Día 3- Nápoles ✏️ Diarios de Viajes de Italia

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Este era nuestro último día en Nápoles y fuimos a visitar le Catacombe di San Gennaro en el Barrio de Sanitá. Por cierto, fuimos con el autobús municipal el cual hacia muy poco, había cambiado su número habitual de línea provocando algún que otro lio con algún turista despistado.
Una vez llegamos a la colina de Campodimonte, compramos los billetes para ver la catacumbas, donde esta vez elegimos la opción de guía en inglés (en español, nada de nada).
Se trata de una visita a la oscuridad y a la humedad. Es como si retrocedieras en el tiempo. La guía explico que aquí fue donde durante bastante tiempo se dio sepultura al pueblo napolitano durante un tiempo. Nos gustó mucho la visita, a pesar de no entender alguna explicación por nuestra falta de inglés.


Al salir de las catacumbas, paramos a pasear por los bellos jardines del Palazzo Real de Capodimonte. Una vez respiramos un poco de aire fresco y disfrutamos de la naturaleza en medio de la urbe, continuamos con nuestra ruta.


Nuestra siguiente visita era el Cimitero delle Fontanelle. Lo primero que he de comentar es nos costó un poco de encontrarlo ya que no está demasiado señalizado y además, tiene una entrada un poco escondida entre las calles de Nápoles. Luego una vez se accede, impresiona su entrada en la roca de una gran montaña. Dentro impresiona, hay miles de esqueletos y millones de huesos y puedes palpar un ambiente de absoluto respecto, donde parece que solo se escucha las historias de cada uno de los cadáveres que yacen allí. Parece ser que este cementerio fue utilizado como fosa común para las personas que morían a consecuencia de epidemias (peste, cólera…) o por catástrofes naturales.
Parece ser que aún hoy en día sigue intacta la costumbre de traerles ofrendas para ganarse el cielo, y quizá un poco de suerte mientras esperan su paso ante San Pedro.


Llegamos a la hora de la comida, muertos de hambre. Y teníamos claro dónde íbamos a comer nuestra pizza, en: Pizzería Starita. Está pizzería se encuentra situada en el pobre y auténtico barrio de Mater Dei.
Esta, junto con la Pizzeria Da Michele, son las pizzerías más famosas de todo Nápoles. De la última no puedo opinar ya que no fuimos (nos ha quedado pendiente) pero de la Starità, puedo decir que nunca en mi vida había comido una pizza mejor que aquella.
Starità es una pizzería del 1901, o sea tiene más de 100 años de historia, y parte de su fama se debe al film de Vittorio de Sica, L’oro di Napoli, película protagonizada por una increíble Sofía Loren donde interpreta a una cocinera italiana que abría cada mañana su puesto callejero para vender la pizza frita. La pizzería donde trabaja en la película se llama Da Sofia pero en realidad el rodaje se hizo en 1954 junto a la auténtica Pizzería Staritá.
Yo pedí una Pizza Frita, Miquel una Margarita, y he de decir que ambas estaban perfectas. Lo acompañamos de sendos Aperol Spritz y de verdad, que fue una delicia culinaria. Lo recomiendo sin lugar a dudas.


Después continuamos paseando por las estrechas calles napolitanas, esquivando el loco tráfico y las alocadas motocicletas ocupadas por dos, tres y hasta cuatro pasajeros y sin casco, hasta que llegamos a la Piazza del Plesbicitio.
La Piazza del Plebiscito es una de las plazas más grandes de toda Italia y dicen que es donde se hacen todo tipo de actividades artísticas y culturales.
La plaza se encuentra al final de Vía Toledo y muy cerca del Teatro San Carlo y de las Galerías de Umberto I, los cuales ya habíamos visitado.

Nos dimos una última vuelta por la zona de Porta Nolana donde pudimos disfrutar de un original mercado, y de vuelta para el B&B y a descansar que al día siguiente, cogíamos el ferry para ir a Isquia.

Para acabar, decir que a pesar que nos dicen que Nápoles es una ciudad insegura, sucia, con la terrible mafia napolitana, que es peligrosa…he de decir que durante toda mi estancia, nosotros nunca tuvimos sensación de inseguridad (el único temor era cruzar las calles por el tráfico napolitano, jajajaja).
A Nápoles la resumiría como una ciudad ruidosa, caótica pero que te engancha, que te enamora y que te cautiva.
¡Nápoles es auténtica!

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