RUTA SENDERISTA DEL PUENTE DE LOS PAPUOS.
En el curso de nuestra estancia de tres días en el Valle del Jerte durante un mes de mayo hicimos varias rutas senderistas. Aprovechamos que por la tarde había bajado el calor para hacer la que voy a contar a continuación, que tiene su inicio en el pueblo de Jerte, justo enfrente de la Hospedería, donde nos alojábamos por la noche. Sólo hay que cruzar y seguir la carretera hacia arriba, dejando a la izquierda la Oficina de Información Turística.
Situación del Puente de los Papúos en el mapa peninsular según Google Maps.
Por cierto que al cruzar la carretera, también pudimos ver la escultura dedicada a la cereza, santo y seña de estas tierras.
Datos de la ruta.
Distancia: 5 kilómetros (ida y vuelta por el mismo sitio). Duración: algo más de hora y media. Dificultad: baja, aunque tiene bastante desnivel ascendente a la ida.
Subimos por la calle de la Tahona hasta el final de las casas. Este tramo está asfaltado y tiene una pendiente acusada. Llegamos a un puente y cruzamos el río, dejando el agua a nuestra izquierda. Entre los árboles (al principio chopos y alisos, y luego robles) vimos correr el agua formando cascaditas.
Pasamos el depósito de agua y en la siguiente bifurcación tomamos la pista de la izquierda, entre una frondosa vegetación que en muchos tramos nos proporcionaba sombra y frescor. Veíamos el río, aunque quedaba un tanto distante. La ruta carecía de dificultad, pero picaba siempre hacia arriba.
Cuando recuperamos el cauce del río, que se abría entre las piedras, presentimos que estábamos cerca de nuestro destino.
Hay que mantenerse atentos a la señalización pues, justo a la izquierda, sale un pequeño sendero que conduce al Puente de los Papúos, desde el que se contempla una bella cascada, que se puede fotografiar desde varias perspectivas trepando entre las rocas, pero sin peligro alguno.
Ni que decir tiene que el regreso, todo cuesta abajo, fue mucho más cómodo y rápido. Después de cenar fuimos a dar una vuelta por el pueblo.