Salimos de Madrid el sábado 29 de agosto. El primer destino del viaje era el Mont Saint Michel, y decidimos parar la primera noche en La Rochelle. Otra de las ideas era aprovechar lugares intermedios que mereciesen la pena para comer y descansar, en lugar de hacerlo en una gasolinera o un área de descanso. Después de unas cinco horas al volante llegamos a San Juan de Luz, justo al cruzar la frontera, en el país vasco francés. El pueblo es precioso, dimos un paseo por la playa y por el centro del pueblo, con numerosos restaurantes. Las casas siguen la misma línea de los pueblos del país vasco español. Teníamos pensado incluso darnos un bañito en la playa (aunque el día no estaba para ello), pero el tener todas las cosas en el coche aparcado en la calle no nos tranquilizaba, y tras algo más de una hora de descanso reanudamos el viaje. Eso sí, hemos decidido hacer una escapadita a este pueblo el año que viene.
Por la mañana habíamos parado en Burgos para echar gasolina, y nos sorprendió que la gasolinera estuviera abarrotada a pesar de ser las 9 de la mañana, y tuvimos que esperar 15 minutos para llenar el depósito. Pensábamos que era por ser el último fin de semana de agosto, y los inmigrantes portugueses, españoles y del norte de África volvían a Francia de sus vacaciones (y no son pocos). Pero la magnitud real de la situación la vivimos al llegar a Burdeos: 3 horas para recorrer un tramo de poco más de 30 kilómetros. Si alguien va a viajar a Francia en coche, no lo hagáis el último fin de semana de agosto, o tratad de evitar pasar por Burdeos. Porque además de los atascos tienes que pagar los peajes, que no son baratos.
Todo esto trastocó los planes del resto del día, teníamos pensado llegar sobre las 4:30 a La Rochelle y visitar Ile D`Oleron o Ile de Re, y finalmente nos conformamos con dar un paseo por el animado puerto de la ciudad, donde vimos unos restaurantes muy bonitos que parecían el interior de barcos, y tras comer algo nos fuimos a descansar al hotel. El hotel estaba en Aytré, a 5 minutos del centro de La Rochelle. Lo habíamos reservado por Booking, 49 euros con parking sin desayuno. La jornada, de unos 900 Km., la más larga del viaje con diferencia salvo la del último día, no habría sido dura de no haber sido por el tráfico en Burdeos, y nos dormimos pensando ya en la jornada del día siguiente.
Todo esto trastocó los planes del resto del día, teníamos pensado llegar sobre las 4:30 a La Rochelle y visitar Ile D`Oleron o Ile de Re, y finalmente nos conformamos con dar un paseo por el animado puerto de la ciudad, donde vimos unos restaurantes muy bonitos que parecían el interior de barcos, y tras comer algo nos fuimos a descansar al hotel. El hotel estaba en Aytré, a 5 minutos del centro de La Rochelle. Lo habíamos reservado por Booking, 49 euros con parking sin desayuno. La jornada, de unos 900 Km., la más larga del viaje con diferencia salvo la del último día, no habría sido dura de no haber sido por el tráfico en Burdeos, y nos dormimos pensando ya en la jornada del día siguiente.