Nos despertamos a las 07:45.
Desayunamos y fuimos recogiendo la caravana mientras se despertaban las niñas.
Cuando se despertaron ellas, desayunaron y después nos fuimos a ducharnos a las instalaciones del camping.
Cuando llegamos al camping el día anterior, ya estaba cerrada la recepción, por lo que no pudimos pagar la estancia.
Así que esa mañana vinieron dos chicas a cobrar.
Les pagamos y pusimos rumbo a la laguna glaciar Jokulsarlon.
Llegamos a la laguna y desde la misma ventana de la caravana vimos nadando varias focas.
Bajamos los cuatro y fuimos a ver ese precioso paisaje.
Después fuimos a comprar los tickets para navegar por la laguna en barco anfibio.
Queríamos comprar el de las 11: 30 y así se lo hicimos saber, cómo pudimos, a la chica que vendía los tickets.
Ella nos informó que teníamos que comprarlo en la página de Internet, pero a través de la web solo me dejaba comprar el siguiente, el de las 12:40, que ya se nos hacía tarde.
Como pude le expliqué esto y no sé qué me decía ella pero finalmente entendimos que nos indicaba que teníamos que esperar nos 10 minutos.
Después de esos 10 minutos regresamos y seguíamos sin entendernos.
Gracias a que detrás de nosotros habían dos españoles (de Zaragoza) que nos tradujeron lo que ésta decía, pudimos entender que lo que había pasado es que no le funcionaba el datáfono y por eso indicaba a las personas que debían comprarlo a través de la página web.
La única opción que nos daba era pagarlo en efectivo, bien fuera en moneda islandesa o en euro.
Desgraciadamente nos faltaban 15 € para poder pagar en efectivo.
Muy amable la pareja de españoles se ofreció a prestarnos los 15 € que yo les devolví a través de Bizum.
Poco después comenzó el paseo entre iceberg que nos encantó.
Pudimos ver una foca sumergirse bastante cerca.
Hicimos multitud de fotografías.
Nos enseñaron un gran bloque de hielo que pudimos tocar con nuestras propias manos y que mi hija mayor tiró al agua por indicación del guía, siendo la protagonista de la mañana y haciendola así la niña más feliz del mundo.
Cuando finalizamos la excursión fuimos a Diamond Beach, a escasos metros de distancia.
Allí estuvimos bastante tiempo disfrutando del paisaje que creaba los bloques de iceberg acercándose a la orilla, llevados por la corriente del agua.
Las niñas disfrutaron mucho tocando el hielo, chupándolo, jugando en la arena...
Después de miles de fotos volvimos a la caravana y pusimos rumbo a Fjarsarlon.
A esta laguna fui yo solo.
Ellas tres estaban cansadas y se conformaron con lo ya visto durante el día.
Tras un pequeño paseo hasta llegar andando, me encontré absolutamente solo en aquel lugar.
No había nadie más que yo, disfrutando, de ese lugar especial.
No se si fue por eso o por la laguna en sí, pero me gustó más incluso que Jokulsarlon.
El entorno todo natural que la envuelve me resultó más bonita.
Al cabo de un rato regresé (aunque me hubiese quedado más tiempo) para continuar la marcha.
Paramos a comer en un mirador a mitad de camino.
Estábamos solos, con una estampa en el horizonte que hacía de ese momento algo inolvidable.
A partir de aquí no teníamos nada claro qué hacer el resto de días, salvo que queríamos acercarnos hasta Ytri Tunga para ver focas, pasando por la poza termal Landbrotalaug.
Debatimos si dedicar alguno de los días a Landmannalaugar, pero teniendo en cuenta las cerca de 4 horas para ir y para volver y que una vez allí lo bonito es hacer un ruta de al menos dos o tres horas....no lo vimos nada factible con las niñas.
También hablamos de parar para hacer una caminata en en el parque nacional de Skaftafell para ver la lengua glaciar o la cascada de Svartifoss...
Ambas opciones nos parecieron demasiado pesadas para lo cansadas que estaban las niñas este día, así que decidimos hacer todo el camino de vuelta posible para acercarnos lo máximo a la Laguna Secreta, para así darles un capricho a las niñas al día siguiente.
De camino... foto para la colección:
Llegamos al camping Tjaldmidstodin Fludum, donde estuvimos lo que quedaba de tarde relajados y allí pasamos la noche.
Esa noche pasamos frío ya que la calefacción dejó funcionar al acabarde el gas.
Mi hija pequeña se despertó por el frío y se tuvo que echar junto a nosotros.
Al día siguiente solucionamos el problema al cambiar la bombona.
Desayunamos y fuimos recogiendo la caravana mientras se despertaban las niñas.
Cuando se despertaron ellas, desayunaron y después nos fuimos a ducharnos a las instalaciones del camping.
Cuando llegamos al camping el día anterior, ya estaba cerrada la recepción, por lo que no pudimos pagar la estancia.
Así que esa mañana vinieron dos chicas a cobrar.
Les pagamos y pusimos rumbo a la laguna glaciar Jokulsarlon.
Llegamos a la laguna y desde la misma ventana de la caravana vimos nadando varias focas.
Bajamos los cuatro y fuimos a ver ese precioso paisaje.
Después fuimos a comprar los tickets para navegar por la laguna en barco anfibio.
Queríamos comprar el de las 11: 30 y así se lo hicimos saber, cómo pudimos, a la chica que vendía los tickets.
Ella nos informó que teníamos que comprarlo en la página de Internet, pero a través de la web solo me dejaba comprar el siguiente, el de las 12:40, que ya se nos hacía tarde.
Como pude le expliqué esto y no sé qué me decía ella pero finalmente entendimos que nos indicaba que teníamos que esperar nos 10 minutos.
Después de esos 10 minutos regresamos y seguíamos sin entendernos.
Gracias a que detrás de nosotros habían dos españoles (de Zaragoza) que nos tradujeron lo que ésta decía, pudimos entender que lo que había pasado es que no le funcionaba el datáfono y por eso indicaba a las personas que debían comprarlo a través de la página web.
La única opción que nos daba era pagarlo en efectivo, bien fuera en moneda islandesa o en euro.
Desgraciadamente nos faltaban 15 € para poder pagar en efectivo.
Muy amable la pareja de españoles se ofreció a prestarnos los 15 € que yo les devolví a través de Bizum.
Poco después comenzó el paseo entre iceberg que nos encantó.
Pudimos ver una foca sumergirse bastante cerca.
Hicimos multitud de fotografías.
Nos enseñaron un gran bloque de hielo que pudimos tocar con nuestras propias manos y que mi hija mayor tiró al agua por indicación del guía, siendo la protagonista de la mañana y haciendola así la niña más feliz del mundo.
Cuando finalizamos la excursión fuimos a Diamond Beach, a escasos metros de distancia.
Allí estuvimos bastante tiempo disfrutando del paisaje que creaba los bloques de iceberg acercándose a la orilla, llevados por la corriente del agua.
Las niñas disfrutaron mucho tocando el hielo, chupándolo, jugando en la arena...
Después de miles de fotos volvimos a la caravana y pusimos rumbo a Fjarsarlon.
A esta laguna fui yo solo.
Ellas tres estaban cansadas y se conformaron con lo ya visto durante el día.
Tras un pequeño paseo hasta llegar andando, me encontré absolutamente solo en aquel lugar.
No había nadie más que yo, disfrutando, de ese lugar especial.
No se si fue por eso o por la laguna en sí, pero me gustó más incluso que Jokulsarlon.
El entorno todo natural que la envuelve me resultó más bonita.
Al cabo de un rato regresé (aunque me hubiese quedado más tiempo) para continuar la marcha.
Paramos a comer en un mirador a mitad de camino.
Estábamos solos, con una estampa en el horizonte que hacía de ese momento algo inolvidable.
A partir de aquí no teníamos nada claro qué hacer el resto de días, salvo que queríamos acercarnos hasta Ytri Tunga para ver focas, pasando por la poza termal Landbrotalaug.
Debatimos si dedicar alguno de los días a Landmannalaugar, pero teniendo en cuenta las cerca de 4 horas para ir y para volver y que una vez allí lo bonito es hacer un ruta de al menos dos o tres horas....no lo vimos nada factible con las niñas.
También hablamos de parar para hacer una caminata en en el parque nacional de Skaftafell para ver la lengua glaciar o la cascada de Svartifoss...
Ambas opciones nos parecieron demasiado pesadas para lo cansadas que estaban las niñas este día, así que decidimos hacer todo el camino de vuelta posible para acercarnos lo máximo a la Laguna Secreta, para así darles un capricho a las niñas al día siguiente.
De camino... foto para la colección:
Llegamos al camping Tjaldmidstodin Fludum, donde estuvimos lo que quedaba de tarde relajados y allí pasamos la noche.
Esa noche pasamos frío ya que la calefacción dejó funcionar al acabarde el gas.
Mi hija pequeña se despertó por el frío y se tuvo que echar junto a nosotros.
Al día siguiente solucionamos el problema al cambiar la bombona.