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JUEVES 20 DE JUNIO
En toda vacación hay un día tonto y hoy nos tocaba a nosotros
El plan inicial era acercarnos a las Termas de Saturnia y a la vuelta pasar por el Valle de Orcia pero Andrea, el dueño del agriturismo, nos convenció de que, ya que estábamos por la provincia de Grosetto, nos acercáramos a ver la zona de Orbetello y sus playas. Be-lli-si-ma, decía así con acento italiano
. Yo no lo tenía tan claro, no me gusta nada improvisar en los viajes y me parecía mucha distancia, pero nos apetecía pasar un día acuático y como nos había dado tan buenas recomendaciones gastronómicas le hicimos caso. Una y no más 
. El recorrido del día fue el siguiente:
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Si lo hubiéramos chequeado antes en el Google Maps probablemente lo habríamos cancelado. ¿¿¿ 3 horas de coche ??? ¿¿¿ para 176 kilómetros????
TERMAS DE SATURNIA
www.gogoterme.com/ ...ulino.html
La verdad es que esta visita sí teníamos muchas ganas de hacerla porque habíamos visto fotos y nos parecía un sitio precioso e imprescindible.
Parece increíble pero la Toscana cuenta con unos cuantos volcanes aunque ninguno está activo. El mayor de ellos es el Monte Amiata, que con 1738 metros de altura es el segundo volcán más alto de Italia tras el Etna. Se encuentra localizado en el valle de Orcia cerca de Radicofani y tiene una superficie volcánica de casi 85 Km2 con un grosor del material volcánico de más de 600 m. Aunque dormido, sigue dotando de actividad termal a toda la región y así son numerosas las surgencias de aguas termales en la zona. Así en la Toscana tenemos al norte las Termas de Montecatini cerca de Pistoia y los Bagni di Lucca. Al sur destacan los Bagni San Filippo y Bagno Vignoni en el Valle de Orcia, las Termas de Petriolo al sur de Siena y por supuesto las Termas de Saturnia. Aquí hay más información sobre las termas de la región.
Las termas de Saturnia son quizás unas de las termas más bellas y espectaculares de Toscana y recuerdan un poco a las de Pamukkale en Turquía, aunque en menor escala. Se encuentran al sur de Toscana, en la provincia de Grosseto.
La leyenda cuenta que las Termas de Saturnia se originaron por el enfado de Saturno con los humanos que lanzó rayos contra el Monte Amiata e hizo surgir agua sulfúrea. En tiempos de los Etruscos ya eran conocidas y los romanos a partir del año 280 a. C. levantaron edificios en la zona para aprovechar las virtudes terapéuticas de sus aguas. En la Edad Media, las Termas de Saturnia se rodearon de misterio pues se creía que el demonio salía del infierno a través de sus aguas.
Llegar a ellas es difícil porque además de lejos de Siena, no están cerca de autopistas y el terreno es muy accidentado por lo que nos llevó casi dos horas cubrir los 107 km que nos separaban de ellas. Desde lo alto de la carretera a escasos 2 km de las termas, había un mirador con una vista panorámica del complejo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Pero seguimos los carteles de Termas de Saturnia que nos llevaron a un elegante centro termal de lujo con campo de golf que se ha instalado en su cercanía aprovechando el termalismo de la zona. En realidad lo que hay que seguir es el cartel de Cascate del Mulino. Una estrecha pista de tierra nos llevó a un mísero aparcamiento (gratuito afortunadamente) que estaba atestado y no tenía ni una sombra. Para que no haya dudas, la localizacion GPS es: 42°38'53.4"N 11°30'42.9"E
A escasos 100 metros de parking, y tras pasar el habitual chiringuito de estos sitios, llegamos a las termas. Por supuesto la entrada al sitio es libre.
El agua surge de una pequeña cascada situada junto a un insulso edificio de piedra. La cascada tiene un caudal tremendo de 800 litros por segundo y la temperatura del agua es de 37ºC. Esto sólo ya sería curioso de ver pero lo interesante del sitio es que a lo largo de los años el agua sulfurosa ha ido depositando sus sales para crear multitud de pequeñas piscinas calcáreas de intenso color blanco que se han ido formando a diferentes niveles entre los que va cayendo el agua en infinitas cascadas hasta llegar a un pequeño río que las recoge y se las lleva.
Dicho así, parece precioso. Y lo es. Las fotos así lo atestiguan.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Ahora bien, la experiencia empeora un poco cuando te das cuenta que las piscinas están totalmente atestadas de familias de italianos con sus niños, la abuela y el perro, los bañadores turbo, los tatuajes, los bocadillos y la Casera (o lo que beban estos) y un griterío constante en un ambiente muy poco relajante. Y eso que era jueves. No me imagino lo que debe ser esto en fin de semana...
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Por otra parte, no hay ninguna adaptación para los visitantes: no hay pasarelas ni duchas ni farolas ni papeleras ni césped ni sombra alguna en todo el recinto. Por otro lado hay un desagradable olor a azufre en toda la zona y el agua, por su alto contenido en sal, es un poco densa y untuosa, lo que puede resultar algo desagradable. Por último, el suelo está lleno de guijarros y es muy cortante por lo que llegar a las piscinas sin chanclas es tarea peligrosa. Además el fondo de las piscinas esta formado por millones de bolitas de sales que hacen imprescindible el uso de escarpines o cangrejeras para moverse por ellas.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Así que cruzamos el río jugándonos la integridad de nuestras plantas, dejamos nuestras pertenencias a la sombra de unos míseros juntos y nos lanzamos al termalismo salvaje. Pasamos de piscina en piscina mientas hacíamos fotos y escalamos diferentes niveles poniendo en grave riesgo nuestras vidas e incluso yo me atreví a llegarme hasta la cascada donde el chorro sale con tanta fuerza que te tira al suelo (y si llevas un bañador turbo ni te cuento lo que te hace...
). . *** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El caso es que el baño es muy agradable (quizá sería mejor en invierno que en verano porque el agua sale bastante caliente) y el sitio es precioso y está en un hermoso enclave rodeado por un bosquecillo y con la vista de las montañas en la lejanía...
Peeero al poco rato ya teníamos suficiente. El agua estaba demasiado caliente, el ambiente nos abrumaba y los pies nos dolían a rabiar así que emprendimos la huida. El caso es que habíamos estado menos tiempo en las termas que lo que nos había llevado llegar a ellas
. No me malinterpretéis. El sitio es precioso y ciertamente especial y merece una visita. Ahora bien, no sé si tanto como para conducir 2 horas. Si estáis cerca, adelante. Si no, a pensárselo. Sobre todo sabiendo que hay termas más bonitas en el Valle de Orcia de las que hablaré en próximos capítulos.
ORBETELLO Y PORTO ERCOLE
Un poco frustrados, tomamos la decisión de enderezar el día en la playa. Así que sin más reflexión nos encaminamos a Orbetello. Éste es un pequeño pueblo que se asienta en una estrecha lengua de terreno que atraviesa una laguna con forma triangular delimitada por dos franjas de tierra formadas entre una isla y tierra firme. Como una imagen vale más que mil palabras, ésto es Orbetello:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nos costó llegar otra hora. Eran ya las 2:30 de la tarde y nos encaminamos a un restaurante que nos había recomendado Andrea: I pescatori pero estaban cerrando. Lo intentamos en otro que estaba al lado. Allí confirmamos dos cosas: que los italianos comen pronto y que en Orbetello parece que no quieren ganar dinero porque también nos echaron. Finalmente comimos en una cafetería tipo Starbucks llamada Ponente 13 unas ensaladas y unas albondigas de pescado muy ricas.
El caso es que desde el coche el sitio nos había parecido el típico pueblo de costa sin ningún interés salvo la espléndida laguna de la que está rodeado. Dimos un corto paseo por el muelle, pasamos por delante de un fuerte decimonónico e hicimos una foto a un molino que está en el agua y que sale en todas las fotos turísticas del pueblo por lo que consideramos que ya habíamos hecho todo el turismo que debíamos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
De nuevo en el coche, atravesamos la laguna para llegar a la isla frente al pueblo llamada Monte Argentario.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Siguiendo las recomendaciones de Andrea nos encaminamos a Porto Ercole que es un pueblo muy bonito localizado en una pequeña bahía entre dos colinas, con su caserío disperso por las laderas y con un puerto muy pintón pero que tampoco nos pareció la bomba. Como esos en España a patadas
. Subimos a la parte alta de la ciudad, echamos una foto panorámica, le preguntamos a google y nos fuimos a la playa del Can.*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Como he dicho antes, la laguna de Orbetello está delimitada por dos estrechas lenguas de terreno. En la más cercana a Puerto Ercole hay una playa larguísima llamada del Can y allí nos encaminamos. Llegar al sitio también nos costó Dios y ayuda porque el acceso era por un estrecho camino entre urbanizaciones en el que no cabían dos coches a la vez y totalmente caótico. Dejamos el coche tirado en un solar entre otros cientos de coches y motos y temiéndonos lo peor nos acercamos a la playa.
Tengo que reconocer que la playa era bonita y larga para aburrir y aunque había mucha gente, no había ninguna aglomeración. Como era tarde tampoco nos alejamos mucho y nos quedamos al inicio junto a un chiringuito y las sombrillas de alquiler.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Allí pasamos un placentero rato de baño y relax pero que no consiguió quitarnos de la cabeza las dos horas de coche que nos faltaban para volver a casa y la sensación de que este día habíamos hecho el primo.
A las 6 los italianos empezaron a irse, los de las sombrillas a recoger y casi nos quedamos solos así que de vuelta al coche y al agriturismo en otro viaje de pesadilla.
Para intentar resarcirnos, nos fuimos a cenar a Siena. Dejamos el coche en el parking gratuito Il campino que esta detrás de la Fortaleza Medicea, una enorme fortificación renacentista que ahora es un parque público.
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Cenamos en la Pizzeria di Nono Mede, el mismo sitio donde habíamos cogido las pizzas el día anterior que estaba en la Via Camporeggio con las maravillosas vistas de Siena al atardecer. Sin embargo la comida estuvo regular y nos pegaron una clavada así que, sí, disfrutamos de las vista, pero no enderezamos el día
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Dimos un paseo nocturno por la ciudad con helado de chocolate fondente incluido y nos llegamos hasta la Catedral donde nos topamos con la procesión del Corpus (supongo que en Siena las procesiones hay que hacerlas nocturnas para no interferir con el turismo
). El caso es que allí iba toda Siena, ellos con uniformes de todos los colores, ellas con mantillas y decenas de curas y religiosos, e incluso el Obispo bajo palio!!! entrando en la Catedral para la misa. Como digo, Siena es muy, muy, muy tradicional . 
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