué del nombre que le han puesto. Ni que decir tiene que el avistamiento de las caídas seguía siendo deficitario, si bien conseguimos alguna que otra vista lateral de las caídas de los anteriores miradores. Dicen que este es un buen mirador en la temporada seca. Desde este punto se puede ya ver la llamada Catarata Oriental que se encuentra en el lado de Zambia. Son las segundas caídas más altas con 101 metros. Suelen ser las que primero se secan y a veces es posible caminar a lo largo de la parte superior (con ciertos permisos). El camino sigue hasta el siguiente mirador y este trayecto va paralelo a la brecha que comunica con la segunda garganta y por donde se encauza todo el caudal del río una vez superado el desplome de las cataratas de ambos lados, Zambia y Zimbabwe. Todo el volumen del río Zambeze se canaliza por esta salida de 110 metros de ancho durante unos 150 metros y gira bruscamente a la derecha para adentrarse en la segunda garganta. Debido a este giro repentino y el poder del agua se ha excavado un pozo profundo que se llama Boiling Pot. El agua gira casi constantemente y crea remolinos. En ocasiones es posible ver objetos arrastrados por las cataratas dando vueltas en dicho remolino. Incluso los cadáveres de algunos animales. Aquí fue donde se encontraron los cadáveres de una pareja que fue atacada por cocodrilos, río arriba, en 1910. En época seca es posible bajar hasta el Boiling Pot por un camino que baja por el precipicio desde el lado de Zambia. Incluso hay un rafting que combina esta actividad con un baño al pie de las cataratas, cuando el río fluye tranquilamente. El Boiling Point es el punto donde se inició las actuales cataratas. El equivalente a la Caída del Diablo de las cataratas precedentes. Las que formaron la segunda garganta sobre la que se construyó el puente de hierro. Punto 16, The Victoria Falls Bridge . En este mirador ya no llegaba la gran nube de rocío. Pudimos quitarnos el chubasquero y rápidamente nos secamos. Es un mirador excelente para ver la estructura del Victoria Falls Bridge y su gran arco de acero. El puente que une Zimbabwe con Zambia. Se alza sobre el agua 128 metros y tiene casi 200 metros de ancho. Se terminó de construir en 1905 y es una parte de la red ferroviaria que originariamente quería conectar Ciudad del Cabo y El Cairo. Desde este puente se realizan saltos de “bungee”, desde una plataforma en el centro del mismo. Cuando llegamos había habido unos lanzamientos, pero solo alcanzamos a verlos colgando de la cuerda. También desde este mirador se ve parte de las cascadas al fondo de la franja que recoge toda el agua de las cataratas y, de forma algo lejana, uno de los miradores de la parte de Zambia. Suele haber bastantes monos. El frente de las Cataratas Victoria tiene 19 miradores. Hasta el 16 están en la parte de Zimbabwe y los otros tres en la parte de Zambia. Comenzamos a regresar por el mismo camino por el que habíamos transitado a la ida con la esperanza de ver las cascadas en los puntos en que la niebla nos lo había impedido. Se puede volver directamente al recinto de entrada por otro camino más directo. Pero fue otro vano intento. Aquello seguía cubierto de la gran nube y nos volvimos a poner chorreando. Nos paramos a tomarnos un refresco en el bar que hay junto a la salida. Se veían en el mismo varias opciones de comida y había bastante gente ya comiendo. Pero para mí era muy pronto. Le echamos un vistazo a los precios y no parecían estar demasiado subidos. Fuera ya del recinto de las cataratas, decidimos acercarnos hasta el puente. De camino recordamos que los pasaportes los habíamos dejado en el hotel y para llegar hasta el puente había que pasar la frontera de salida de Zimbabwe. Preguntamos y no hubo problema. Lo tienen contemplado. Para solo salir hasta el puente te proporcionan un papelito que llaman el Bridge Pass. Realmente, una vez que sales de la frontera de Zimbabwe, te encuentras en tierra de nadie. Aquello estaba lleno de grandes camiones de carga esperando no se sabe qué. Llegamos hasta la mitad del puente, la otra mitad ya era Zambia. Habíamos sopesado la idea de cruzar a Zambia y ver los miradores desde ese lado. Pero había que sacar el visado y no teníamos el pasaporte. Además, el mirador que habíamos visto de lejos en la parte de Zambia estaba también muy cubierto de la nube de rocío. Estábamos sobre un puente centenario. Sobre el sueño que Cecil Rhodes había proyectado, aunque nunca llegara a verlo ya que murió con anterioridad. El quería que el puente ferroviario cruzara el río Zambeze justo debajo de las Cataratas Victoria para que “el rocío cayera sobre los vagones”. Se eligió la forma de arco de acero de un solo tramo para que no afectara la belleza del entorno. Fue diseñado y construido en Inglaterra y sus piezas se trasladaron hasta allí. Se fueron añadiendo a ambos lados de la garganta y luego se unieron en el medio. Hay bonitas vistas de la segunda garganta, por un lado, y de las cataratas por el otro. Al fondo se deslizan las verdes aguas del río Zambeze. Las vistas de las cataratas son similares a las que se obtienen en el punto de observación nº 16, aunque algo más centradas y lejanas. Se puede ver perfectamente la brecha de salida del caudal de las cataratas y como se adentran en la segunda garganta. También el remolino que llaman Boiling Point. No había mucha gente visitándolo en esos momentos y tampoco nadie que saltara en ese momento con el cable de goma del bungee atado a los tobillos. En un plano de las cataratas había visto que en la foresta que las rodea se indicaba un gran árbol de baobab. No teníamos ese plano pero decidimos ir a buscar el gran árbol. Recordaba que esta fuera de las vallas verdes del parque y en dirección al pueblo. Junto a las vías del tren hay un camino que lleva al pueblo, evitando circular por los arcenes de la carretera, al menos un tramo de la misma. Caminamos por este camino y casi cuando estábamos llegando al pueblo nos dimos media vuelta pues por allí no se veía nada. Preguntamos a unos chicos y nos dieron indicaciones vagas y confusas. Dimos varias vueltas por la zona, recorriendo en parte la Zambeze Drive y llegué a la conclusión de que el baobab se encontraba entre la vegetación de la foresta del Zambeze Park y que para verlo habría que adentrarse en ella. Mi marido se negó porque la zona estaba muy solitaria y podíamos encontrarnos cualquier animal. Así que me quedé sin ver el baobab. Dicen que tiene 16 metros de diámetro y 20 metros de altura. Nos volvíamos hacia el hotel por el mismo camino que habíamos escogido por la mañana. Pensábamos comernos algo ligero en la Stanley Terrace. Pero nos acordamos de pronto de las vistas hacia los desfiladeros y del Lookout Café. Así que nos acercamos a probar suerte por si había alguna mesa libre, aunque en la mañana nos habían dicho que era necesario reservar. Tuvimos suerte y encontramos una mesa que se estaba quedando libre. El horario era ya cercano a las tres de la tarde y eso jugó a nuestro favor. En la terraza del Lookout Café corría una ligera brisa, proveniente de la garganta del Zambeze, que proporcionaba un ambiente fresco y agradable. El menú estaba muy bien y los precios no eran tan caros como de primeras puede parecer, dado el lugar privilegiado en el que se encuentra. Comimos estupendamente y era todo un gustazo disfrutar de aquellas vistas. El lugar es también muy apropiado para ir a tomarse algo al atardecer. Había variedad de bebidas y un menú de cócteles. (A fecha de primeros de enero de 2019 he leído que este restaurante se había quemado completamente. Alguien comentó que había visto la noticia en Twiter. Esperemos que puedan volver a levantarlo) Por la tarde yo quería volver al recinto de las cataratas aunque hubiera que volver a pagar los 30$. Quería intentar verlas sin la neblina, pero mi marido dijo que ya había tenido bastante y yo no me atreví a irme sola por aquellos caminos. Y debería de haberme ido. Luego vi fotos de compañeros con arco iris incluido. Me lo perdí…. Creo que es importante escoger la hora de visita de las cataratas. Para el vuelo en avión es mejor la hora de la mañana. Ayer por la tarde el sol impedía que las fotos fueran claras. Y para la visita a pie el horario mejor es por la tarde. El sol da sobre la superficie del agua y se puede apreciar el arco iris en determinados puntos. Para muestra ...... Mi marido se fue a la piscina y yo a terminar algunas compras que tenía pendientes. A las ocho habíamos quedado todos los compañeros en cenar juntos en el restaurante “Three Monkeys”. Se encuentra al lado del Snake Park…… gr… gr…(odio las serpientes) El restaurante se encuentra en una terraza al aire libre y tiene muy buen ambiente y desenfadado. Es conveniente reservar. Estaba al completo. El día anterior nuestra guía ya nos había enseñado el menú y habíamos escogido cada uno el plato que quería comer. Y con eso ahorramos bastante tiempo. El restaurante tiene muy buenas críticas pero muchos coinciden en que el servicio es lento. El menú consiste en pizzas y muchas clases de hamburguesas, aunque creo recordar que también tenían platos de carne. Pero carne ya habíamos comido la noche anterior. Varios habíamos escogido la combinación de tres pequeñas hamburguesas de sabores distintos, una de ellas de cocodrilo. Estaban bastante buenas. Los precios, para ser Vic Falls, razonables. MOMENTOS Y MOMENTAZOS El momentazo del día consistió en el desayuno con vistas a las cataratas. Todos los momentazos no van a ser de ver cosas. Y claro está que también la vista de las cataratas, especialmente la que se obtiene de las Main Falls. Buenos momentos comiendo con las vistas a la segunda garganta en el Lookout Café y la cena en Three Monkeys. No por las hamburguesas, sino por la compañía de los magníficos compañeros que habíamos tenido en el viaje. Creo que mejor equipo no se consigue ni haciéndolo aposta. Siempre tendré un grato recuerdo de este viaje y ello se deberá, en gran medida, a todos los compañeros que compartimos esta aventura. Índice del Diario: POR ZIMBABWE Y BOTSWANA, DE NOVATOS EN EL AFRICA AUSTRAL
01: INTRODUCCION
02: Viaje y llegada al PN de Hwange
03: Safari diurno y nocturno en Parque Nacional de Hwange
04: Nos vamos al PN Matobos
05: Explorando el Parque Nacional de Matobo
06: Cruce de Zimbabwe a Botswana. Nata, santuario de aves
07: Makgadikgadi Pans: entre boabads, suricatos y noche en Ntwetwe Pan.
08: Parque Nacional de Makgadikgadi. Migración en el río Boteti
09: Traslado a Maun. Nos adentramos en el Delta del Okavango
10: En el corazón del Delta del Okavango. Safari a pie, mekoro, poblado Xaxaba
11: Vuelo sobre el Delta del Okavango. Llegamos a Moremi.
12: Dejamos Moremi y nos vamos a Savuti, (Parque Nacional de Chobe)
13: PN Chobe. De Savuti a Kasane. Crucero río Chobe.
14: Victoria Falls. Vuelo en helicóptero.
15: Cataratas Victoria. El humo que truena nos envuelve.
16: EL LARGO VIAJE DE VUELTA A CASA
Total comentarios: 28 Visualizar todos los comentarios
📊 Estadísticas de Etapa ⭐ 0 (0 Votos)
Últimos comentarios al diario: POR ZIMBABWE Y BOTSWANA, DE NOVATOS EN EL AFRICA AUSTRAL
Total comentarios: 28 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN LA ETAPA
Diarios relacionados BOTSWANA, ZIMBABWE Y CATARATAS VICTORIA: Tras la Senda de los Elefantes
Safari de 15 días por el oeste de Zimbabwe y el norte de...
⭐ Puntos 5.00 (32 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 228
Aventuras por Namibia, Botswana y Cataratas Victoria a nuestra bola
26 días por libre, en 4x4 con tienda en el techo... una...
⭐ Puntos 4.97 (33 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 198
Nambots (Namibia Y Botswana)
21 días en 4x4 por libre. Incluyendo Zimbabwe para ver las cataratas Victoria.
⭐ Puntos 4.90 (20 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 120
Namibia, Cataratas Victoria (Zimbabue) y Sudáfrica
En este diario contaré nuestra ruta de tres semanas a través de distintos...
⭐ Puntos 5.00 (7 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 75
15 días por el África Austral
Dos semanas en las cataratas Victoria, Swazilandia, buceando en Tofo (Moçambique) y en el parque...
⭐ Puntos 4.88 (8 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 74
Galería de Fotos
|