El Ayuntamiento Nuevo ofrece la posibilidad de acceder a la parte superior de su torre de 85 metros en ascensor. La vista desde arriba es magnífica, se ven las torres de las iglesias, las calles comerciales y el resto de los alrededores, muy bonito. También el Ayuntamiento Viejo, mucho más sencillo.

La Cervecería Hofbräuhaus, con sus techos pintados y su peculiar ambiente con música en vivo y vestimenta típica la convierte en un punto de interés que merece la pena visitar durante un viaje a Múnich, nosotras entramos a mirar, porque aunque hubiéramos querido quedarnos, lugar no había.

Fuimos a la Odeonplatz para ver la Residenz un palacio urbano super lujoso y extenso. Lo más bonito está en su interior donde no está permitido sacar fotos.
La Odeonplatz tiene un monumento que parece un escenario con columnas y un león de cada lado.

Hofgarten un jardín muy arreglado al que se entra sobre el final de la Odeonplatz
El jardín es precioso y tiene una glorieta con columnas que llaman El Templo de Diana. Justo cuando fuimos tuvimos la suerte de ver gente cantando y bailando en la glorieta, fue un lindo momento, me gustó mucho ese lugar.

Fuimos, además de la catedral y a la Michaelkerk, a la Iglesia de San Peters, pero la que más recuerdo es la Asamkirche: “una peculiar mezcla entre el estilo barroco y el rococó, es un templo único que resulta sorprendente. La Iglesia de Asam es un templo largo y estrecho encajado entre dos casas. Tras cruzar la ornamentada fachada, una vez en el interior la iglesia, no se encuentra apenas un centímetro sin decoración”.

Otro sitio peculiar es el Viktualienmarkt un espacio animado que reúne a turistas y locales, para comer algo y/o para tomar una cerveza en el agradable biergarten, un gran espacio abierto con mesas largas que se comparten y el mostrador de donde salen los pedidos. Curioso pero no nos quedamos, ni foto le saque.
Para volver al departamento pasamos por Isator una de las puertas de entrada al casco antiguo más antiguas de la ciudad.
