La idea inicial de esta jornada, era hacer la ruta Poncebos-Caín y dudábamos si llevar bocatas y comerlos en Caín o si aligerar peso y comer en algún Chiringuito de Caín.
Al final ni lo uno ni lo otro, pensamos que después de los 12 Km, si dejábamos que los motores se enfriaran nos iba a dar una pereza horrible el retomar el camino de vuelta, con lo cual calculamos que echaríamos 6 horas y media y así saliendo a las 9 de Poncebos, a las 3 y media de la tarde estaríamos en el coche y redondeando sobre las 4 en Arenas de Cabrales, y ahí si, comer como curas.
Como cuento, a las 9 estábamos aparcados junto con algún otro coche en el costado de la carretera, pegados prácticamente al inicio de la ruta.
Día absolutamente soleado, pero a esas horas con unos 13º daba gusto el iniciar la marcha, a pesar de la apreciable subida de unos 2,5 Km hasta llegar a la zona llamada “Los Collados”, pero con las piernas frescas se hizo llevadera, aunque para personas no muy acostumbradas a patear monte, hay que tenerla en cuenta.
Justo pasado Los Collados, hay una bajada la cual se agradece un montón (ojo que a la vuelta al “convertirse” en subida, como que ya no se agradece tanto …). Y a partir de ahí ya puede decirse que la ruta es llana con la única dificultad de la suma de kilómetros.
He de comentar como caso particular mío por supuesto, que La Ruta del Cares, no me llamó tanto la atención al haber estado no hace demasiado tiempo en el Desfiladero de Las Xanas, a la que llaman el “mini Cares”, con bastantes similitudes con la auténtica.
En cualquier caso, los “cortaos” que hay en La Ruta del Cares, son espectaculares y la ruta en general muy bonita.
Al llegar a Caín, nos paramos 15 minutillos a tomar un pequeño refrigerio, y vuelta sobre nuestros pasos.
Llegamos al coche según el horario previsto, y nos llamó mucho la atención ver a las cabras tumbadas a la escasa sombra que daban los coches, ya que el sol estaba muy arriba y estaban literalmente pegadas a ellos a lo largo de bastante tramo.
Cuando llegamos al nuestro teníamos a un par de ellas en la rueda trasera y ni se inmutaron. Sólo se movieron con resignación, prácticamente cuando ya empezaba a moverse el coche.
Al final ni lo uno ni lo otro, pensamos que después de los 12 Km, si dejábamos que los motores se enfriaran nos iba a dar una pereza horrible el retomar el camino de vuelta, con lo cual calculamos que echaríamos 6 horas y media y así saliendo a las 9 de Poncebos, a las 3 y media de la tarde estaríamos en el coche y redondeando sobre las 4 en Arenas de Cabrales, y ahí si, comer como curas.
Como cuento, a las 9 estábamos aparcados junto con algún otro coche en el costado de la carretera, pegados prácticamente al inicio de la ruta.
Día absolutamente soleado, pero a esas horas con unos 13º daba gusto el iniciar la marcha, a pesar de la apreciable subida de unos 2,5 Km hasta llegar a la zona llamada “Los Collados”, pero con las piernas frescas se hizo llevadera, aunque para personas no muy acostumbradas a patear monte, hay que tenerla en cuenta.
Justo pasado Los Collados, hay una bajada la cual se agradece un montón (ojo que a la vuelta al “convertirse” en subida, como que ya no se agradece tanto …). Y a partir de ahí ya puede decirse que la ruta es llana con la única dificultad de la suma de kilómetros.
He de comentar como caso particular mío por supuesto, que La Ruta del Cares, no me llamó tanto la atención al haber estado no hace demasiado tiempo en el Desfiladero de Las Xanas, a la que llaman el “mini Cares”, con bastantes similitudes con la auténtica.
En cualquier caso, los “cortaos” que hay en La Ruta del Cares, son espectaculares y la ruta en general muy bonita.
Al llegar a Caín, nos paramos 15 minutillos a tomar un pequeño refrigerio, y vuelta sobre nuestros pasos.
Llegamos al coche según el horario previsto, y nos llamó mucho la atención ver a las cabras tumbadas a la escasa sombra que daban los coches, ya que el sol estaba muy arriba y estaban literalmente pegadas a ellos a lo largo de bastante tramo.
Cuando llegamos al nuestro teníamos a un par de ellas en la rueda trasera y ni se inmutaron. Sólo se movieron con resignación, prácticamente cuando ya empezaba a moverse el coche.
Ahí van unas cuantas fotos del recorrido...
Llegamos a Arenas de Cabrales con el propósito de no ser muy señoritos a la hora de buscar sitio para comer, por la hora y por el hambre…
Restaurante San Telmo, donde tenían un menú del día con bastantes cosas donde elegir. Yo me fui a lo seguro, fabes y escalopines al cabrales y mi mujer tambien fabes y ventresca de bacalao.
Todo muy correcto y a 13 euritos .
Compramos unas quesadas y unos sobaos para llevar a nuestro pueblo, y por aclamación decidimos pasar el resto de la tarde al sol del atardecer en las mesas del jardin de la casa rural.
Restaurante San Telmo, donde tenían un menú del día con bastantes cosas donde elegir. Yo me fui a lo seguro, fabes y escalopines al cabrales y mi mujer tambien fabes y ventresca de bacalao.
Todo muy correcto y a 13 euritos .
Compramos unas quesadas y unos sobaos para llevar a nuestro pueblo, y por aclamación decidimos pasar el resto de la tarde al sol del atardecer en las mesas del jardin de la casa rural.