Por fin comienzan estas vacaciones tan improvisadas y atípicas. Nos dirigimos hacia nuestro primer destino, Córdoba. Llegamos a la ciudad a las cuatro de la tarde, después de un viaje bastante bueno ya que no hubo nada de tráfico, se notaba que era fin de semana y la gente se va de la ciudad, normal, porque Córdoba nos recibe con 41ºC.
Primero dejamos las maletas en el hotel Maciá Alfaros, accedemos por la zona restringida del casco antiguo y damos aviso en el hotel para que tomen datos de la matrícula del coche.
Nuestro siguiente objetivo fue aparcar el coche en zona blanca y lo conseguimos sin problema, no sé si fue porque era sábado, pero encontramos sin problema aparcamiento en la avenida de los Molinos, a 7 minutos caminando, ya que los parkings en la zona centro son bastante caros (media de 20€/día).
Una vez que nos aposentamos en el hotel y comprobamos que todo estaba correcto, nos vamos a la piscina para darnos un baño y soportar la temperatura cordobesa. La verdad que, viniendo del norte, se nota mucho el cambio, pero he de decir que se aguanta y es verdad que lo mejor es evitar las horas principales del día, desde las 14:00 hasta las 19:00 horas, son las horas en las que estar en la calle se lleva peor.
A las 19:15 horas ponemos rumbo a la calle Ángel de Saavedra, 5, punto de encuentro de nuestro free tour. Lo reservamos a través de la plataforma Civitatis, la compañía a la que nos derivó fue “Córdoba a Pie”. Éramos un grupo grande, por lo tanto, nos dividieron en dos. Seríamos unos 15 por grupo, así que muy bien. Obligatorio el uso de mascarilla durante todo el tour, eso es lo que peor se llevaba, entre el calor y la mascarilla costaba un poco, pero nuestro guía lo hizo fenomenal y el tour fue muy ameno. Hacía bastante calor pero no hay nada como agua para hidratarse y evitar la zonas en las que daba el sol.
El free tour se realiza por toda la zona del casco histórico haciendo varias paradas. La primera fue en la Calleja de la Hoguera. Una calle muy estrecha, que se ensancha en algunos puntos y compuesta por pequeños patios interiores, en uno de ellos se puede ver una inscripción indicando el lugar donde se situaba la Mezquita Andaluza, actual Universidad Islámica Averroes. La verdad que en esta calle hacía calor, pero al dar la sombra se llevaba muy bien, es muy bonita y parece que por momentos te transporta a la época musulmana.
Nuestro siguiente punto en el tour fue la Plaza Cardenal Salazar, en esta plaza se sitúa el antiguo Hospital Provincial de Agudos, hay un montón de historias en torno a este hospital, actualmente es la sede de la Facultad de Filosofía y Letras. También en esta plaza se encuentra la estatua del oculista Al-Gafequi, en el tour te cuentan bastantes datos interesantes, tanto de este oculista como del hospital. Otro edificio reseñable situado en la plaza es el convento de San Pedro de Alcántara.
El tercer punto del tour fue la Plaza de Maimónides, situada al lado de la Plaza Cardenal Salazar, esta plaza recibe el nombre del filósofo árabe Maimónides y en ella destacan varios edificios, como la Casa de las Bulas, donde se encuentra en la actualidad el museo taurino o las distintas casas solariegas que han ido conservando sus fachadas y componen el Hotel Amistad. Además, si uno se aloja en este hotel, puede ver en el jardín parte de la muralla que rodeaba la ciudad de Córdoba.
Desde esta plaza se accede a la calle Judíos donde encontramos la Plaza de Tiberíades, en ella se encuentra la Estatua de Maimónides, aquí nos paramos para una explicación sobre este importante filósofo.
Mientras nos adentramos en la calle Judíos, observamos varios lugares destacados, como la Sinagoga de Córdoba (abre todos los días excepto los lunes, mejor comprobar el horario en su página web: https://www.juntadeandalucia.es/cultura/enclaves/enclave-monumental-sinagoga-de-cordoba, en nuestro caso no hemos podido visitarla debido a la falta de tiempo, pero el guía del tour nos la recomendó, además, la entrada es gratuita para miembros de la UE), otros monumentos que podemos ver en esta calle y se pueden visitar son la Casa Sefarad, la Casa Andalusí o el Museo de la Alquimia. Nosotros no entramos en ninguno de ellos por falta de tiempo, aunque nos hubiese gustado visitar la Casa Sefarad o el Museo de la Alquimia.
La siguiente parada de nuestro tour fue en la Puerta Almodóvar, pasamos por debajo y desde la estatua de Séneca observamos parte de la muralla que rodeaba a la ciudad.
Caminamos cerca de la muralla hasta llegar a la estatua de Averroes, donde nos paramos y nos dieron una explicación de este filósofo y médico tan importante durante la época del Al-Andalus.
Muy cerquita se encuentra el Alcázar de los Reyes Cristianos, donde nos detenemos. Es un importante edificio de Córdoba, siendo el segundo monumento más visitado en la ciudad. Nos da unos datos curiosos sobre el Alcázar y nos anima a hacer una visita si tenemos tiempo, aunque nos avisa que mucha gente se decepciona porque se lo imagina como un palacio y fue más bien una fortaleza, además de cárcel y prisión.
La siguiente parada fue delante del puente romano, aquí nos detenemos para que nuestro guía nos cuente algunas curiosidades sobre el puente, como la renovación que sufrió en el año 2008, que casi hace que deje de ser considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Otro dato importante es que fue el único puente que unía la zona del Casco Histórico con el barrio de Campo de la Verdad hasta el año 1953, que se construyó el puente de San Rafael.
A pocos metros nos paramos para observar La Puerta del Puente, construida en el siglo XVI para conmemorar la visita de Fernando II a la ciudad. Una de las singularidades de la puerta es que la parte que da hacia el puente está terminada, pero si nos fijamos en la parte posterior se ve que está inacabada, esto se debe a que el dinero no dio para todo. A principios del siglo pasado se construyó la parte interna imitando a la que ya estaba concluida, pero sin que hubiese inscripciones ni decoraciones. Una vez que pasamos la Puerta del Puente nos encontramos con el Triunfo de San Rafael, patrón de Córdoba. Cuenta la leyenda que el arcángel San Rafael se le apareció en sueños a un párroco diciendo que salvaría a la ciudad de Córdoba de la peste que estaban sufriendo, como la enfermedad fue remitiendo se le construyó este monumento en su honor. En la parte alta hay una estatua del arcángel San Gabriel.
El tour acaba en el lateral de la Mezquita-Catedral, donde nos hace un breve resumen de la historia de la mezquita, de esta forma nos da una introducción para cuando hagamos la visita interior. También nos recomienda sitios para comer, aunque durante el tour nos va señalando ya algunos de la que pasamos por delante de ellos. Como en todos los free tour al finalizar se le da propina que cada uno considere. La verdad que en nuestro caso Álvaro lo hizo genial, a pesar de la temperatura y de las condiciones que hay en la actualidad por la pandemia. La duración del tour fue de dos horas y cuarto.
Como ya eran casi las 10 de la noche, nos dispusimos a buscar un sitio para cenar. La verdad es que muchos de los bares y restaurantes que llevábamos apuntados, estaban aún cerrados y en los que queríamos cenar pues estaban a tope, así que nos fuimos acercando al hotel y nos encontramos con la Taberna Sa Miguel el Pisto. En principio pensamos que sería un restaurante “caza turistas” y nos iban a sablear, ya que está todo decorado muy al estilo andaluz. Cenamos en el interior como en una especie de patio techado con aire acondicionado, ya que fuera la temperatura rondaba los 30ºC. Nos sorprendió gratamente ya que no fue nada caro y todo estaba muy rico. Esto nos hizo ver que a veces prejuzgamos determinados lugares por parecer más turísticos. Pedimos un flamenquín para probar y la verdad que fue uno de los mejores que he comido, también una tapa de ensaladilla, gambas y patatas. Todo ello junto con una caña, Aquarius y pan nos costó 25€. Salimos bastante satisfechos, además está en el centro y la atención fue muy buena.
Para bajar la comida dimos un paseo por el casco histórico acercándonos al puente romano y la mezquita, merece mucho la pena pasear por la zona tanto de día como de noche, ya que está todo muy bonito iluminado. No había mucha gente, donde encontramos mayor afluencia fue en la plaza de las Tendillas y en la plaza de la Corredera. En el resto de los sitios emblemáticos de la ciudad no había mucho movimiento. La temperatura a las 12 de la noche seguía siendo de 30ºC.
Después del paseo, nos fuimos para el hotel a descansar y así coger fuerzas para el día siguiente, ya que teníamos la visita a uno de los monumentos que llevaba años queriendo visitar.