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Hoy vengo a visitar uno de los parques más bonitos y románticos de Madrid, se trata de el Parque El Capricho de la Alameda de Osuna en el distrito de Barajas. Le tenía muchas ganas y por fin se ha terciado, sólo abre fines de semana y festivos, es gratuito y no se permiten mascotas, en estos parques tampoco están permitidos, ni atados ni sueltos, en El Jardín Botánico, Los Jardines de Sabatini y Jardines Campo del Moro
Las visitas a este parque están limitadas a 1000 personas de aforo máximo, si el parque está completo, habrá que esperar a que alguien salga para ir accediendo, por eso es recomendable ir en horarios de menos afluencia.
Son las 16:30H pasadas cuando llego al parking gratuito que se encuentra a pocos metros de la entrada del parque. Lo primero que te encuentras es la puerta de acceso denominada Portada Trasera, una puerta de hierro forjado blanco donde está inscrito el nombre "El Capricho", el parque mezcla conceptos barrocos y paisajistas. Es uno de los pocos ejemplos que quedan de aquellas quintas de recreo que rodearon Madrid desde finales del siglo XVIII y durante el XIX.
Esta es la Casa de la Vieja, construida entre 1792 y 1795, es una imitación de una casa de labranza de entonces de dos plantas. En su interior, el genio de la pintura Francisco de Goya, del que la duquesa de Osuna fue mecenas, pintó El Columpio y la Pradera de San Isidro. En su momento estuvo habitada por una familia, incluyendo a la abuela que se sentaba a hilar.
Junto a la casa hay un pequeño huerto que además está lleno de calabazas, imagino que por la fiesta de Halloween que fue días atrás.
Esta zona ajardinada es un capricho mandado construir por la Duquesa de Benavente y Duquesa consorte de Osuna, una de las principales damas de la Corte de finales del siglo XVIII y mecenas de varios artistas de aquella época.
Yo creo que las mejores épocas para visitar el parque son otoño y primavera, aunque yo estuve cerca del invierno y me hizo un día espectacular y seguía conservando esos colores otoñales tan bonitos.
También hay un Laberinto del cual no se sabe nada antes del siglo XIX. Fue reconstruido varias veces antes de que en los años 40 del siglo XX lo destrozara el aterrizaje forzoso de un avión de Iberia procedente del cercano aeropuerto de Barajas. Tras este suceso se abandonó, convirtiéndose en un espacio de almacenaje hasta que aparecieron los planos originales del Laberinto, momento entonces en que comenzó su restauración. En ella, se volvieron a instalar en su plaza central unos bancos y se plantó en su centro un árbol de Júpiter, destacando su color rosa al florecer en primavera entre la verde vegetación de la que está rodeado. Fue ideado principalmente para los juegos amorosos y los escondites.
En el año 1783 los Duques de Osuna compraron este terreno en las afueras de Madrid para construir una finca de recreo. Un año después el arquitecto de la corte expuso un proyecto inicial para el jardín y encargó el diseño de los jardines al arquitecto de la corte francesa. Empezó a construirse en 1787 y se terminó su construcción en 1839, por lo que la duquesa no pudo ver completamente concluido el recinto al fallecer en 1834. La duquesa de Osuna fue una de las damas más notables de su época, protectora de artistas e intelectuales. En su jardín quiso crear un lugar de recreo y divertimento que agradara a su familia e invitados. Por eso hay tantos elementos interesantes que es casi imposible verlos todos. Llego a la Plaza de los Emperadores. Se dice que aquí los duques daban la bienvenida a sus invitados, a veces con corridas de toros. Es una plaza ovalada o exedra donde se colocaron en 1815 los bustos de doce emperadores romanos, Julio César, Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio, Nerón, Galba, Otón, Vitelio, Vespasiano, Tito, Domiciano. Estos bustos podrían ser esculpidos en el siglo XVII, permaneciendo en Gandía más de 100 años guardados allí. La Duquesa, que también lo es de Gandía, tiene noticias de ellas y ordena que se las envíen para embellecer su “Capricho”. Las estatuas pasaron diversas vicisitudes hasta llegar a la Alameda, y entre ellas se cayeron algunas de los caballos que las transportaban al subir el puerto de Almansa, lo que obligó a su restauración.
La Plaza también alberga la Exedra, un templete de cuatro columnas de mármol que sostienen una semi cúpula, en cuyo centro y sobre un pedestal de mármol se encontraba el busto de la Duquesa que hoy día ha desaparecido. Al templete se accede por siete escalinatas sobre las que encontramos esfinges en bronce. La presencia de las esfinges rodeándola recuerda a los ritos para iniciados en honor de dioses como Mitra o Diónisos, lo que además justificaría la presencia de los emperadores romanos orientados hacia el centro de la plaza, observando la escena. La escenografía de la plaza parece simbolizar secretos posiblemente masónicos que no se han de revelar a los no iniciados.
Cerca me encuentro con el Parterre de los Duelistas, dos figuras de espaldas la una a la otra que simbolizan la costumbre de los desafíos a muerte de entonces. Están a unos 40 pasos de distancia, que es la que adoptaban los duelistas para dispararse. La tradición que nos ha llegado dice que este duelo simboliza a uno que se produjo de forma real y que enfrentó a dos importantes aristócratas de la época como fueron Don Antonio Felipe de Orleans, Duque de Montpensier e hijo del rey Luis Felipe de Francia y a Enrique de Borbón, primo y cuñado de la Reina Isabel II. El duelo entre ambos se realizó a pistola resultando ganador el primero de los dos, quien terminó con un balazo en el ojo con la vida de su oponente.
Un poco más adelante se encuentra el Estanque del Parterre, son dos de los estanques más antiguos conservados en el Parque de El Capricho, declarado en 1934 Jardín Artístico, hoy Bien de Interés Cultural como Jardín Histórico. Fueron realizados entre 1784 y 1808 durante las primeras fases de ejecución del jardín. Estos estanques se alimentan de un importante viaje subterráneo de agua, que parte un pozo situado junto al estanque de las tencas y abastece también a la cercana gruta del laberinto.
Delante del palacio se encuentra la Fuente de los Delfines que sustituye a un estanque rectangular anterior que existía en esa zona desde la adquisición de la posesión a los condes de Priego en 1783. Le dan nombre las figuras de cuatro delfines que se encuentran en la base. La fuente de taza es de estilo barroco situada en el centro de un vaso circular, además de los delfines tiene tres ranas en su copa.
Al final del Parterre y detrás de la Fuente de los Delfines, se encuentra el Palacio de los Duques de Osuna, que fue construido sobre una casa que ya existía y desde 1784 a 1788 se sucedieron varias reformas que añadió dos torres a la construcción original, se terminó en 1798. Desde Valencia se trajeron los suelos y los elementos decorativos. Actualmente casi todos los elementos originales han desaparecido. Durante la guerra civil el palacio estuvo ocupado por el general Miaja como Cuartel General del Ejército Republicano. Junto al palacio se encuentra el Bunker de Miaja, hoy día es visitable previa reserva y es gratuito, pero cuesta muchísimo conseguir las entradas porque se agotan rápido. Yo tuve la suerte de visitarlo antes del verano y por una confusión mía de día y hora no lo hice. Vine el día y la hora que yo pensaba que tenía la cita y resulta que este día lo tenía destinado a la visita del Mirador de Alfonso XII en el Parque del Retiro, me equivoqué y me planté en el parque ése día y estaba cerrado y al cabo de un rato decido mirar la cita y veo que lo que tenía que visitar era el mirador del retiro, jajajajajaja
Total que tuve que volver a pedir las citas, para el mirador la conseguí y fui al poco tiempo pero para el búnker ha sido imposible, al escribir el diario, me he acordado y he vuelto a pedir cita, a ver si tengo suerte porque estoy en lista de espera con 82 personas por delante 
Continuo con mi paseo y llego hasta el Templete de Baco, la imagen más icónica del parque. Está levantado sobre una colina y en su interior descansa la estatua del Dios del Vino. Al estar en altura, tiene unas vistas preciosas desde el Templete a gran parte del parque y es por ello que sea posiblemente el templete más fotografiado de Madrid. Esta singular arquitectura del jardín, es de gran valor paisajístico e inspirada en los templetes presentes en los jardines neoclásicos o de estilo inglés, albergó en un principio una estatua de la Diosa Venus, en concreto, una Venus de Médicis de estilo neoclásico realizada entre 1793 y 1797 que fue trasladada a comienzos del siglo XIX a la cercana construcción conocida como el Abejero. Originalmente, el templete tenía una cúpula de fábrica, pintada en su interior con casetones, que se derribó alrededor de 1810 y no fue nunca reconstruida.
No se que flor será esta pero parecen bolitas de algodón.
A poca distancia del Templete de Baco está el Abejero, un edificio construido con un panal en uno de sus laterales donde se accedía por un cristal. Aquí la duquesa, veía a las abejas en su labor diaria protegida por un cristal tomándose su taza de chocolate procedente de las Américas. La planta consta de un pabellón de forma ochavada, que continúa con dos pasillos laterales, que rematan en dos pabellones cuadrados. El pabellón se cubre con una cúpula de media naranja y rematada en un jarrón. Los dos cuerpos laterales de trazado rectangular, se presentan con tres nichos a cada lado, que albergaron seis estatuas realizadas en 1793. Su utilidad era la producción de miel, nunca la contemplación de las abejas.
Siguiendo el sendero llego a la Columna del Dios Saturno de la mitología romana. Es el dios de la agricultura y de las cosechas. En la estatua aparece la típica escena de Saturno devorando a su hijo, como el famoso cuadro de El Prado.
En un rincón del parque casi escondido, me encuentro este torreón y junto a el una ría artificial de 500 metros, dibujada con varias curvas para intentar que parezca natural y que seguía las pausas paisajistas de la época.
El entorno es una preciosidad, todo repleto de una alfombra de hojas y árboles color cobre.
En la misma zona se encuentra la Casa del Artillero, es un edificio que se construyó con la intención de simular una edificación abandonada. Parece que se quiso dar la impresión de haber sido bombardeada.
Al lado hay un fortín que poseía una pasarela para acceder al interior. Los niños del siglo XIX de la alta sociedad, solían dedicarse al ejército, por lo que desde pequeños, estos juegos los ayudaban a empaparse de la vida militar y la finalidad del fortín era utilizarlo para estos juegos de guerra. Este fortín contaba con elementos hoy desaparecidos, como la caseta del vigilante, un barracón y hasta 12 cañones en miniatura de bronce. Está rodeado por un foso de agua. Este canal fue navegable en tiempos de la duquesa, que lo recorría con sus amigos en pequeñas embarcaciones que en unos minutos podía llegar al Estanque.
La flora inunda cualquier rincón del parque e incluso hay madroños.
Estoy disfrutando mucho esta visita al parque ya que apenas hay gente y eso en un lugar tan idílico como este se agradece. Llego al Lago de El Capricho donde se encuentra el Puente de Hierro. Dicen que es el primer puente de hierro construido en España en 1830 y uno de los primeros en Europa
Viene a emular a los famosos puentes venecianos, es sencillo, con dos arcos de hierro que sostienen la estructura metálica y dos rampas de madera para su acceso.
Aquí se encuentra El embarcadero o Casa de Cañas, llamada así por el material en que estaba construido. Servía para guardar las barcas e incluía además un pequeño pabellón de reposo o Comedor Rústico, abierto hacia el agua. Tanto el comedor como el embarcadero están ornamentados con pinturas murales simulando una arquitectura inexistente, utilizando lo que se suele llamar en pintura trampantojo.
En el lago puedes contemplar cisnes negros y patos.
Me siento un rato en la orilla para descansar y contemplar a los cisnes y patos.
La duquesa ordenó construir estanques, que conectaban el canal principal que recorre el parque con el salón de baile, en aquella época se realizaba el recorrido en falúas hasta llegar al salón. En medio del lago se encuentra el Monumento a Pedro Téllez, III duque de Osuna y virrey de Nápoles, hay una cascada sobre la que se levanta un sepulcro con una lápida y debajo hay un medallón en bronce que representa la cabeza del Duque. Tras combatir con éxito a los turcos y a otros enemigos de España durante el reinado de Felipe III, cayó en desgracia con la llegada al poder de su adversario el conde/duque de Olivares, siendo encarcelado por una supuesta ambición política, bajo falsas acusaciones, murió en cautiverio en 1624. Poco antes, en 1621, D. Pedro estuvo prisionero en el castillo de Barajas, muy próximo a la Alameda. El monumento fue realizado en 1838.
Sigo paseando y llego al Casino de Baile donde la duquesa daba sus fiestas. Se construyó en 1815 sobre el pozo que vierte sus aguas en la ría tras el final de la Guerra de la Independencia. Tiene una doble escalinata y debajo se encuentra la escultura de un jabalí. En la primera planta se encuentran la maquinaria y el depósito de agua y en la segunda el salón de baile. En el exterior hay cuatro relieves representando cada uno a una estación del año que servían para adorno de las puertas. Tras el palacio de los duques, es la segunda construcción en importancia dentro del parque.
Bordeo el Salón de Baile y llego hasta el Jardín de Flores desde donde se puede ver el salón.
De nuevo llego a la Casa de la Vieja que en la planta baja estaban el cuarto de la vieja, con los autómatas a tamaño natural de una mujer mayor hilando y de un muchacho acompañándola, a los que se le añadió años después otro similar representando a un labriego, el comedor, con trampantojos en las paredes simulando alimentos y el llamado "Gabinete de Musgo", donde las paredes y los asientos de las sillas estaban recubiertos de musgo, un retrete con un orinal grande y otro pequeño, todo ello dando imagen de gran pobreza. En la planta superior se hallaba el llamado "Gabinete Rico", adornado con pinturas neoclásicas, doce sillas con asientos de paja y un velador. Hoy la casa está vacía, habiendo desaparecido los autómatas.
De camino a la ermita me cruzo con el Estanque Nuevo, la pena es que todo el agua del parque está bastante sucia y estancada, no lo digo por las hojas porque eso le da un toque bonito, si no por el agua en sí, necesitan una limpieza.
Vuelvo al centro del parque porque se me había olvidado visitar la Ermita
es una más de las construcciones levantadas con la intención de parecer ruinosa desde el mismo momento de su terminación. De planta rectangular y única, en su interior se dividía en dos habitaciones, contando con trampantojos y musgo artificial. A la derecha, en un pequeño jardín hay una tumba en forma de una pequeña pirámide de Fray Arsenio. 
Por momentos pareces estar dentro un bosque con árboles altísimos, pequeños puentes rodeado de flora salvaje, una maravilla de lugar.
Al fondo de la foto se encuentra el Invernadero, un edificio rectangular de dos pisos construido en el año 1795 y la fuente construida en estilo renacentista y de mármol blanco.
Doy por finalizado mi paseo a este maravilloso parque, uno de los más desconocidos de Madrid, también porque se encuentra lejos del centro. Me paseo otro rato por otro parque cercano que se encuentra junto al parking y enfrente del Parque del Capricho, se trata de la Zona Verde de El Capricho, ya es más salvaje, para pasear perros, andar, montar en bici, etc... Me acerco a una vaya que está llena de grafitis, algo que me apasiona, aunque estos no son muy llamativos, pero aún así le hago fotos.
La verdad que hay un montón de grafitis, me voy recorriendo toda la vaya y no se acaba, jajajajaja.
En el parque no se salva nada sin su correspondiente grafiti, vayas, casetas, torres de alta tensión...
También hay un puente arqueado por donde pasa el tren y otro puente más pequeño al lado.
Ahora sí, después de 2,30h paseando cojo el coche y me voy a casa. Os pondré otra zona que visité esta primavera y está muy cerquita de aquí y lo descubrí en Instagram. Lo voy a incluir en esta etapa porque pertenece a la zona, pese a que haya estado varios años después. Lo dicho, el otro lugar que visité en mayo de este año es el Castillo de la Alameda. Su nombre original es Castillo de los Zapata, Señores de Barajas y la Alameda. Si el Parque de el Capricho es desconocido el castillo ni te digo, yo llevo viviendo en Madrid 53 años y lo he conocido ahora, ni sabía que existía
Se puede visitar gratuitamente dentro del horario si vas por libre y si quieres visita guiada ya sería con cita previa, cuando llegué estaba cerrado por la pandemia, me dio toda la información la vigilante que estaba, muy amable. Ahora ya se puede visitar dentro de sus horarios y sólo sábados, domingos y festivos.
Esta es la puerta de acceso al castillo.
El castillo está clasificado como "singular" por el PGOUM (Plan general de ordenación urbana). Es uno de los escasos vestigios de la arquitectura militar del pasado siglo XV y uno de los pocos castillos que ha sobrevivido al paso del tiempo. Bajo el castillo existió un poblado datado del 2.000 antes de Cristo, el cual se encontraba en una excelente posición sobre el arroyo de Rejas, dominando el paso de la ruta hacia el valle del Ebro.
A lo largo de la historia ha sufrido diferentes transformaciones y usos, fue construido como castillo señorial sobre el siglo XV, su primer morador fue el Señor de Barajas, Juan Zapata. Se baraja que fuese Diego Hurtado de Mendoza quien mandara construir el castillo junto a la aldea para simbolizar su dominio de la zona.
En el siglo XVI pasó a transformarse en un palacio renacentista y se convirtió en una de las villas de veraneo de la aristocracia madrileña. Un incendio destruyó el castillo en 1697 y tras quedarse el castillo despoblado, en el siglo XVIII algunos vecinos de Alameda reciben permisos para retirar piedras y otros materiales del edificio para sus propiedades. También, a partir de 1787, cuando se empieza a construir el Parque de El Capricho, propiedad de la duquesa María Josefa Pimentel y Téllez-Girón, se usan materiales procedentes del recinto.
En la Guerra Civil fue empleado como fortín del bando republicano, a su lado sigue existiendo lo que fue un nido de ametralladoras. Además bajo él y su entorno, existen restos de asentamientos antiguos desde la Edad del Bronce hasta la época Romana.
Dentro de él los vestigios de todas estas épocas: el poblado prehistórico, el castillo luego convertido en palacio, el cementerio y el panteón y el nido de ametralladoras. El castillo se encontraba en estado de semi ruina, es una de las cuatro fortificaciones medievales que se conservan dentro del término municipal madrileño, junto con el Castillo de Viñuelas y los restos de la muralla árabe y cristiana de Madrid capital.
Actualmente está incorporado al sistema Museos de Madrid donde se realizan talleres para escolares y actividades en verano. Todas las fotos las he hecho desde el vallado y como veis se bien bastante bien. Está considerado Bien de Interés Cultural.
Detrás del castillo se encuentra esta pequeña iglesia, también estaba cerrada y no vi el nombre por ningún lado.
Unos metros más adelante hay un pequeño cementerio.
De camino al coche paso de nuevo por el castillo y le hago alguna foto más, que con las flores silvestres queda muy bonito
Ya tenéis otros lugares diferentes para conocer de Madrid
DIA-24-9-2022:
Han pasado nueve años desde que visité por primera vez el Parque de El Capricho, madre mía, pensé que había sido hace dos o tres años, como pasa el tiempo
Mi visita de hoy se centra en un lugar prácticamente imposible de visitar, primero porque hay que adquirir las entradas en la página web de patrimonio y paisaje de Madrid, sacan muy pocas entradas y duran segundos. Es la segunda que vez que consigo entrada, pero la del año pasado me equivoqué de fecha y no pude visitarlo. Hoy he estado más pendiente y me he puesto una alarma para que no se me olvidé. La visita era para ver el Búnker de Miaja, más conocido como el Búnker del Capricho, ya que se encuentra dentro del parque del mismo nombre. Os dejo mapa del búnker y sus dependencias cogido de internet.
Llegué al parque con unos 40 minutos de antelación de la hora prevista para la visita del búnker, mientras espero, me puse a pasear un rato por los jardines.
Andando por el paseo central a la derecha, se pueden ver las Columna de los Duelistas, se trata de dos columnas con personajes alegóricos y mitológicos, una es una figura masculina que porta un casco alado y la otra figura es femenina, muestra un seno y alguno de los atributos de la diosa Atenea como su casco y su medallón con la cabeza de la gorgona Medusa.
Unos metros más adelante se encuentra El Invernadero.
Al lado se puede ver la pequeña Fuente del Collar de Perlas, de inspiración renacentista. Es una fuente de taza rodeada por un vaso octogonal realizada en mármol de color gris y rodeada de flores blancas.
La Plaza de los Emperadores es una de las zonas más bonitas del parque. Fue decorado en una fecha indeterminada de la última década del siglo XVIII con una exedra, conjunto arquitectónico y escultórico dotado de unos bancos para descansar. Este monumento consta en su parte central de un pequeño templete con cuatro columnas jónicas que sustentaban una semi cúpula adornada con motivos florales y conchas. En el centro se puede ver a la Duquesa de Osuna, fundadora del jardín en 1834. Su busto estuvo desaparecido durante algún tiempo, de echo, la anterior vez si os fijáis en la foto no se ve. En los laterales hay dos estatuas de mármol blanco sobre pedestales y rodeando a la condesa, estatuas mitad leones y mitad mujeres. Alrededor de la plaza hay bustos de mármol de Carraca de los emperadores romanos. Cuatro años después de la muerte de la duquesa, su nieto D. Pedro Alcántara Téllez Girón hace añadir un busto de su abuela y que se ubicó en el templete sobre un gran pedestal de mármol rosa. Cuando la familia Bauer compra la finca a comienzos del siglo XX, la Exedra se halla en perfectas condiciones y aún lo está en 1945 cuando vuelve a ser vendida la propiedad. Después, el monumento sufrirá importantes daños que lo irán llevando poco a poco hasta un estado ruinoso producto del abandono, el vandalismo y la caída de un olmo sobre el templete como consecuencia de una tormenta ocurrida en 1970. Al pasar la propiedad al Ayuntamiento de Madrid en 1974, muchos elementos escultóricos que sólo dos años antes aún se encontraban entre las ruinas y la maleza, habían ya desaparecido, no afrontándose la restauración del conjunto hasta 1987, año en que la Escuela Taller Alameda de Osuna la llevó a cabo.
Nos dirigimos donde se encuentra el Palacio de los Duques de Osuna que está precedido por la Fuente de los Delfines que es la más grande de todas las que hay dentro del parque, la otra vez que vine no echaba agua, hoy luce más bonita. En la parte baja hay cuatro delfines echando agua por sus bocas y en la parte alta unas ranas.
Al lado izquierdo del palacio se encuentra la entrada del búnker, comenzamos la visita, somos unas 15 personas en el grupo. Después de unas breves explicaciones entramos al búnker que se accede por una escalinata y bajamos unos 16 metros.
El General José Miaja, Jefe de las Fuerzas de Defensa de Madrid, el día 6 de enero de 1937 decidió ocupar la Alameda de Osuna e instalar en ella la brigada de carros de combate. Lugar perfecto por su espeso arbolado, que servía de camuflaje natural, y su situación estratégica, fuera del frente pero cercana a Madrid y bien comunicada con la base de Alcalá de Henares. Las franjas rosadas que se ven en los azulejos, servían como guía en caso de que no hubiese luz y al encender una cerilla se pudiesen guiar por las instalaciones.
Interesante por la historia que tiene de la época de la Guerra Civil. Construido en apenas cuatro meses por los republicanos ante el avance de los golpistas en Madrid. El bunker se encuentra en buen estado, si bien estuvo muy descuidado durante muchos años. Estos son los baños y los distintos pasillos que se comunicaban con otras salas del búnker.
En la primavera de 1937 el Jefe del Estado Mayor del Ejército de Centro Vicente Rojo comunicó a Benito Crippa, Capitán Jefe de la Compañía Obrera, la orden de Miaja de realizar las obras necesarias para instalar en ella el Cuartel General del Ejército de Centro. El Jardín de El Capricho fue denominado desde entonces Posición Jaca. En esta sala nos contó la guía que se rodó una película del Conde Drácula y encima de la piedra de la izquierda, tenían puesto el ataúd.
El puesto de mando se ubicó en el Palacio de la Duquesa de Osuna, edificio principal de la Alameda. Para la instalación del Cuartel General se llevaron a cabo una serie de obras que modificaron el jardín y su entorno. Se construyeron varios pabellones además de otras edificaciones varias.
El Refugio antiaéreo, fue realizado para que en el caso de que se produjera un bombardeo sobre el Cuartel, cosa que nunca llegó a producirse, pudiera servir de protección al personal que estaba acuartelado, aunque en realidad tenía su sede en el palacio. Estaba previsto que pudiera alojar unas doscientas personas pero se cree que nunca llegó a ser utilizado ya que los bombardeos no llegaron a esta zona de Madrid.
Los planos conservados en el Archivo Militar de Ávila, data un proyecto firmado el 5 de septiembre de 1937. Era uno de los cincuenta y seis que entonces se estaban construyendo o proyectando en Madrid a cargo de la Sección de Refugios, de la Comandancia de Fortificaciones.
El Refugio o Búnker de El Capricho, tras varios años de demanda y lucha por parte de los vecinos del barrio y de los madrileños en general, y varios intentos por parte del municipio, por fin hace poco abrió sus puertas al público y se puede visitar previa inscripción en la página web de Reservas Patrimonio los fines de semana. Ya os digo que es super difícil pillar entradas pero yo he tenido la suerte de cogerla dos veces, ósea que hay que intentarlo o bien apuntarse en la lista de espera. La visita al búnker dura una hora ya que se hace una breve parada en la Plaza de los Emperadores y en el Palacio de los Osuna con una breve explicación. Tengo otra reserva preparada para dentro de unos días a otro lugar completamente desconocido, ya os contaré
Ya que estoy en el parque me voy a dar otra vuelta y aprovechar el día tan bueno que hace para hacer algunas fotos. A pocos metros del búnker se encuentra el Templete de Baco, imagen icónica del parque y la zona más bonita y romántica.
En el centro se encuentra Baco, el Dios del vino, una escultura de 1808.
Hay muchos caminos que recorrer en el parque y todos te llevan a ver algo en concreto. Uno de ellos te lleva hasta el Abejero de El Capricho que la principal función del edificio era permitir que, mientras las abejas entraban y salían de sus panales a través de unas trampillas metálicas situadas en el exterior, su actividad pudiera se cómodamente observada desde el interior, a través de unos cristales que aislaban las colmenas. A través de las ventanas se puede ver la estatua de Venus esculpida en mármol de Carrara del siglo XVIII.
Sigo por otro camino que me lleva hasta la Columna del Dios Saturno donde se le puede ver comiéndose a su hijo. La columna contiene una referencia arqueológica erudita, puesto que se trata de una imitación de las columnas dóricas, de estilo arcaico, descubiertas en el siglo XVIII en las ruinas griegas de Paestum, al sur de Italia.
Continuando mi paseo llego hasta el Fortín de El Capricho que en la antigüedad tenía doce cañones de bronce y un puente levadizo de madera sobre el foso que tiene un metro y medio de profundidad.
Naturaleza exuberante que puedes ver por todo el parque. La tercera foto corresponde al Árbol del Amor aunque a mi me parece más el árbol araña, jajajajaja. Dice la leyenda, que en Árbol del Amor se ahorcó Judas, que también se le conoce como Árbol de Judas, aunque algunos autores afirman que se trata de una derivación de Árbol de Judea.
Llego hasta el Lago de El Capricho donde se encuentra la Casa de Cañas, antiguo embarcadero.
En el lago se pueden ver patos y cisnes negros.
Y en el centro del lago hay un pequeño islote con una cascada y un Monolito a Pedro Téllez.
A pocos metros del lago se encuentra la montaña de piedra que la tienen acotada y no se puede subir por ella.
Llego a otro de los lugares estrellas del parque, El Casino de Baile que constituye uno de los caprichos más significativos y una de las últimas construcciones que se levantaron en vida de su propietaria la Duquesa de Osuna. Debajo junto al río hay un pequeño embarcadero donde se puede ver la bonita Fuente del Jabalí.
Al lado tenéis los wc públicos pero en ninguno de ellos había papel higiénico, que rabia me da eso, me salí sin hacer nada, jajajajaja.
Desde la terraza de el casino que te hace de mirador, se puede ver el precioso y bien cuidado Jardín de Flores, que las van cambiando de colores, esta vez son rojas y blancas, una maravilla.
Bajo al Jardín de las Flores para pasear entre ellas y hacer unas bonitas panorámicas del Casino de Baile desde aquí.
Otras flores bonitas que se pueden ver en El Parque del Capricho
Y ya voy terminando mi paseo a este bello parque que he visitado por segunda vez y seguro que habrá una tercera, me encanta, la pena que me pilla un poco lejos pero no me importa porque siempre aprovecho para ver más cosas. De nuevo vuelvo a parar para fotografiar la Casa de la Vieja que parece de cuento.
Y llego al punto de partida, a la Plaza de entrada al Parque del Capricho, que es donde había quedado con la guía del búnker. No dejéis de visitar este bello y cada vez más conocido parque. Está un poco lejos del centro pero hay autobuses y metro en las cercanías, bien merece una visita, dos y las que hagan falta, jajajajaja
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