Según habíamos leído, este conjunto de lagos y lagunas es una de las zonas lacustres más bonitas de los Pirineos y fue declarada Espacio Natural Protegido en 1976. Se extienden por la falda sur del Pic del Carlit, que con sus 2.921 metros es el más alto del Pirineo oriental.
Situación de los Lagos de la Bollosa.
Desde Llivia, la distancia hasta el Lago de la Bollosa, donde se inician las rutas, es de 26 kilómetros, seis más desde Puigcerdá y la frontera. Sin embargo, en verano está cortado el paso de vehículos particulares hasta allí, por lo que hay que estacionar en un aparcamiento habilitado en la carretera D-118, a la altura de Les Angles, y utilizar un servicio de autobuses regulares (navettes) que circulan entre las 07:00 y las 19:00, mientras que a partir de esa hora y hasta las 20:30 (último descenso) los autobuses circulan cuando se llenan. El precio de ida y vuelta es de 5 euros por persona (2 euros para niños entre 5 y 12 años). También se puede llegar a través de un telesilla al que se accede desde la Estación de Font Romeu y que luego requiere caminar 30 minutos.
Itinerario desde Llivia en Google Maps.
Como era de esperar, el parking estaba a tope, pero encontramos sitio y nos dirigimos a la parada de los autobuses, que salían en intervalos de quince minutos. A esa hora, poco después de las tres de la tarde, subía poca gente, ya que casi todo el mundo estaba en la zona alta, haciendo las diferentes caminatas.
La navette nos dejó a unos cien metros del Lago de la Bollosa (Lac des Bouillouses), el más grande de toda la zona lacustre y el de más altura en los Pirineos (2.000 metros) al que se puede acceder en coche o en telesilla, si bien curiosamente se trata de un embalse artificial, cuya presa fue construida a principios del siglo XX para regular el caudal del río Tet y, a través de su central hidroeléctrica, producir la energía necesaria para el funcionamiento del tren amarillo, al que ya me referí en anteriores etapas. En cualquier caso, constituye el centro de un espacio natural protegido de gran belleza y al que acuden multitud de excursionistas. Y tanto que sí: ¡madre mía, la cantidad de gente que había allí! Y eso que el baño está prohibido en todos los lagos.
Contemplando unas vistas muy bonitas, cruzamos la presa y llegamos hasta las inmediaciones del Hotel-Restaurante Les Bones Hores, lugar donde comienzan varias rutas de senderismo de distinta duración y nivel, una de las cuales conduce al pico del Carlit. Nuestra idea era más modesta, pues solamente nos proponíamos completar la Ruta de los 9 Lagos. Hay una variante más larga que lleva hasta 12 lagos, pero nueve nos parecieron suficientes, teniendo en cuenta la cantidad de ellos que ya llevábamos vistos durante nuestro periplo vacacional.
Lac des Bouillouses
LA RUTA DE LOS NUEVE LAGOS.
Según pudimos ver en los paneles informativos, la ruta de los 9 lagos tiene en torno a 9 kilómetros de longitud, una duración de 2 horas y media, con una dificultad fácil. Hay un tramo de ida y vuelta desde la presa hasta el segundo lago, todo en ascenso, y luego una ruta circular en la cual se avistan los restantes lagos. El tramo que completa los doce lagos requiere una hora más. De todas formas, a toro pasado, encontramos la estimación de tiempo un tanto optimista, aunque es cierto que nosotros nos desviamos un poco del itinerario establecido para ver de cerca uno de los lagos.
Detalle del panel informativo de la ruta.
NUESTRA RUTA.
Una vez terminada la caminata, mi copia de wikiloc arrojó los siguientes datos, de los que acompaño también el perfil.
Longitud: 9,09 kilómetros
Duración: 3 horas y 49 minutos
Tipo de recorrido: tramo lineal entre el primer y el segundo lago y tramo circular entre el segundo y el noveno.
Desnivel: 262 metros. Altitud mínima, 2.001 metros; altitud máxima, 2.241.
Grado de dificultad: con buen tiempo, no presenta problemas técnicos reseñables, así que yo lo catalogaría de fácil o más bien asequible para todas aquellas personas acostumbradas a caminar por la montaña, niños incluidos.
El Lago de la Bollosa era el primero de los nueve. Como he mencionado, el tramo que va desde la presa hasta el segundo lago es de ida y vuelta por un camino bien trazado pero pedregoso y que pica bastante hacia arriba, aunque para mí lo peor fue el sol y la cantidad ingente de personas que bajaban a esa hora: más que una ruta senderista, aquello parecía la Puerta del Sol en Navidades. La verdad es que me llegué a agobiar. Por fortuna, los que subíamos éramos poquísimos. Había sido todo un acierto ir por la tarde.
El sendero avanza entre bosque de pino negro que poco a poco fue cediendo terreno a los prados. A unos minutos, vimos el cartel que indicaba el inicio del tramo circular, que comienza en el Estany de Vives o Etang du Vivé, segundo lago, que se encuentra a 2.137 metros de altitud, tiene una superficie de 3 Ha y una profundidad máxima de 10 metros.
El panorama se presentaba realmente bonito y la mayor parte de la gente había desaparecido como por arte de magia, así que hicimos casi todo el recorrido cruzándonos apenas con una docena de personas.
Seguimos por el sendero, que continuaba ascendiendo, cruzando prados y terreno encharcado, hasta llegar al tercer lago, el Estany de les Duges o Etang des Dougnes, muy chulo también, aunque a mí me pareció más bonito el anterior.
El cuarto lago, el Estany de Vallell o Etang Bailleul, me resultó el más bello de todos por sus paisajes espléndidos sobre la sierra del Cadí, la Tosa de Alp, el Puigmal, la Cambre d'Aze y el macizo del Canigó. Una lástima que el sol nos diese de cara hacia la zona más bonita para tomar fotografías.
El entorno de este lago es realmente espectacular y se presta muy bien para hacer fotografías muy bonitas.
Desde allí, se puede seguir ascendiendo para completar la ruta de los doce lagos o iniciar el descenso para proseguir la de los nueve, que era nuestro caso.
Sin embargo, aquí dejamos el sendero oficial y fuimos por la orilla del río, cruzando algún que otro pequeño puente de madera, hasta llegar al quinto lago, el Estany Llong o Estang Long, muy fotogénico también.
El sendero continúa por un terreno elevado desde el que podíamos contemplar otros dos lagos en la distancia, el Estany Llat y el Estany Sec, sexto y séptimo, respectivamente, a cuyas orillas nos acercamos más tarde.
También pasamos por el Estany de las Comasa y terminamos a orillas del Estany Negre o Estang Noir, el noveno, de 7 metros de profundidad y 4,5 Ha, a una altitud de 2. 140 metros. Para mi gusto el de paisaje menos atractivo.
Por cierto que los lagos no han de verse necesariamente en el orden en que yo los he puesto, sino que esa numeración corresponde a la forma en que los vimos nosotros.
Muy bonita esta excursión, si bien confieso que ya empezábamos a estar un poco saturados de tanto lago
Ya solamente nos faltaba deshacer el tramo lineal. Los autobuses, a partir de las siete, partían a demanda y tuvimos que esperar a que se completasen las veinte plazas de la navette más pequeña que circulaba entonces. Eran las ocho, aproximadamente. De camino hacia Llivia, volvimos a pasar por Mont-Louis, cuyas fortificaciones vimos una vez más desde la carretera. Bueno, será en otra ocasión, ya que al día siguiente partiríamos hacia Nuria, poniendo fin a nuestra estancia en la Cerdanya.
Fortificaciones de Mont-Louis desde la carretera. ¡Ay, qué foto tan mala!