Blogs / Diarios 
Croacia ya estaba habitada en la Prehistoria. Se han encontrado evidencias de vida neandertal en el norte y en el centro del país.
Posteriormente debemos hablar de los ilirios, una rama de la familia indoeuropea. Entre ellos destacaron los dálmatas. Hacia el siglo IV a.C. en el Norte se establecieron los celtas.
Iliria fue estado soberano hasta el 168a.C.. con la llegada de los romanos.
Croacia fue provincia romana y ocupaba también una parte de Italia. En el siglo I la provincia se dividió en dos, Panonia y Dalmacia, y en el siglo II Trajano dividió a su vez Panonia en dos partes.
El período romano nos deja también personajes como Diocleciano, nacido en Salona y que cuando se “jubiló” se refugió en su imponente palacio en la vecina Split.
Con la caída del Imperio, los bárbaros amenazaban el territorio. El emperador bizantino Heraclio ofreció a la tribu eslava de los croatas asentarse en Panonia y Dalmacia y evitar así el avance de los ávaros. Evidentemente aceptaron. Lucharon contra los ávaros y les vencieron, dispersándose estos por los Balcanes.
Una rama de los croatas, sin embargo, permaneció en lo que hoy es el sur de Polonia. El resto se instalaron desde Bosnia hasta Montenegro, por toda la costa de Dalmacia y en las llanuras del Sava y el Drava (Panonia).
Se formaron estructuras tribales autonómas bajo el mando de un jefe tribal, el zupani.
El ducado de Panonia se extendía a lo largo del Drava en la zona entre el Sava y el Danubio, en las regiones de las actuales Baranja, Backa y Eslavonia. Dalmacia abarcaba la actual Croacia entre el Drava e Istria), la Krajina y el interior de la actual Dalmacia, ya que las principales ciudades costeras estaban habitadas por población de origen latino.
En cuanto al ducado de Croacia-Dalmacia, el primer Duque documentado es Viseslav (siglo VIII).
En el año 810 el ducado de Croacia-Dalmacia pasó a Borna, que aceptó ser vasallo de los emperadores francos. Su sobrino Ljudevit Posavki, duque de Croacia-Panonia, en cambio, luchó contra los francos. Fue derrotado y encarcelado por su propio tío de por vida.
El zupan Ratimir se sublevó contra los carolingios entre el 829 y el 838. Tomó el control de Panonia pero los francos volvieron a someter el territorio muy pronto.
En Dalmacia siguió el vasallaje hasta que Trpimir se independizó, fundando su propia dinastía. Asentó el ducado de Croacia pero tuvo que luchar contra la República de Venecia. Pocos años después muchas ciudades de la costa, tributarias de los bizantinos, se convirtieron en vasallas de los croatas, cambiando los tributos de manos. En el año 879 el Papa Juan VIII entregó a los croatas su primer reconocimiento como estado. En el 925 Tomislav expandió las fronteras y fue coronado por el Papa Juan X como rey de los croatas.
Bajo los sucesores del rey Tomislav Croacia alcanzó su máxima extensión, abarcando Croacia, Eslavonia, una parte ínfima de Dalmacia y gran parte de Bosnia. El resto de las ciudades costeras de Dalmacia (Split, Zadar, Sibenik, Trogir...) estuvieron bajo dominio de la República de Venecia.
En 1358 se firmó el tratado de Zadar que otorgó el estatus de república a Ragusa (actual Dubrovnik).
El nieto de Tomislav, Kresimir I, dividió el reino entre sus dos hijos pero el hermano mayor no dejó reinar al más joven.
Kresimir II consiguió tener bajo su control a toda Bosnia. Su hijo Stjepan Drzislav consiguió el dominio de toda Dalmacia, siendo nombrada rey de Croacia y Dalmacia.
Al rey de los búlgaros no le gustaba nada que croatas y bizantinos tuvieran buenas relaciones. Es por ello que atacó Croacia, venció al zupan Vladimir y marchó hacia Zadar, ciudad que sitió sin éxito.
Stjepan I apoyó la revuelta del príncipe Dobroslav contra los bizantinos, que fueron expulsados de Serbia. El emperador Miguel IV se vio obligado a ceder Dalmacia a los croatas. El dux veneciano, mientras tanto, tomó Zara (actual Zadar).
El último gran rey croata fue Peter Kresimir IV, que reconquistó Zadar y expulsó a los bizantinos de Bosnia y Dalmacia.
El rey no tenía hijos, por lo que decidió que su sucesor fuera Dimitar Zvonimir, el virrey (ban) de Eslavonia. A los nobles la elección no les gustó y escogieron como rey al Duque de Neretva, Slavac, que a su vez tenía el apoyo del clero.
A las ciudades del oeste tampoco les gustó Slavac y pdiieron ayuda al duque normando de Amalfi, que se llamaba Amico. Éste tomó el territorio desde Zadar hasta Split e hizo prisionero a Slavac.
Mihailo, ban de Duklja, se proclamó independiente.
Todo este caos se solucionó con la intervención del Papa. envió a un legado a la Dieta de Salona y consiguió que se aceptara como rey a Dimjitar Zvonimir. Fue coronado en 1076 como rey de los croatas y los dálmatas. Recuperó las islas del Adriático, antes en manos de los venecianos.
Zvonimir estaba casado desde 1063 con la princesa Helena de Hungría, hija del rey Bela I de Hungría, que gobernaba en Eslavonia. El partido húngaro era mayoritario en el norte del país, principalmente en Eslavonia, por lo que eligieron como sucesor de su hermana a Ladislao I de Hungría. Éste renunció al trono y nombró sucesor a su sobrino Almos.
Los venecianos volvieron a conquistar grandes zonas de la costa y el reino no tardó en quedar dividido de nuevo. En el Norte, los nobles ofrecieron el trono a los reyes húngaros. En el sur se coronó a Petar Svacic, que acabó enfrentándose al rey húngaro Colomán I. Ambos se enfrentaron y Svacic perdió la vida. Croacia se integró en las fronteras del Estado húngaro aunque conservando su estructura político-administrativa y manteniendo sus habitantes iguales derechos civiles que los húngaros.
Croacia conservaba el Sabor (la dieta nacional), sus leyes y el gobierno, que era encargado a un ban elegido por los propios croatas de entre su nobleza. La frontera entre ambos reinos se establecía en el Drava, y Croacia se extendía hasta la costa adriática.
Durante el reinado de Colomán (1102-1116), Croacia disfrutó de una época de prosperidad y tranquilidad.
La muerte de Géza II provocó las guerras sucesorias en la familia Arpad: por un lado el hijo de Geza, Esteban III de Hungría (1162-1172), y por otro sus tíos (hermanos de Géza), Ladislao II (1161-1163) y Esteban IV (1163). Al extender su influencia sobre el reino húngaro, el emperador bizantino Manuel I Comneno aprovechó los años de guerra para anexionarse parte del territorio croata entre los Alpes dináricos y el Adriático, formando los ducados bizantinos de Dalmacia-Croacia y Dalmacia-Dioclia.
Bela III era el protegido del emperador bizantino. Al regresar a Hungría (había crecido en la corte de Bizancio) reclamó el trono de su hermano muerto, Esteban III, y recuperó el ducado bizantino de Croacia.
En el siglo XIII el reino croata se fue disgregando. Se terminaron separando Croacia y Eslavonia. Por su parte, Hungría y Venecia se disputaban la costa adriática, lo que llevó a la separación de Dalmacia.
Cuando surgieron las luchas dinásticas en Hungría, muchos nobles optaron por independizarse. Es lo que ocurrió con Pavao I Suric en Croacia y Eslavonia, asumiendo además el gobierno de gran parte de Bosnia.
Al final Carlos Roberto de Anjou acabó haciéndose con el trono húngaro y obligó al sucesor de Suric, Mladen II, a devolver el poder de Croacia a la corona húngara. Mladen y su hermano se sublevaron sin éxito y Croacia terminó de nuevo bajo el control de Hungría, gobernada de facto por el ban Ivan Babonic.
Dubrovnik fue por otros derroteros como ya apunté. Durante la Cuarta Cruzada, la ciudad cayó bajo el control de la República de Venecia y así siguió hasta el tratado de Zara en 1358, cuando Venecia, derrotada por el Reino de Hungría, perdió el control de Dalmacia.
Ragusa, que así se llamaba, se convirtió en una república independiente y así siguió hasta 1808.
Tras la derrota húngara en la Batalla de Mohács de 1527 y la ocupación del país por los otomanos, los nobles húngaros y croatas otorgaron la corona del reino de Hungría, en lo que fue conocido como Parlamento de Cetin, al archiduque de Austria Fernando I, de la dinastía Habsburgo.
En 1565, aprovechándose del enfrentamiento entre Maximiliano II de Habsburgo y Segismundo II de Polonia, Solimán el Magnífico invadió Hungría por sexta vez con 150.000 soldados. Avanzó hasta sitiar la pequeña fortaleza de Siget (Szigetvár), donde el conde Nikola Šubić Zrinski, con solo 2.300 hombres, opuso una fuerte resistencia. La fortaleza fue asediada.
La noche del 5 al 6 de septiembre murió el sultán Solimán, ya muy mayor, y fue reemplazado en el mando por el Gran Visir Sokollu Mehmet Bajá. Tras un bombardeo ininterrumpido, la torre empezó a arder el 8 de septiembre. Zrinski prefirió morir heroicamente antes que capitular, por lo que hizo una salida por el puente del castillo con los soldados que le quedaban. Fue hecho prisionero y decapitado.
La batalla de Szigetvár dio tiempo a los austriacos para reorganizarse. Por órdenes reales, en 1553 y 1578, amplias zonas fronterizas de Croacia y Eslavonia se convirtieron en la Frontera Militar. Muchos de sus habitantes habían escapado por miedo a los turcos. La monarquía austriaca animó a serbios, checos, húngaros, eslovacos, alemanes, ucranianos y otros pueblos eslavos a instalarse allí.
Los altos impuestos llevaron a los campesinos del norte de Croacia y Eslavonia a rebelarse contra sus señores, dirigidos por Ambroz Matija Gubec (1573). La revuelta fue sofocada y los líderes, con Matija Gubec a la cabeza, ejecutados.
Los turcos siguieron con su avance. Tras la batalla de Sisak de 1593, que terminó con la derrota otomana y la expulsión de los turcos de Croacia, se recobró la mayor parte del territorio en manos turcas, que solo pudieron conservar Bosnia.
El ejército imperial austríaco venció a los otomanos en 1664 pero Leopoldo I de Habsburgo rehusó arrebatarles más territorios a los otomanos. Eso produjo malestar entre los nobles, entre los que estaban Petar Zrinski, F. K. Frankopan, F. Nadasdy y E. Tatenbach. Su conspiración contra el emperador fue descubierta y fueron ejecutados.
Croacia apoyó la Pragmática Sanción de Carlos VI a favor de su hija. María Teresa les concedió por ello ciertos privilegios pero terminó disolviendo el parlamento croata.
En las Guerras Napoleónicas las Repúblicas de Venecia y Ragusa cayeron. Se formaron las Provincias Ilirias, dependientes de Francia. Ocho años después, derrotada Francia en la guerra, Austria se anexionó la costa dálmata en el Congreso de Viena de 1818.
Durante las revoluciones de 1848, el gobernador del banato de Croacia, Josip Jelačić, apoyó las campañas austriacas para restablecer el control imperial en Hungría, liderando una exitosa campaña hasta la batalla de Pakozd. Jelačić logró abolir la servidumbre en Croacia, eliminando el feudalismo y reduciendo el poder de la aristocracia latifundista. La división de la tierra la parceló en propiedades muy reducidas, muchas veces incapaces de alimentar a una familia, lo que propició la emigración. Comenzó así la diáspora croata.
El siglo XIX vio surgir también los nacionalismos.
El compromiso austrohúngaro (en alemán, Ausgleich) fue el acuerdo llevado a cabo en febrero de 1867 entre el emperador de Austria, Francisco José I, y una delegación húngara encabezada por Francisco Deák por el que se creó la monarquía dual austrohúngara. El Ausgleich supuso la ratificación de la pérdida de la autonomía croata. Según el acuerdo hungarocroata de 1868 el Gobernador sería nombrado por Hungría, el 55% de los impuestos irían al gobierno de Budapest y el puerto de Rijeka quedaría bajo control directo húngaro. El reino de Croacia y Eslavonia fue entonces dividido en ocho condados. Se incorporaron a este reino las tierras habitadas por los croatas de la costa dálmata y también los territorios de la Frontera militar, ahora que los turcos ya no suponían un peligro.
El Imperio austrohúngaro se disolvió después de la Primera Guerra Mundial. Los diputados eslavos del sur del Imperio aprobaron en mayo de 1917 la llamada «Declaración de Mayo», en la que expresaban su deseo de formar un Estado yugoslavo. Las aspiraciones del nuevo Estado eran incluir todos los territorios del antiguo Imperio austrohúngaro habitados por eslovenos, croatas y serbios. Sin embargo, los serbios de Voivodina (incluyendo las regiones del Bánato, Bačka y Baranja) rechazaron esto y formaron su propia administración en Novi Sad bajo la autoridad suprema del «Gabinete Nacional de Serbia». Voivodina se unió al Reino de Serbia el 25 de noviembre de 1918. Un día antes, el 24 de noviembre de 1918, la región de Syrmia, que al principio era parte del Estado, se separó y se unió al Reino de Serbia.
Unos meses después de su formación se integró en el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos. Existió desde el 1 de diciembre de 1918 al 3 de octubre de 1929. Comprendía aproximadamente el área de las provincias de Bosnia-Herzegovina, Serbia, Montenegro, Macedonia del Norte y la mayor parte de los territorios de Croacia y Eslovenia. El reino contaba con numerosas religiones, siendo los croatas y eslovenos mayoritariamente católicos, los serbios ortodoxos y en Bosnia y en el sur del país abundaban los musulmanes. Hubo mucha disparidad de criterios y no pudieron aplicarse las medidas deseadas.
Entre la proclamación del nuevo Estado y la aprobación de la nueva Constitución en 1921, el nuevo país se rigió por la antigua Constitución serbia y fue administrado por el funcionariado y el Ejército serbios, que se apresuró a disolver las unidades austrohúngaras y a despedir a sus oficiales.
Nikola Pasik, veterano primer ministro y principal político serbio, defendió fundamentalmente una política panserbia y centralista, opuesta al federalismo. Fue el principal adversario de Stjepan Radić aunque acabó formando Gobierno con él poco antes de su muerte. Stjepan Radić fue el fundador del Partido Campesino Croata (HSS, Hrvatska Seljačka stranka) en 1904. Radić logró reunir al campesinado de Croacia en una fuerza política viable. A lo largo de toda su carrera, se opuso a la unión centralista del nuevo Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos y, más tarde, a la hegemonía serbia en Yugoslavia. Descontento con las escasas reformas del Gobierno, acabó volviendo a la oposición.
Se coligó entonces con su antiguo rival, el serbocroata Svetozar Pribićević, que había abandonado su anterior ultracentralismo y juntos condujeron una durísima campaña de acoso al Gobierno que crispó la política parlamentaria. En una de las turbulentas sesiones fue herido por el diputado gubernamental montenegrino Puniša Račić, y acabó falleciendo semanas más tarde.
La muerte de Radić lo desestabilizó todo y acabó llevando a una dictadura real en 1929 en manos de Alejandro I de Yugoslavia.
El Reino de Yugoslavia existió desde el 3 de octubre de 1929 al 2 de diciembre de 1945. Estaba compuesto por Eslovenia, Bosnia y Herzegovina, Serbia, Montenegro y Macedonia, Croacia y Eslavonia.
El 3 de octubre de 1929, el país pasó a llamarse oficialmente Yugoslavia. Los gobernadores provinciales eran nombrados por decreto real y respondían únicamente ante el rey. Se intentó eliminar los regionalismos. Las nueve banovinas, las nuevas provincias, no tenían ningún tipo de autonomía. Vladko Maček, dirigente del Partido Campesino Croata, se opuso por ello a la dictadura real.
La dictadura fue un fracaso. Las grandes diferencias entre quienes conformaban el reino no hacían posible un buen entendimiento. Para colmo el crack del 29 acabó afectándoles también y se vivieron graves problemas económicos. El 9 de octubre de 1934 un guerrillero macedonio contratado por el nacionalismo croata ustacha asesinó al rey Alejandro y al ministro de Asuntos Exteriores francés en Marsella.
A Alejandro le sucedió en el trono su hijo Pedro II, pero al ser menor de edad, asumió la regencia su tío el príncipe Pablo junto con otros dos regentes. Pablo emprendió una política exterior pro-alemana.
El Estado fue ocupado por los nazis. En 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, un golpe de Estado depuso al regente y llevó al poder a Pedro II, quien tomó distancia de las potencias del Eje. Esto provocó la reacción de la Alemania nazi, cuyas tropas ocuparon el territorio de Yugoslavia, mientras el rey se exiliaba en Londres.
Después del fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, se conformó la República Federal Popular de Yugoslavia, gobernada por el mariscal Tito. A diferencia de otros países de Europa Oriental, Tito impuso un modelo de socialismo autogestionario, que le puso límites a la influencia de la Unión Soviética.
Estaba integrada por seis repúblicas socialistas: Croacia, Eslovenia, Bosnia y Herzegovina, Montenegro, Macedonia del Norte y Serbia. Ésta última incluía dos provincias autónomas Voivodina y Kosovo y Metojia. Su capital era Belgrado, actual capital de Serbia. Había una gran diversidad cultural y religiosa, ya que se hablaban varios idiomas (croata, serbio, esloveno, albanés, macedonio), aunque con cierto parecido entre sí, y se practicaban tres religiones distintas (católica, ortodoxa griega y musulmana).
En 1963 pasó a llamarse República Federativa Socialista de Yugoslavia. Perduró hasta 1991, cuando Croacia y Eslovenia proclamaron su independencia. Este hecho, aunque se produjo legalmente, provocó un conflicto bélico. El gobierno federal, serbio, rechazaba esta separación.
El primero de estos conflictos fue la breve guerra de Eslovenia tras la declaración de independencia de la Federación el 25 de junio de 1991. El gobierno federal ordenó al Ejército Popular Yugoslavo asegurar los pasos fronterizos de Eslovenia. La guerra apenas duró unos días y hubo 10 muertos. El ejército yugoslavo se retiró por completo de Eslovenia el 26 de octubre de 1991.
Croacia declaró su independencia en junio de 1991 después de un referėndum donde una amplísima mayoría se declaraba a favor, pero esta declaración no tuvo efecto sino hasta el 8 de octubre. La minoría serbia de Croacia no aceptó la independencia de Yugoslavia y proclamó la República Serbia de Krajina como región autónoma. Belgrado, por su parte, mandó al Ejército Popular Yugoslavo a enfrentarse a las recién creadas fuerzas armadas croatas. El conflicto enfrentó a dos hombres fuertes, en Serbia el presidente Slobodan Milošević y en Croacia el presidente Franjo Tuđman.
La República de Serbia, dirigida por Slobodan Milošević, abogaba por el centralismo y el sistema de partido único (el comunista) para toda Yugoslavia, terminando por derogar la autonomía de las regiones de Kosovo y Vojvodina. Para colmo, el ejército estaba controlado por los serbios.
Desde el estallido de la guerra abierta, las ciudades de Dubrovnik, Šibenik, Zadar, Karlovac, Sisak, Slavonski Brod, Osijek, Vinkovci, Pakrac y Vukovar fueron atacadas progresivamente por fuerzas serbias.
La ONU impuso un embargo de armas, que afectó al ejército croata, que no tuvo más remedio que conseguir armas de contrabando.
El Presidente Tudjman hizo una declaración el 5 de octubre de 1991 llamando a toda la población a movilizarse y defenderse contra lo que definía como el "imperialismo de la Gran Serbia".
En agosto de 1995 las fuerzas croatas llevaron a cabo la Operación Tormenta, anexionando finalmente la RSK y provocando la expulsión de unos 250.000 serbios que habitaban en Croacia. La guerra acabó con la negociación de los Acuerdos de Dayton (en Dayton, Ohio, Estados Unidos), posteriormente firmados en París en diciembre de 1995.
Entre 1992 y 1995 Croacia, Eslovenia, Macedonia del Norte y Bosnia y Herzegovina fueron reconocidas como repúblicas independientes por la comunidad internacional.
En febrero de 1992, el pueblo de Bosnia-Herzegovina decide en referéndum su independencia de la República Federal Socialista de Yugoslavia, a pesar de que parece que los serbios intentaron boicotearlo. Bosnia sufrió también los efectos del embargo de armas decretado por Naciones Unidas.
De acuerdo con numerosos fallos del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, las fuerzas serbias y croatas (primero aliados y luego enemigos de los bosnios) realizaron limpieza étnica en sus territorios, planificadas por sus líderes políticos con el fin de crear estados étnicamente puros (República Srpska y República Croata de Herzeg-Bosnia). Se considera también que las fuerzas serbias cometieron la masacre de Srebrenica al final de la guerra, calificada por el Tribunal como genocidio. Este asesinato masivo, 8.000 personas, fue llevado a cabo por unidades del VRS, bajo el mando del general Ratko Mladić. Aunque en inicio solo se pretendía matar a adultos varones que fueran bosnios musulmanes, al final murieron niños y ancianos también. A Mladic se le conoce como el carnicero de Bosnia o de los Balcanes.
En 1998 el general Radislav Krstić fue acusado de crímenes de guerra por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia en La Haya en relación con la matanza de 8.100 hombres y niños bosnios el 11 de julio de 1995, durante la masacre de Srebrenica, la mayor matanza en masa en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. El Tribunal de Apelación declaró a Krstić no culpable de genocidio, pero se afirmó su culpabilidad como colaborador del mismo y, por lo tanto, redefinió la pena y la estableció en 35 años de condena contados a partir de su detención. Fue trasladado a una prisión de Reino Unido, donde fue apuñalado por tres presos musulmanes. Se decidió su traslado a una cárcel serbia.
Mladić tras la guerra de Bosnia vivió en un suburbio de clase alta de Belgrado, protegido por Slobodan Milošević, y en instalaciones militares hasta junio de 2002. Fue capturado en 2011 y condenado a cadena perpetua.
Radovan Karadžić, que ocupó el cargo de presidente de la República Srpska ( una de las dos entidades políticas que forman Bosnia y Herzegovina, junto con la Federación de Bosnia y Herzegovina) entre 1992 y 1996, fue condenado el 24 de marzo de 2016 a 40 años de cárcel como máximo responsable del genocidio de Srebrenica y el sitio de Sarajevo. La condena fue elevada a cadena perpetua el 20 de marzo de 2019.
Serbia y Montenegro intentaron preservar la antigua unión con la creación de la República Federal de Yugoslavia. Pero, las divisiones continuaron. En 1998, la provincia serbia de Kosovo, con población mayoritaria de origen albanés y religión musulmana, se separó de Yugoslavia. Esto derivó en la Guerra de Kosovo.
En 2006 Montenegro se separó de Serbia.
En 2001 el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia solicitó la detención de Milošević . En la ciudad de La Haya se inició un proceso legal en el que se le acusaba de crímenes de guerra, contra la humanidad y genocidio, presuntamente acaecidos durante la guerra de Yugoslavia. El expresidente fue encontrado muerto en su celda en 2006.
Etapa anterior
Tema: 
Ir a tema del foro
