La idea que llevaba en mi cabeza de unir el sendero de la Cerrada de la Magdalena con el Barranco de la Osa a través de la alucinante subida al Collado de las Margaritas no fue posible. Tras cruzar la poza de la cerrada, comienzo a coger unos metros de altura en la ladera de enfrente. Poco a poco se intuye una finísima senda que se adentra en el barranco de pinos. Apenas cabe un pie en la senda que va bordeando la ladera, pero ayudado con el bastón en la mano derecha conseguía seguir avanzando sintiéndome seguro.
Pero a escasos 50 metros, casi nada más comenzar, me encontré con problemas. Parece que un pino que sostenía el terreno se ha caído, provocando que la fina senda desaparezca durante unos 3 metros, suficientes para que no pueda pasar. Se intuye donde tengo que colocar los pies, pero la ladera tiene ya una pendiente casi vertical, y unos 10/15 metros de caída. Doy unos golpes con el bastón para ver si puedo dar el siguiente paso de una forma medio segura y un torrente de arena y piedras se desprende por el barranco. Tras unos breves segundos decido volverme tras mis pasos, no sin problemas, porque ahora el bastón lo tengo que agarrar con la mano izquierda y no siento la misma seguridad al regresar por la fina senda.
Nada más llegar al río siento que he hecho lo correcto. En la montaña cuando comienzan las dudas lo mejor es ser prudente, sobre todo si vas solo, como era esta vez mi caso. Ya os aviso que esta ruta que estaba intentando no es para principiantes.
Decido entonces continuar con el plan B, ya llevaba previsto que esto podía ocurrirme. Voy a realizar la ruta del Barranco de la Osa, la cual está mejor señalizada y en la que espero no tener sorpresas.
Camino los 4km que van por pista hasta los Cortijos del Nacimiento, todo este tramo se puede hacer en coche pero como estoy de vacaciones y no se me ocurre nada mejor que hacer, prefiero ir andando y disfrutar de los picos y los cortados que van apareciendo en la ladera opuesta. La vista de la Cerrada de Túnez también es espectacular.
Desde el poblado comienzan varias rutas. El nacimiento del río Castril, de dificultad baja, el Barranco de la Osa, de dificultad media, Prados del Conde, de dificultad media-alta y el sendero que lleva a la cumbre del Empanada de dificultad muy alta. Así que cada persona puede elegir su ruta en función de sus posibilidades y de lo que le apetezca.
Comienza la ruta en dirección al nacimiento del río Castril avanzando siempre contrario a la corriente y ganando altura muy suavemente por el valle. Dejamos a la izquierda un puente madera por el que comienza el camino que sube hasta el cerro de la Empanada y por el que regresaremos en la parte final del sendero del Barranco de la Osa.
Se camina un tramo junto a una acequia, hasta que llegamos a la parte más alta del valle en la que nos encontramos con el nacimiento del río Castril. Pese a ser pleno mes de Agosto aún sigue brotando algo de agua desde el interior de las paredes rocosas.
Desde el nacimiento del río hay que estar atentos a unos pequeños hitos que indican la continuación por el sendero del Barranco de la Osa. El camino continúa siendo fácil de seguir y sigue ganando altura de manera constante. La única pega que tengo es que son ya las 11:00 de la mañana y el sol ya pega fuerte.
Cuando alcanzamos la parte más alta del valle el sendero se bifurca y tomamos el de la izquierda, que nos conduce hasta la estrecha grieta por la que se abre paso el desfiladero de la Osa. Aunque a primera vista nos parece estrecho y escarpado, se sube sin mayores problemas gracias a los escalones que nos vamos encontrando. En esta zona nos encontramos el abrigo o Cueva de la Osa, lugar que veo que se sigue usando para guardar a las cabras, no hay más que ver el suelo que está lleno excrementos.
Un poco más arriba cuando termina la parte de los escalones nos encontramos con uno de los seres vivos más antiguos de toda la zona, un Tejo Milenario que luce radiante en un enclave muy particular. Remontamos la pendiente por un tramo de tierra algo suelta, en el que el camino no llega a perderse, hasta llegar al primer collado.
Desde aquí la ruta gana en cuanto a vistas, ahora estamos por la zona alta de las montañas y comenzamos a ver el valle desde las alturas. El camino se convierte en un sube y baja de toboganes que van enlazando laderas y collados suaves, en primavera debe ser mucho más bonita esta ruta con todo verde.
Al llegar al Cortijo de La Puerca hay que estar muy atentos. El camino parece perderse, pero al rodear el cortijo, por la parte más cercana al valle, nos encontraremos con un poste de madera que nos indica el regreso. A los pocos metros vemos que comenzamos a perder altura suavemente y en pocos minutos vemos que el sendero nos conduce a otra grieta por la que parece imposible que se vaya a poder bajar. Pero una vez metidos surge una senda de mampostería muy bien preparada. El camino de piedra comienza a retorcerse formando pequeños zigzags hasta llegar a un extremo de un canchal de roca que se ve abajo. A partir de aquí la pendiente se suaviza y se vuelve a llanear poco a poco hasta alcanzar por fin el puente de madera que nos lleva de nuevo por el mismo camino hasta los Cortijos del Nacimiento.
Llego al camping sobre las 14:30, por lo que habré tardado unas 5 horas y media en realizar toda la ruta desde el camping, en total casi 18 kilómetros. Os dejo la ruta con mapas más detallados aquí. La tarde la pasé de nuevo relajándome en el río Castril.
Desde este valle se pueden realizar muchas rutas de diferente dificultad además de las que ya os he comentado por lo que la zona da para más de una escapada.
Pero a escasos 50 metros, casi nada más comenzar, me encontré con problemas. Parece que un pino que sostenía el terreno se ha caído, provocando que la fina senda desaparezca durante unos 3 metros, suficientes para que no pueda pasar. Se intuye donde tengo que colocar los pies, pero la ladera tiene ya una pendiente casi vertical, y unos 10/15 metros de caída. Doy unos golpes con el bastón para ver si puedo dar el siguiente paso de una forma medio segura y un torrente de arena y piedras se desprende por el barranco. Tras unos breves segundos decido volverme tras mis pasos, no sin problemas, porque ahora el bastón lo tengo que agarrar con la mano izquierda y no siento la misma seguridad al regresar por la fina senda.
Nada más llegar al río siento que he hecho lo correcto. En la montaña cuando comienzan las dudas lo mejor es ser prudente, sobre todo si vas solo, como era esta vez mi caso. Ya os aviso que esta ruta que estaba intentando no es para principiantes.
Decido entonces continuar con el plan B, ya llevaba previsto que esto podía ocurrirme. Voy a realizar la ruta del Barranco de la Osa, la cual está mejor señalizada y en la que espero no tener sorpresas.
Camino los 4km que van por pista hasta los Cortijos del Nacimiento, todo este tramo se puede hacer en coche pero como estoy de vacaciones y no se me ocurre nada mejor que hacer, prefiero ir andando y disfrutar de los picos y los cortados que van apareciendo en la ladera opuesta. La vista de la Cerrada de Túnez también es espectacular.
Desde el poblado comienzan varias rutas. El nacimiento del río Castril, de dificultad baja, el Barranco de la Osa, de dificultad media, Prados del Conde, de dificultad media-alta y el sendero que lleva a la cumbre del Empanada de dificultad muy alta. Así que cada persona puede elegir su ruta en función de sus posibilidades y de lo que le apetezca.
Comienza la ruta en dirección al nacimiento del río Castril avanzando siempre contrario a la corriente y ganando altura muy suavemente por el valle. Dejamos a la izquierda un puente madera por el que comienza el camino que sube hasta el cerro de la Empanada y por el que regresaremos en la parte final del sendero del Barranco de la Osa.
Se camina un tramo junto a una acequia, hasta que llegamos a la parte más alta del valle en la que nos encontramos con el nacimiento del río Castril. Pese a ser pleno mes de Agosto aún sigue brotando algo de agua desde el interior de las paredes rocosas.
Desde el nacimiento del río hay que estar atentos a unos pequeños hitos que indican la continuación por el sendero del Barranco de la Osa. El camino continúa siendo fácil de seguir y sigue ganando altura de manera constante. La única pega que tengo es que son ya las 11:00 de la mañana y el sol ya pega fuerte.
Cuando alcanzamos la parte más alta del valle el sendero se bifurca y tomamos el de la izquierda, que nos conduce hasta la estrecha grieta por la que se abre paso el desfiladero de la Osa. Aunque a primera vista nos parece estrecho y escarpado, se sube sin mayores problemas gracias a los escalones que nos vamos encontrando. En esta zona nos encontramos el abrigo o Cueva de la Osa, lugar que veo que se sigue usando para guardar a las cabras, no hay más que ver el suelo que está lleno excrementos.
Un poco más arriba cuando termina la parte de los escalones nos encontramos con uno de los seres vivos más antiguos de toda la zona, un Tejo Milenario que luce radiante en un enclave muy particular. Remontamos la pendiente por un tramo de tierra algo suelta, en el que el camino no llega a perderse, hasta llegar al primer collado.
Desde aquí la ruta gana en cuanto a vistas, ahora estamos por la zona alta de las montañas y comenzamos a ver el valle desde las alturas. El camino se convierte en un sube y baja de toboganes que van enlazando laderas y collados suaves, en primavera debe ser mucho más bonita esta ruta con todo verde.
Al llegar al Cortijo de La Puerca hay que estar muy atentos. El camino parece perderse, pero al rodear el cortijo, por la parte más cercana al valle, nos encontraremos con un poste de madera que nos indica el regreso. A los pocos metros vemos que comenzamos a perder altura suavemente y en pocos minutos vemos que el sendero nos conduce a otra grieta por la que parece imposible que se vaya a poder bajar. Pero una vez metidos surge una senda de mampostería muy bien preparada. El camino de piedra comienza a retorcerse formando pequeños zigzags hasta llegar a un extremo de un canchal de roca que se ve abajo. A partir de aquí la pendiente se suaviza y se vuelve a llanear poco a poco hasta alcanzar por fin el puente de madera que nos lleva de nuevo por el mismo camino hasta los Cortijos del Nacimiento.
Llego al camping sobre las 14:30, por lo que habré tardado unas 5 horas y media en realizar toda la ruta desde el camping, en total casi 18 kilómetros. Os dejo la ruta con mapas más detallados aquí. La tarde la pasé de nuevo relajándome en el río Castril.
Desde este valle se pueden realizar muchas rutas de diferente dificultad además de las que ya os he comentado por lo que la zona da para más de una escapada.