Ya en Bikaner primero os voy a hablar del hotel en el que estuvimos, creo que se llamaba Lallgarh Palace (si a alguien le interesa el itinerario que hicimos, la lista de hoteles o lo que sea que me lo pida y se lo envio). Una pasada de hotel, Era un palacio autentico, de hecho aún funcionaba como palacio, la mitad era un hotel y la otra mitad era el palacio del aun maharajá de Bikaner, de hecho cuando entras en los hoteles te ponen un collar de flores, un té y el punto rojo en la frente, pues después de este ritual vimos a una mujer en recepción hablando con la gente y resultó ser la maharaní de Bikaner. Y la cosa no acaba ahí, en los inmensos pasillos estaban llenos de fotos de la familia, las estacias son enormes, hay una que esta llena de cabezas de tigre y pieles disecadas porque les gusta mucho la caza, y otra con un billar gigante. Todo me recordaba al libro de “pasión India”, el cual recomiendo, que explicaba la historia de una española que se casa con un Maharajá Indio. Con un extenso jardín el hotel es de piedra rojiza típica como la mayoría de construcciones del Rajasthan.
Algunos de los hoteles en los que estuvimos no estaban en el centro urbano, pero no es un gran problema porque los taxis de India que se llaman rickshaw y son motocicletas con un carro para llevar pasajeros, son baratísimos así que moverte es fácil pero también toda una aventura. Hay que aprender a regatear, al que no le guste va a tener que hacer un esfuerzo porque el regateo aquí es una forma de vida, y no penséis que como no es mucho dinero os da igual porque si un conductor de rickshaw gana dinero con vosotros no va a trabajar en todo el día y se va a tirar en la calle a dormir. Lo que quiero decir es que no tienen ese afán de ganar más, ganan lo justo para poder holgazanear.
En Bikaner visitamos por el fuerte de Junagarh, uno de los más impresionantes del Rajasthan. El fuerte fue originalmente llamado Chintamani y pasó a denominarse Junagarh o "Viejo Fuerte" en el siglo 20 cuando la familia real se trasladó a Lalgarh Palace. Es uno de los fuertes principales en Rajasthan que no se construye en una colina con lo que es fácil acceder. A los que hagan Rajasthan se van a cansar de ver tanto fuerte, pero tranquilos porque son todos preciosos, las decoraciones del interior están muy cuidadas y trabajadas, estilo como la alambra con arcos lobulados y columnas muy recargadas de detalle. Es gracioso la vida que tenían aquí los maharajas, tenían el harén, la sala del escondite (imaginaos quien se hace un salón del escondite?), la sala de los espejos, también donde se reunían, etc. Y algo curioso es que se ven muchos ganchos en el techo, y es que les gustaban mucho los columpios y los iban moviendo por todo el palacio.
Por cierto no he hablado de las vacas, un gran tema en la India. Son muy importantes, están por todas partes y libremente, son sagradas y por lo tanto no se pueden ni comer ni matar. Puedes ver y por supuesto veras una carretera con 4 carriles y una vaca en medio tan pancha, y todos la esquivan. En serio las ves por todas parte en callejuelas o en avenidas. Parece que estén abandonadas, pero realmente tienen dueño. Y cuando estas por una ciudad piensas ¿Qué comen? Pues hierva no, y os puedo asegurar que las e visto comer basura (mas adelante en la etapa de Varanasi os pondré un foto).
Después de visitar Bikaner partimos ya hacia Jaisalmer, nuestro punto del viaje más al oeste, y el más cercano con la frontera a Pakistán. Os aconsejo leer un poco de la historia de los conflictos entre India y Pakistán porque se llevan a matar. Pakistán es un país de religión islámica, La palabra Pakistán en urdú y persa significa ‘tierra de los sagrados o puros’. Fue nombrado en 1934 como "Pakistán" por Choudhary Rahmat Ali, quien lo llamó así en el panfleto Now or never (‘ahora o nunca’). El nombre representa a los "treinta millones de musulmanes de Pakistán, que viven en las cinco provincias norteñas de la India Británica, es decir que Pakistán formaba parte de la India y cuando está consiguió independizarse del régimen británico Pakistán se separó de India debido a diferencias políticas y religiosas. También recomiendo ver la película de Gandhi, es una gran película pero además ayuda mucho a entender la situación actual de la India que aún es un país en pleno desarrollo político. Y ya puestos a recomendar recomiendo el libro de “El sari rojo” que como “pasión india” que es del mismo autor son hechos verídicos de amores reales en situaciones políticas muy complicadas.
Bueno ¿porque os he explicado todo este rollo de Pakistán? Es que Jaisalmer por su proximidad es una ciudad muy marcada por conflictos con ese país. Ha sido varias veces atacada, pero aún así muchos ciudadanos lo agradecen porque el montar campamentos militares hizo que trajeran antes la electricidad y sistemas de agua corriente, además de alimentos. Pensar que conforme vas al oeste la zona es cada vez más seca y los recursos más escasos. A parte muy a menudo se ven y oyen los aviones cazas de un país y del otro que mutuamente se amenazan, son como advertencias de “Ojo! Que estamos aquí! Y que estamos preparados”.
Cuando llegamos a Jaisalmer ya era el atardecer y tengo que decir que disfrutar del crepúsculo desde lo alto de las murallas, es una auténtica delicia. En lo alto de las murallas está lleno de restaurantes donde te sientas en el suelo con la ciudad a tus pies, una experiencia fantástica.
Algunos de los hoteles en los que estuvimos no estaban en el centro urbano, pero no es un gran problema porque los taxis de India que se llaman rickshaw y son motocicletas con un carro para llevar pasajeros, son baratísimos así que moverte es fácil pero también toda una aventura. Hay que aprender a regatear, al que no le guste va a tener que hacer un esfuerzo porque el regateo aquí es una forma de vida, y no penséis que como no es mucho dinero os da igual porque si un conductor de rickshaw gana dinero con vosotros no va a trabajar en todo el día y se va a tirar en la calle a dormir. Lo que quiero decir es que no tienen ese afán de ganar más, ganan lo justo para poder holgazanear.
En Bikaner visitamos por el fuerte de Junagarh, uno de los más impresionantes del Rajasthan. El fuerte fue originalmente llamado Chintamani y pasó a denominarse Junagarh o "Viejo Fuerte" en el siglo 20 cuando la familia real se trasladó a Lalgarh Palace. Es uno de los fuertes principales en Rajasthan que no se construye en una colina con lo que es fácil acceder. A los que hagan Rajasthan se van a cansar de ver tanto fuerte, pero tranquilos porque son todos preciosos, las decoraciones del interior están muy cuidadas y trabajadas, estilo como la alambra con arcos lobulados y columnas muy recargadas de detalle. Es gracioso la vida que tenían aquí los maharajas, tenían el harén, la sala del escondite (imaginaos quien se hace un salón del escondite?), la sala de los espejos, también donde se reunían, etc. Y algo curioso es que se ven muchos ganchos en el techo, y es que les gustaban mucho los columpios y los iban moviendo por todo el palacio.
Por cierto no he hablado de las vacas, un gran tema en la India. Son muy importantes, están por todas partes y libremente, son sagradas y por lo tanto no se pueden ni comer ni matar. Puedes ver y por supuesto veras una carretera con 4 carriles y una vaca en medio tan pancha, y todos la esquivan. En serio las ves por todas parte en callejuelas o en avenidas. Parece que estén abandonadas, pero realmente tienen dueño. Y cuando estas por una ciudad piensas ¿Qué comen? Pues hierva no, y os puedo asegurar que las e visto comer basura (mas adelante en la etapa de Varanasi os pondré un foto).
Después de visitar Bikaner partimos ya hacia Jaisalmer, nuestro punto del viaje más al oeste, y el más cercano con la frontera a Pakistán. Os aconsejo leer un poco de la historia de los conflictos entre India y Pakistán porque se llevan a matar. Pakistán es un país de religión islámica, La palabra Pakistán en urdú y persa significa ‘tierra de los sagrados o puros’. Fue nombrado en 1934 como "Pakistán" por Choudhary Rahmat Ali, quien lo llamó así en el panfleto Now or never (‘ahora o nunca’). El nombre representa a los "treinta millones de musulmanes de Pakistán, que viven en las cinco provincias norteñas de la India Británica, es decir que Pakistán formaba parte de la India y cuando está consiguió independizarse del régimen británico Pakistán se separó de India debido a diferencias políticas y religiosas. También recomiendo ver la película de Gandhi, es una gran película pero además ayuda mucho a entender la situación actual de la India que aún es un país en pleno desarrollo político. Y ya puestos a recomendar recomiendo el libro de “El sari rojo” que como “pasión india” que es del mismo autor son hechos verídicos de amores reales en situaciones políticas muy complicadas.
Bueno ¿porque os he explicado todo este rollo de Pakistán? Es que Jaisalmer por su proximidad es una ciudad muy marcada por conflictos con ese país. Ha sido varias veces atacada, pero aún así muchos ciudadanos lo agradecen porque el montar campamentos militares hizo que trajeran antes la electricidad y sistemas de agua corriente, además de alimentos. Pensar que conforme vas al oeste la zona es cada vez más seca y los recursos más escasos. A parte muy a menudo se ven y oyen los aviones cazas de un país y del otro que mutuamente se amenazan, son como advertencias de “Ojo! Que estamos aquí! Y que estamos preparados”.
Cuando llegamos a Jaisalmer ya era el atardecer y tengo que decir que disfrutar del crepúsculo desde lo alto de las murallas, es una auténtica delicia. En lo alto de las murallas está lleno de restaurantes donde te sientas en el suelo con la ciudad a tus pies, una experiencia fantástica.