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Decir Cannes es pensar inmediatamente en el Festival Internacional de cine.
Es posible llegar desde Niza en autobús o en tren (la opción que escogimos). Tarda aproximadamente media hora y cuesta unos 6 euros por persona y trayecto. Nuestro tren iba con destino Cannes-La Bocca pero la parada adecuada es simplemente Cannes.
En el siglo II a.C. la tribu Oxybii de la Liguria estableció un asentamiento conocido como Aegitna. Ya frecuentaban las islas Lérins, de las que luego hablaré.
En el barrio de Le Suquet se han descubierto tumbas romanas.
En el siglo X la localidad se llamaba Canua, que puede provenir del término "canna", caña.
En el siglo IX hubo un ataque de los sarracenos. La inseguridad de las Islas Lérins forzaron a los monjes a establecerse en tierra firme, en el Suquet. La construcción de un castillo en el 1035 fortificó la ciudad que ya era conocida como Cannes, y al final del siglo XI se comenzó la construcción de las dos torres en las islas Lérins.
En 1949 se construyó el Palacio de Festivales y Congresos de Cannes. Evidentemente no es ése el edificio que vemos hoy. El edificio original fue ubicado en el bulevar del paseo de la Croisette en el actual sitio donde se ubica el JW Marriott Cannes. El nuevo diseñado por los arquitectos Bennett & Druet y construido en el sitio donde se ubicaba el Casino municipal, fue inaugurado en diciembre de 1982 y ampliado en 1999 con la construcción de la Riviera Espace, un nuevo espacio de 10.000 metros cuadrados. Hoy tiene 25.000 metros cuadrados, varios auditorios y se usa para varios eventos. Alberga también la Oficina de turismo. Es posible hacerse una foto en la escalera, con su alfombra roja y todo. Por cierto, el antiguo albergó el festival de Eurovisión en 1959 y 1961.
En el suelo, en la calle, vemos una enorme palma de oro, símbolo del festival así como un paseo de la fama. Muchos famosos han dejado sus manos y sus firmas, algunas ilegibles por la mala letra y otras por el paso del tiempo. Estrellas internacionales como Nicole Kidman o Meryl Streep se codean con personalidades patrias como Almodóvar.
Después nos vamos hasta el casco antiguo. En la parte más alta de Le Suquet se encuentran los restos de la antigua muralla que protegía la ciudad de ataques externos. Llegar arriba cuesta pero se recompensa con las vistas. Encontramos la Iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza. Construida entre los siglos XVI y XVII, es de estilo gótico provenzal (otras fuentes dicen que es neogótica del siglo XVIII y que se construyó para sustituir a la capilla de Sainte Anne). Destaca la torre del reloj, símbolo del casco antiguo junto a la vieja torre del siglo XII.
Tal y como se indica en una placa (y se adorna con una máscara de hierro sobre el dintel), el hombre de la máscara de hierro estuvo retenido en el donjon en 1669 o 1670.
En el lugar donde estaba el castillo medieval de los abades de Lérins encontramos hoy el museo de Castre, arqueológico y etnográfico. Estaba cerrado. Por lo que he visto en tripadvisor, tiene bastantes críticas negativas.
Cuando uno visita Cannes suele hacer una excursión en barco a las islas Lérins. Las dos islas más grandes de este grupo de cinco son la isla de Sainte-Marguerite (Santa Margarita) y la isla Saint-Honorat (San Honorato). Las más pequeñas, apenas unos islotes, están deshabitadas.
El viaje en barco a la más cercana, Santa Margarita, que es la que nosotros hicimos, apenas dura 15 minutos. El de san Honorato dura 20. Son barcos independientes. El de Santa Margarita cuesta 15 euros ida/vuelta.
Durante la Guerra de los Treinta Años, España estuvo en posesión de las islas entre septiembre de 1635 y mayo de 1637, y construyó o reedificó cuatro fortalezas en Santa Margarita.
El hombre de la máscara de hierro es un misterioso personaje francés de los siglos XVII-XVIII -su identidad nunca ha sido aclarada-, encarcelado en la prisión de la Bastilla y, posteriormente, en la isla Santa Margarita, cerca de Cannes. Según la leyenda, mientras estuvo en prisión, su rostro fue cubierto con una máscara de terciopelo o de hierro. Esta historia la popularizó Alejandro Dumas en 'El vizconde de Bragelonne', obra en la que se dice que el preso desconocido podría ser un hermano gemelo de Luis XIV de Francia. Algún historiador recientemente ha afirmado que en realidad era un ayudante de cámara o secretario del cardenal Mazarino. Otras teorías hablan de Antoine Nompar de Caumont, duque de Lauzun, o de Fouquet.
Fue trasladado a Cannes desde una fortaleza en el Piamonte (Italia). Allí permanecería once años y para entonces su existencia no solo era ya de dominio popular sino que ese viaje desde Italia fue el que originó una leyenda que recogió Voltaire de que la máscara en cuestión era de hierro, aunque seguramente se tratara de un error. En 1698 Saint-Mars fue puesto al mando de la Bastilla y se fue con el recluso, al que llevaba mucho tiempo vigilando, al que acomodó en una celda con cama y muebles, pero aislada, de la torre Bertaudière.
La isla es muy pequeña, de aproximadamente 3 km de largo (de este a oeste) y con 900 metros de ancho. Hay muchos senderos para poder pasear y, aunque va mucha gente, es un remanso de paz.
Se puede visitar la fortaleza, hoy convertida en museo del mar, pero nosotros no lo hicimos por falta de tiempo.
Nos dedicamos a pasear. En la isla hay también algún restaurante y un par de quioscos de bebidas, helados y comidas rápidas.
Hay alguna cala para bañarse.
En la isla de Saint Honorat, que nosotros no vimos, se conservan los restos de un monasterio del siglo V, muy famoso wn la Edad Media. Pervive un torreón que era donde los monjes se refugiaban en caso de ataques de los sarracenos. El monasterio actual es del siglo XIX y sigue habitado.
De nuevo en tierra firme, es obligatorio pasar por la rue Meynadier, que tiene hasta un arco con su nombre. En el siglo XVI se permitió la circulación de caballos y carruajes por toda la vía y hoy es peatonal. Allí hay muchos restaurantes. Comimos allí. Escogimos de primeros sopa pescado y ensalada caprese; de segundo, estofado con macarrones y de postre, molleux au chocolat. Nos costó 17 euros por persona y nos invitaron a una tostada con una salsa y a un vasito de vino con naranja.
Después fuimos a ver el mercado de Forville.
Vale la pena fijarse bien porque hay algunas pinturas murales en la ciudad, relativas al cine, claro.
El ayuntamiento es un bonito edificio frente al puerto. Se inauguró en 1876.
El boulevard de la Croisette es el paseo marítimo. Allí vemos las playas, muchas privadas, y los lujosos hoteles, como el Majestic, conviviendo con tiendas de grandes firmas. Otra zona puramente comercial se encuentra en la Rue d'Antibes.
Este paseo toma el nombre de la palabra provenzal "crouseto" que significa "pequeña cruz”. Un oratorio recuerda la historia de los peregrinos llegados hasta aquí, antes de embarcarse hacia las solitarias islas de la región, atraídos por la reputación de santidad de los monjes de Lérins.
Al principio fue concebido como un camino de tierra, invadido por cañas y por ciénagas. Dunas de arenas, algunas de más 15 metros de altura, lo flanqueaban. A finales de 1850, y para contentar a los visitantes ricos que empezaban a llegar, se pensó en adecentarlo.
Hoy mide 3 kilómetros de largo.
Si vas a Cannes en Flixbus, la parada se hace en Le Cannet, una zona residencial dos kilómetros al interior.
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