Tras nuestro paseo por Carrión y nuestra visita al Monasterio de San Zoilo, de camino a Madrid, visitamos la Villa Romana de La Tejada
Descubierta en el año 1970, la extensión exacta del conjunto del yacimiento aún es desconocida, puesto que se continúa trabajando en dicho yacimiento. Se cree que esta villa estaba dedicada a baños públicos por las representaciones de algunos e los mosaicos.
Los trabajos arqueológicos en esta Villa han permitido descubrir magnificos mosaicos en casi todas las estancias de la villa. En los mosaicos podemos ver temas geométricos, dameros, nudos de Salomón, esvásticas, bellísimas escenas mitológicas y representaciones de la naturaleza. Entre los importantes mosaicos conservados destacan el de las Cuatro Estaciones, el Mosaico de Óctogonos y Óvalos, el de los Nudos de Salomón, el de Neptuno y el de Leda y el de los peces.
Otro de los "reclamos" de la Tejada es el estado de conservación del hipocaustum de muchas de sus habitaciones. Es un sistema de calefacción que se sitúa bajo el suelo de los mosaicos hecho con arcos o pilares de ladrillo, entre los que discurre el aire caliente. En algunas zonas faltan muchos ladrillos ya que fueron reutilizados para otras construcciones, pero se puede apreciar perfectamente este sistema de calefacción. Se pueden ver varios hornos en los que se quemaba la leña para conseguir el calor en las estancias.
Descubierta en el año 1970, la extensión exacta del conjunto del yacimiento aún es desconocida, puesto que se continúa trabajando en dicho yacimiento. Se cree que esta villa estaba dedicada a baños públicos por las representaciones de algunos e los mosaicos.
Los trabajos arqueológicos en esta Villa han permitido descubrir magnificos mosaicos en casi todas las estancias de la villa. En los mosaicos podemos ver temas geométricos, dameros, nudos de Salomón, esvásticas, bellísimas escenas mitológicas y representaciones de la naturaleza. Entre los importantes mosaicos conservados destacan el de las Cuatro Estaciones, el Mosaico de Óctogonos y Óvalos, el de los Nudos de Salomón, el de Neptuno y el de Leda y el de los peces.
Otro de los "reclamos" de la Tejada es el estado de conservación del hipocaustum de muchas de sus habitaciones. Es un sistema de calefacción que se sitúa bajo el suelo de los mosaicos hecho con arcos o pilares de ladrillo, entre los que discurre el aire caliente. En algunas zonas faltan muchos ladrillos ya que fueron reutilizados para otras construcciones, pero se puede apreciar perfectamente este sistema de calefacción. Se pueden ver varios hornos en los que se quemaba la leña para conseguir el calor en las estancias.