Así empezó todo…
Éste es el relato de nuestro viaje a Hawaii realizado en verano del 2019, concretamente entre el 13 de Agosto y el 8 de Septiembre. Tras disfrutar de una maravillosa ruta por los Parques de la Costa Oeste hace tres años, tocaba volver a Estados Unidos, esta vez a una zona muy diferente: las islas del archipiélago de Hawaii, una pequeña maravilla de la naturaleza ubicada en mitad del océano pacífico.
Todo empezó el año anterior, cuando había que decidir destino para el siguiente verano. En 2018 viajamos a Botswana y Zimbabwe tras una dura campaña de acoso y derribo, ya que mi compañero de viajes inicialmente no quería ver África ni en pintura . Así que, al haber apechugado al final con el safari, para 2019 en teoría le tocaba decidir a él. Teníamos las siguientes opciones en mente: Canadá, Alaska, Hawaii, Indonesia y alguna más. Yo apostaba por recorrer Alaska en campervan, pero finalmente el susodicho se decidió por Hawaii, qué le vamos a hacer... así que quedaba abierta la veda para hacer toda la planificación. ¡Rumbo a Hawaii, pues!
Se trata de un destino 100% de naturaleza, de los que nos gustan a nosotros, así que lo teníamos en mente desde hace tiempo... y la verdad es que no nos decepcionó.
Selección de las islas a visitar y diseño de itinerario
Después de analizar la jugada y en base a nuestros gustos viajeros, decidimos lo siguiente: para no intentar abarcar demasiado ni pasarnos el día entre aviones y aeropuertos, visitaríamos únicamente tres islas en unas tres semanas. Mucha gente visita las 4 islas principales (Kauai, Big Island, Maui y Oahu) en menos días viendo únicamente lo básico en cada una de ellas, pero no es nuestro estilo. Añadimos también un par de días en San Francisco a la llegada y otro par de días a la vuelta, para asegurarnos de conectar bien los vuelos internacionales con los que nos llevarían al archipiélago y con margen para imprevistos. En total, incluyendo vuelos y San Francisco, fueron 27 días de viaje de los cuales 22 los pasamos en Hawaii.
Tras leer un poco sobre el tema, teníamos claro que dos de las islas seleccionadas serían Kauai y Big Island sí o sí, ya que eran las que más nos atraían. En cuanto a la tercera, dudamos entre Maui y Oahu, pero finalmente debido a los elevados precios del alojamiento en Maui preferimos centrarnos en la zona norte de Oahu y dedicar el máximo número de días a Kauai y Big Island, descartando Maui.
En la etapa de preparativos entraré más en detalle sobre la combinación y orden de islas elegidas, pero, a grandes rasgos, nuestro itinerario fue el siguiente: San Francisco- Kauai- Big Island- Oahu (North Shore)- San Francisco.
Y para casita después de 27 días disfrutando como locos de Hawaii y San Francisco…
Al sol de Hawaii
Motivación del viaje
Paisajes increíbles, salvajes y vírgenes. Naturaleza impresionante, fauna y flora. Snorkel de primera categoría en cálidos mares. Ritmo isleño. Senderismo por parajes de una belleza inimaginable. El espíritu de aloha. Todo eso andábamos buscando cuando empezamos a diseñar nuestra aventura por las islas y eso fue precisamente lo que encontramos al llegar allí, superando incluso mis expectativas. Debo reconocer que no iba yo tan entusiasmada como cabría esperar tratándose de Hawaii, ya que temía que fuera un destino excesivamente playero para mi gusto. Nada más lejos de la realidad, sin duda Hawaii es muchísimo más que playas.
De nuevo, al igual que hacemos en todos nuestros destinos de habla inglesa, aprovechamos para practicar nuestro “spanglish”, cosa que nunca está de más. Los hawaianos y otros norteamericanos que viven allí nos parecieron en general muy atentos y agradables, al menos con nosotros los turistas. No recuerdo habernos cruzado con ningún rancio digno de mención. Tuvimos conversaciones muy interesantes con algunos de los autóctonos, siempre dispuestos a mantener una pequeña charla acerca de su tierra, y también con otros americanos que habían decidido irse a vivir allí, lejos del ajetreado ritmo del continente. Además estuvimos visitando la acampada organizada en la falda del Mauna Kea para impedir la construcción del gran telescopio en la montaña sagrada, una experiencia increíblemente interesante y única.
Y ahora sí que sí: ¡en ruta hacia las paradisíacas islas Hawaii! ¿Alguien se apunta?
Palmeras en la lava