DÍA 5 (CONTINUACIÓN).
Después del Predil, ya en suelo esloveno de nuevo, entramos en la carretera 206 o de Vršič. Nuestra idea era hacerla en dos partes, una viendo hoy las gargantas del Soča y durmiendo en Trenta, y la otra, el resto hasta el norte, al día siguiente.
En esta imagen puedes ver las distintas gargantas que tiene el Valle del Soča (señalizadas como “korita” o “troughs”):
La carretera 206 une Bovec, en el suroeste de los Alpes Julianos, con el norte, en la turística Kranjska Gora. Tiene 50 curvas y en algunas de ellas encontramos visitas significativas.
Nada más entrar en ella, a la derecha encontramos el Cementerio de soldados austrohúngaros, de la Primera Guerra Mundial, cuyos restos fueron traídos de otros cementerios de los alrededores. Los soldados italianos que estaban enterrados aquí fueron llevados a Kobarid. El sitio destaca por su recogimiento y su alineamiento geométrico.
Una parada que llevábamos apuntada, no muy conocida, era la de garganta Zmuklica (korita Soče pri Krsovcu), que encontramos en la web de Soča-valley, en el apartado de Atracciones-naturaleza-gargantas y cascadas. La entrada está a medio kilómetro del pueblo de Kal Koritnica, en el km 20 de la misma 206, junto a un cartel con normas de navegación. Y es que esta es la entrada para llegar al río y practicar distintos deportes, como el kayaking. En Maps está señalizado como “kayak erstwhile Golobar ropeway”. De hecho nos cruzamos con varias personas que bajaban o subían con sus kayaks.
El sendero está señalizado, es en bajada con leves pendientes. En la bifurcación tomamos a la izquierda por un camino de tierra, a veces húmedo, caminando entre las raíces y un puente de madera hecho de varios tablones pegados al suelo. Llegamos a una pequeña “playita” donde solo hay tres jóvenes. La garganta está a la izquierda, hay una especie de cueva con un hueco hacia el agua imposible. Continuamente nos da la sensación de que esto no los estamos viviendo nosotros.
Seguimos hacia Trenta. La siguiente parada son las conocidas como gargantas del Soča, la pequeña o Mala Korita Soče y la grande o Velika Korita Soče. Están cavadas en roca caliza desde la época del Cretáceo. El paso de las aguas del río por tan estrecho canal provoca la erosión de la roca y la formación de rápidos con forma de torbellino.
Primero paramos en Krsovec, en un puente de madera, que pueden cruzar los coches. Entramos en el pueblo de Soča, pasamos Lepena y a 200 m encontramos una señal para canoas en Velika Korita. Bajamos hacia Lepena, llevábamos apuntado que se aparcaba por allí, pero no vimos dónde. Seguimos hasta el km 11, hasta el Camping korita, con el cartel de “completo” y vemos la garganta desde el puente. Deducimos que este es el final de la garganta grande.
La Mala korita Soče es la garganta pequeña, de 100 metros, y se ve desde el puente de piedra.
Retrocedemos hasta el km 14 y ya vemos el cartel Velika Korita Soče. Atravesamos el puente colgante y caminamos primero por la margen izquierda y después por la derecha.
Es un espectáculo natural maravilloso, el color del agua, la forma redondeada en la roca, casi lisa por la erosión, los rápidos y las pozas que se forman... Inolvidable, aunque creo que hicimos la ruta con mucho desorden.
Cansados y agotados por el calor, pasamos el pueblo de Trenta y Dom Trenta (la oficina de turismo), sin ver la famosa Zlatorog, la gamuza de los cuernos de oro de la leyenda eslovena. Llegamos a nuestro apartamento Trenta, el más pequeñito y sencillo de todos en los que estuvimos, pero con una terraza con unas vistas inolvidables a los Julianos... Además, la situación inmejorable, para hacer en dos partes la carretera de Vršič . El alojamiento escasea mucho en esta zona entre Trenta y Soča. Esta noche dormimos en plena curva 50.
Mañana seguiremos recorriendo el corazón del Parque Nacional de Triglav.
Después del Predil, ya en suelo esloveno de nuevo, entramos en la carretera 206 o de Vršič. Nuestra idea era hacerla en dos partes, una viendo hoy las gargantas del Soča y durmiendo en Trenta, y la otra, el resto hasta el norte, al día siguiente.
En esta imagen puedes ver las distintas gargantas que tiene el Valle del Soča (señalizadas como “korita” o “troughs”):
La carretera 206 une Bovec, en el suroeste de los Alpes Julianos, con el norte, en la turística Kranjska Gora. Tiene 50 curvas y en algunas de ellas encontramos visitas significativas.
Nada más entrar en ella, a la derecha encontramos el Cementerio de soldados austrohúngaros, de la Primera Guerra Mundial, cuyos restos fueron traídos de otros cementerios de los alrededores. Los soldados italianos que estaban enterrados aquí fueron llevados a Kobarid. El sitio destaca por su recogimiento y su alineamiento geométrico.
Una parada que llevábamos apuntada, no muy conocida, era la de garganta Zmuklica (korita Soče pri Krsovcu), que encontramos en la web de Soča-valley, en el apartado de Atracciones-naturaleza-gargantas y cascadas. La entrada está a medio kilómetro del pueblo de Kal Koritnica, en el km 20 de la misma 206, junto a un cartel con normas de navegación. Y es que esta es la entrada para llegar al río y practicar distintos deportes, como el kayaking. En Maps está señalizado como “kayak erstwhile Golobar ropeway”. De hecho nos cruzamos con varias personas que bajaban o subían con sus kayaks.
El sendero está señalizado, es en bajada con leves pendientes. En la bifurcación tomamos a la izquierda por un camino de tierra, a veces húmedo, caminando entre las raíces y un puente de madera hecho de varios tablones pegados al suelo. Llegamos a una pequeña “playita” donde solo hay tres jóvenes. La garganta está a la izquierda, hay una especie de cueva con un hueco hacia el agua imposible. Continuamente nos da la sensación de que esto no los estamos viviendo nosotros.
Seguimos hacia Trenta. La siguiente parada son las conocidas como gargantas del Soča, la pequeña o Mala Korita Soče y la grande o Velika Korita Soče. Están cavadas en roca caliza desde la época del Cretáceo. El paso de las aguas del río por tan estrecho canal provoca la erosión de la roca y la formación de rápidos con forma de torbellino.
Primero paramos en Krsovec, en un puente de madera, que pueden cruzar los coches. Entramos en el pueblo de Soča, pasamos Lepena y a 200 m encontramos una señal para canoas en Velika Korita. Bajamos hacia Lepena, llevábamos apuntado que se aparcaba por allí, pero no vimos dónde. Seguimos hasta el km 11, hasta el Camping korita, con el cartel de “completo” y vemos la garganta desde el puente. Deducimos que este es el final de la garganta grande.
La Mala korita Soče es la garganta pequeña, de 100 metros, y se ve desde el puente de piedra.
Retrocedemos hasta el km 14 y ya vemos el cartel Velika Korita Soče. Atravesamos el puente colgante y caminamos primero por la margen izquierda y después por la derecha.
Es un espectáculo natural maravilloso, el color del agua, la forma redondeada en la roca, casi lisa por la erosión, los rápidos y las pozas que se forman... Inolvidable, aunque creo que hicimos la ruta con mucho desorden.
Cansados y agotados por el calor, pasamos el pueblo de Trenta y Dom Trenta (la oficina de turismo), sin ver la famosa Zlatorog, la gamuza de los cuernos de oro de la leyenda eslovena. Llegamos a nuestro apartamento Trenta, el más pequeñito y sencillo de todos en los que estuvimos, pero con una terraza con unas vistas inolvidables a los Julianos... Además, la situación inmejorable, para hacer en dos partes la carretera de Vršič . El alojamiento escasea mucho en esta zona entre Trenta y Soča. Esta noche dormimos en plena curva 50.
Mañana seguiremos recorriendo el corazón del Parque Nacional de Triglav.