YANGSHUO --- dias 1 y 2 --- ✏️ Diarios de Viajes de China

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TERCERA ETAPA --- El rio Li y los Paisajes Kársticos ---


dia 5 de agosto ---

Es muy fácil recoger el equipaje en la grande, luminosa y sosilla habitación del Central Wada Hotel en Guilin. Y es fácil porque hoy no nos va a doler mucho lo que dejamos atrás. Y hay ilusión por el viaje en barco hasta Yangshuo.
Los viajes en barco por los rios de Asia son otra de nuestras debilidades. Siempre los disfrutamos mucho. Por eso, a pesar del precio, no dudamos en viajar hasta Yangshuo en el barco turístico. Contratado en el hotel nos costó 405 yuanes por persona.
Desayuno rápido y cordial despedida del personal de recepción. En la calle con las maletas y , puntual como siempre , aparece la guia que nos va a acompañar hasta Yangshuo.
Ahora que lo pienso todos los guias que nos acompañan en estas excursiones tienen un perfil muy parecido. Son chicas jóvenes, sonrientes y muy discretas. Intervienen poco en el viaje pero estan siempre pendientes de que no te despistes en el tiempo y en el espacio. Y NUNCA, NUNCA esperan propina. Esto es una experiencia que no deja de sorprendernos.

Subimos al pequeño autobús donde escuchamos hablar castellano después de muchos dias. Salimos a las afueras de Guilin y muy pronto estamos en el muelle donde va a empezar el crucero.
Aqui hay la típica aglomeración de puestos de comida, bebida y baratijas varias. Bastante gente, cada uno con el papelito que corresponde a nuestro barco.
El dia es precioso.
Pasar las maletas por la pasarela y entrar en la sala donde tenemos nuestros asientos junto a la mesa donde a mediodia nos van a servir la comida.
Ya notamos el suave movimiento del barco y ya estamos subiendo a cubierta a disfrutar del espectáculo.



Las aguas verdosas y tranquilas como espejos. El sol muy caliente y la brisa húmeda y refrescante.
Y enseguida aparecen los primeros picos y los segundos picos, los terceros picos y los infinitos picos que nos rodean. Que se acercan y se alejan sin casi darnos tiempo a tomar conciencia de su presencia.
Tratamos de fijar las imágenes con nuestras cámaras y disparamos una y otra vez pretendiendo lo imposible.





El paisaje es realmente espectacular.
Y los pequeños embarcaderos y pueblecitos de las orillas una imagen de gran pureza.
Y estamos un buen rato con la mente en blanco, paseando la mirada de orilla a orilla, del agua al cielo, fusionandonos con el sorprendente mundo kárstico del rio Li.
Las montañas reciben sugerentes nombres relacionados con sus formas. La colina de los 5 dedos. El niño que adora a Buda. La cabeza de dragón. La colina de los 9 caballos Y la más famosa porque aparece en el billete de 20 yuanes.
Los pasajeros de cubierta juegan a encontrar y capturar las míticas montañas.




A mediodia bajamos al comedor para refrescarnos un poco y degustar la correcta comida que incluye este crucero. Entonces nos visita la sonriente guia para comentar el fin del viaje pues hay gente que regresa hoy a Guilin y ella debe recogerlos y dirigirlos al autobús de regreso. Como nosotros nos quedamos en Yangshuo solo nos aconseja sobre el camino a nuestro hotel y nos despedimos.
Todavía volvemos un ratito a cubierta a seguir con nuestras ensoñaciones hasta que vemos aumentar el trajin de barcos y comprendemos que ha llegado el final.



Haciendo un esfuerzo sacamos las maletas del barco y subimos los escalones del muelle. Rápidamente desaparece todo el mundo y nosotros, los últimos, andando despacio, arrastrando las maletas, caminamos la larga calle ( 1 kilómetro ) que va del muelle al pueblo. Por suerte es una calle cubierta con lo que no hace demasiado calor. Todo el trayecto es como un mercadillo lleno de tiendas supongo que para los turistas exprés. Ya nos queda claro que esto es muy turístico.
Al final de la calle hace un calor terrible, pero ya estamos delante del HOTEL RIVER VIEW donde pasaremos las 3 próximas noches.
Tal como esperaba ( por el precio ) el hotel está muy bien. La habitación preciosa y las recepcionistas otra vez muy amables y eficientes.



Después de haber leido tantos diarios de viaje por esta zona tenía claro que lo ideal era recorrerla en bicicleta o en moto. Pero ninguna de estas opciones era buena para nosotros. No podíamos arriesgarnos tanto. Asi que estudiamos bien la variedad de excursiones que ofrecian en el hotel y conseguimos un buen plan de visitas ajustado a nuestro presupuesto. Tengo que decir que tienen una amplia oferta y que el resultado fué totalmente satisfactorio.
Merecido descanso en la bonita habitación y ya tenemos fuerzas para conocer un poco Yangshuo.

El hotel está junto el rio, al final del paseo. Enseguida se llega a las calles caóticas, vivas, turísticas y abarrocadas de este extraño pueblo que el turismo invasor ha transformado en una feria permanente. Pero el encanto de los picos poderosos asomando por detrás de casas y festivas decoraciones es innegable.





Aparece enseguida el irresistible buffet. Aquí con muchas tapitas de pescado que tienen buen aspecto y buen sabor. Y asi comida-merienda-cena deliciosa.




Un rato de exploración de las turísticas calles que poca cosa nueva tienen para nosotros. Bueno, la verdad es que aquí encontramos las típicas camisetas de recuerdo que no habíamos visto hasta ahora. Más bultitos para la maleta.
Y ya volvemos al hotel a preparar la visita de la noche.





Hemos reservado entradas para el famoso espectáculo en el rio Li - Impression Liu Sanjie -
Y el ritual se repite. Nos recogen a la hora acordada en una minivan que de hotel en hotel se va llenando de turistas. Entre recoger gente y cruzar el caótico Yangshuo pasa casi 1 hora hasta llegar al parking del espectáculo. En este rato hemos comprobado que esto aunque le llaman pueblo es muy grande, con mucho tráfico y no tiene espacios por donde apetezca pasear. Supongo que hemos hecho bien en llenar nuestro tiempo con actividades.
Desde el parking la guia nos indica el camino hasta la entrada. Allí reparte los billetes y nos manda para adentro.
Hay mucha gente y vamos siguiendo la fila hasta que nos van ditribuyendo según el número de butaca. Todo muy pensado para dar cabida a una gran cantidad de espectadores.
Cuando nos sentamos en nuestras butacas quedamos sobrecogidos por el grandioso escenario que todavía conserva las últimas luces del dia.




La gente se va colocando. La luz del dia va desapareciendo. Ya no vemos las enormes montañas ni las quietas aguas. Solo lucecitas de colores deslizandose lentamente y creando delicadas coreografias.





Dicen que más de 500 personajes intervienen en el espectáculo. Y valoro la dificultad de mover tanta gente sobre el agua. La realización es impecable. Pero, en mi opinión, tal vez sea más un alarde técnico que un espectáculo coherente.
Con todo es una delicia estar aquí viviendo la noche cerca del rio y las montañas y el tiempo se pasa volando.





Al salir se junta la multitud que sale con la que entra para la segunda sesión. Hay que reconocer que lo tienen muy bien organizado pues en ningún momento se dan atascos ni empujones. Es increible.
A la entrada del parking ya nos estaba controlando la guia responsable de no perder a nadie. Poco a poco llegamos todos. Ahora si, un ratito de atasco para salir de la zona que está a tope de restaurantes con sus parrillas encendidas en el calor de la noche.
Toda la ruta de regreso se hace sin problemas y llegamos al tranquilo rincón de nuestro hotel.
Y muy relajados nos dormimos enseguida en nuestra nueva habitación.



dia 6 de agosto ---


Amanecemos muy relajados en la bonita habitación. Relajados pero sin el cosquilleo que sentiamos en nuestros despertares de Yunnan.
Aquí no nos esperan viejos templos ni dioses misteriosos. Aquí nos espera la fuerza de una naturaleza perfecta.
Hoy vamos a empezar el dia con una aventura de vacaciones. - Bambú rafting - en el rio Yulong. No teniamos muy claro en qué iba a consistir la excursión, pero nos pareció la mejor forma de conocer el otro rio de estas tierras - el rio Yulong -.
Bajamos temprano para disfrutar del buen desayuno del hotel. A esta hora se puede disfrutar del fresco patio.

Y al poco rato ya estamos de nuevo en otra minivan formando parte de un anónimo grupo buscando una nueva aventura. Llegamos al parking, la guia nos entrega los billetes y ya nos encontramos entre la variopinta cantidad de turistas que esperan su turno en la caseta de la entrada. Una larga y bien organizada cola china.
Todavía es temprano y podemos observar un buen rato el gran trajín en el rio. Van llegando camiones cargados con las ligeras balsas de bambú que sueltan poco a poco sobre las tranquilas aguas. Entonces los barqueros las van preparando para la salida. El espectáculo es precioso con la limpia luz de la mañana.




La fila empieza a moverse y enseguida un barquero nos acompaña a nuestro sitio. Sobre la pequeña balsa dos sillas de bambú, un parasol de colores, dos turistas con sus armillas de color naranja y el risueño remero. Todo parece irreal.
La balsa empieza a deslizarse por la corriente. Hay mucho silencio y sentimos pequeñas gotas de agua fresca que nos salpican. Incluso podemos meter los pies en el agua.
El paisaje desde esta altura es totalmente perfecto.




De vez en cuando pequeños desniveles en el rio forman una especie de cascadas que las balsas deben bajar como si fueran toboganes. Entonces se escuchan risas y pequeños gritos que rompen el casi místico silencio. Una actividad muy infantily lúdica. Todo muy chino.




Y otra vez el silencio y las perfectas imágenes que pasan continuamente por nuestro lado.
Ahora el viejo puente.



Más de dos horas estamos navegando por este paisaje de ensueño. Más de dos horas fundiendonos con la neblina cálida del rio. Más de dos horas fotografiando imágenes perfectas. El color de los parasoles entre las transparencias verde azuladas hacen una combinación muy bonita.
Debemos confesar que, aunque el nombre de la actividad nos parecía un poco cómico, al final resultó una inolvidable experiencia.




En el muelle donde acaba el viaje, ya estan preparados los camiones para volver a cargar las balsas y subirlas de nuevo al punto de partida. Bambú - rafting en sesión continua. Más chino imposible.
Nosotros volvemos al frescor de la minivan que nos devuelve a las caóticas calles de Yangshuo.

Decidimos quedarnos a comer en el hotel y asi probar su cocina que tiene buena fama. En el agradable comedor y con un buen servicio nos comemos un arroz con verduras y pato a la cerveza. Todo estaba realmente bueno.
Y como hoy esto no parece un viaje sino más bien unas vacaciones nos tomamos un buen descanso.

A las 4.30 estamos preparados para otra visita - el mirador de Chianggong -.
Había leido en algún diario que no era difícil subir a este mirador y que las vistas eran buenas. Asi que nos apuntamos a mirador con atardecer. Y resultó muy bien.
En esta excursión no habia la típica guia ( porque no habia billetes que repartir ). Solo un joven conductor que nos cuidó muy bien durante todo el viaje.
Circulamos un rato por carreteras de montaña estrechas y sinuosas y vamos ganando altura. Pero al llegar al parking y buscar las vistas nos enteramos que nos falta una media hora de subir andando para llegar al mirador.
Media hora parece poco. El problema es el calor intenso y húmedo que hace muy difícil cualquier esfuerzo. Pero no vamos a renunciar ahora. Así que con mucha calma y con un pañuelo en la mano para ir secandonos el sudor vamos avanzando por la empinada cuesta. Todo el mundo sube despacio y haciendo descansos. Por suerte los que bajan nos animan con sus caras de satisfacción.
Y así llegamos al increible lugar a la hora precisa en que la luz de la tarde está perfecta.




Las vistas de este irreal paisaje kárstico que , hasta ahora habíamos visto desde el suelo, aquí en lo alto tienen una belleza sublime.
A nuestros pies el sinuoso rio Li enmarcado por los grandes picos que ahora parecen pequeños está precioso.




Y los grandes barcos que han bajado de Guilin por la mañana son ahora puntitos blancos en su viaje de regreso.
Cansados pero satisfechos pasamos aquí un buen rato compartiendo la admiración y las fotos con los demás viajeros.




Hay que salir del ensueño. Se acerca la hora de ir a otro punto a ver el ocaso pues desde aqui el sol nos queda a nuestra espalda.
El descenso es más fácil y pronto llegamos al parking. El conductor nos mete prisa pues teme no llegar a tiempo a la cita con el sol. Me parece que todos nos hemos quedado tan maravillados con las vistas que ya no nos importa mucho la caida del sol.
Al final llegamos a tiempo para ver el disco rojo desaparecer tras el brumoso valle de las colinas.




De regreso a Yangshuo aun nos atrevemos a volver un ratito a sus bulliciosas calles. De noche el ambiente es ruidoso y discotequero. Muchas luces de colores pero nada que nos recuerde la China tradicional que hemos venido a buscar. Nos queda claro que no es para nosotros.




Solo unos pinchitos y una cerveza y nos volvemos a la paz del hotel.



Y mañana seguimos en Yangshuo.

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