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Todavía no sé cómo recupere las fuerzas después de un día tan largo, pero milagrosamente salgo a prime hora en la mañana para seguir descubriendo la ciudad. Es temprano y se nota que a la capital le cuesta arrancar en estas horas. Las calles están desiertas y parece que tengo toda la ciudad para mí solo. Vuelvo a cruzar el rio para volver a ver el Bazaaar. A esta hora el barrio esta desierto, las cortinas de los negocios están bajas y el sol comienza a iluminar las callas empedradas. Algunos comerciantes se dirigen hacia sus puestos con un andar lento y relajado. En algunas esquinas se juntan a tomar incluso un café rápido antes de empezar a trabajar. Quizás no sea la mejor hora para visitar esta zona así que cambió de idea y me dirijo hacia la fortaleza. O mejor dicho lo que queda de ella ya que como gran parte de la ciudad el terremoto del 63 la destruyo
Una de las ventajas es que al no estar muy desarrollada no tiene justificación pagar una entrada así que es gratis. No hay mucho que ver y el interior se parece más a un parque que a una ciudadela o un castillo. Existen algunos caminos en el interior que permiten acceder a las murallas. En ese momento se podía hasta caminar por arriba de ellas y muchos se sentaban allí a ver las vistas de la ciudad o charlar. Al estar emplazada sobre una colina el paisaje es espectacular. El rio serpenteando de este a oeste atravesando la nueva y vieja ciudad. Las mezquitas mezclándose con edificios modernos y comunistas y los barrios bajos con paredes de piedra con modernas torres de apartamentos. Enfrente la montaña de Vodno alta e inexpugnable. En la cima se veía la recién terminada Millenium Cross, la cruz cristiana más alta del país, construida con el propósito claro de recordar la verdadera religión en Macedonia del Norte (pequeño mensajito para los musulmanes albaneses del país). Debajo de mis pies el blanco de los edificios neoclásicos brilla aún más fuerte con el sol de la mañana. Después de algunas fotos se que es hora de seguir.
Esta vez decido dirigirme hacia el barrio de Shutka. ¿Por qué es famoso este barrio pese a que los turistas jamás pondrían un pie en él? Porque Shutka es la capital balcánica del pueblo gitano. El verdadero nombre de este distrito es Suto Orizari y es el responsable de más del diez por ciento de la población de Skopie. Lo característico es que el 90% es de origen romaní lo que lo convierte en una de las comunidades gitanas más grandes de Europa y una de las pocas que se autogobierna. La comunidad gitana vivía históricamente en el centro del bazar hasta que el terremoto de 1963 los dejo sin hogar. El gobierno intentó ubicarlos en bloques de edificios, pero como la comunidad no se acostumbró al cambio las autoridades decidieron enviarlos seis kilómetros al norte de la ciudad. El barrio se fue desarrollando con oleadas de inmigrantes gitanas de Kosovo, Serbia, Bulgaria o Rumania que fueron desarrollando la zona. Con la caída del comunismo se empezó a ver una inmigración masiva a Europa Occidental haciendo de las remesas una fuente de ingresos fundamental para la ciudad.
El pueblo gitano es una de las comunidades más perseguidas de Europa. Sin entrar en discusiones sobre responsabilidades de ambas partes los gitanos han sufrido hasta genocidios o experimentos médicos y esto ha contribuido a su exclusión. En general suelen ser los sectores más excluidos y pobres de cada país y en algunas regiones de Europa Oriental se siente todavía la discriminación que sufren. Me toco en un tren rumano ver como expulsaban a una familia gitana solo porque en el vagón había turistas. En Eslovaquia también vi los famosos carteles de “No se aceptan animales ni gitanos” en algunos negocios. Es una discusión enorme y compleja determinar quién tiene la culpa, pero es una realidad compleja que los gobiernos no intentan cambiar. En Macedonia del Norte no es la excepción pese a que la constitución garantiza numerosos derechos (educación en su idioma, autogobierno, canales públicos propios, etc.) que no se ven en otras partes del continente.
Shutka se nota como un mundo aparte. Derruido, desordenado y sucio no es la cara más amable de Skopje, pero es quizás una de sus realidades más duras. La informalidad y la pobreza de la comunidad romaní hace que esta sea considerada una de las zonas mas pobre del continente. La presencia del Estado es nula y se nota en cada acera destruida, en los niños que corren por cualquier lado, de los jóvenes que deambulan sin saber que hacer por las calles.
Pero también es un bagaje cultural poderoso que en los últimos años reclama cada vez más atención. Emir Kusturica se insipiró en los gitanos para muchas de sus películas y hasta utilizó locaciones y personajes de Shutka para llevar a cabo sus películas. Cuando le han preguntado ha dicho “Nadie puede comprender a los gitanos si no está libre de prejuicios. No alcanza con mostrar las privaciones, las miserias y el racismo que sufren, la vida ruda que llevan. Es preciso también poder capturar la magia particular que los ha hecho desde siempre un pueblo único”. En base a este éxito en el 2005 se hizo el documental “El libro Shutka de los records” un documental sobre el día a día de estos barrios. Sin golpes bajos ni tristeza, intentando celebrar lo bueno y característico dentro de una zona tan postergada. El éxito del documental empezó a atraer curiosos que comenzaron a interesarse por esta zona. Obviamente Shutka no tiene ni los recursos ni el material para convertirse en un destino turístico. Todavía sigue siendo una zona insegura así que camino por las calles comerciales intentando no mostrar cámara de fotos ni parecer muy turista.
Se nota muchísimo la diferencia entre ambas comunidades y cuesta sentirse a gusto en un lugar tan destruido, pero a veces las ciudades se deben conocer también en sus lados negativos. Sigo hacia el norte tratando de salir del barrio en búsqueda de otra rareza de la ciudad: el acueducto romano. Se encuentra hacia el noroeste, en las afueras de la ciudad. La idea era atraer agua de algunos arroyos hacia los asentamientos de la zona y se considera vital para el inicio de la civilización en la zona. Como todo en la región tiene sus polémicas políticas. Su origen sigue siendo discutido ya que las distintas comunidades se pelean por su origen. Los ortodoxos lo consideran romano sin embargo los musulmanes impulsan la idea de que es en realidad otomano. En el medio las comunidades no se ponen de acuerdo con su conservación y para cuando pude visitarlo el acueducto estaba en pésimo estado. Imposible de acercarme me contente con verlo de lejos. Pese a que se notaba la vegetación que le crecía entre las ruinas y algunos pedazos de estructura se iban cayendo la imagen esa hermosa. El sol se iba posando lentamente sobre las montañas del sur de Skopie. Las siluetas de la ciudad se veían a lo lejos fundiéndose con el paisaje. La luz dorada del atardecer hacia brillar con fuerza el acueducto y el campo alrededor.
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