MIÉRCOLES 2 MARZO 2022
Hoy tocaba empezar el día de manera diferente. En principio, íbamos a hacer un tour por el Madison Square Garden, pero no nos habíamos fijado en que llevaban ya un tiempo cancelados (imagino que por tema COVID), así que como no teníamos prisa, decidimos comprar algo de desayunar en un sitio cercano al hotel y, desde allí, ir caminando con nuestro café en mano como auténticos neoyorquinos.
Pagamos 13.67$ por 2 cafés y un par de croissants y fuimos dando un paseo tranquilo. Primero nos dirigimos hacia Bryant Park y nos sorprendieron un montón de camiones aparcados en la acera como si fueran unos camerinos, así que estuvimos cotilleando y al final descubrimos que estaban rodando la cuarta temporada de una serie que se llama FBI (no sé cuál es).
AAAAACCCIÓN
En la 56 St con la 6º Ave, llegamos a Unlimited Biking para alquilar una bici y dar una vuelta por Central Park. También estaba incluido en la NY Pass, pero no sabíamos por cuánto tiempo las íbamos a poder tener.
Para elegir
Nos ofrecieron un seguro de 3$ por persona que decidimos coger por si las moscas, dada nuestra habilidad con las bicis. No permiten el pago en efectivo, así que tuvimos que tirar de la tarjeta. El alquiler con la NY Pass dura 4 horas. A una pareja que iba delante nuestra, les ofrecieron devolver las bicis en una tienda diferente (creo que tienen 7 en total), pero a nosotros (imagino que por la NY Pass) no. De hecho, se quedan con un DNI hasta que las devolváis.
Uno de los chicos nos buscó una bici que se adaptara a nuestras necesidades y nos preguntó si queríamos casco, candado y una cesta. Todo esto también está incluido en el alquiler. Nosotros cogimos el candado y los cascos, pero pasamos de la cesta, aunque seguramente nos hubiese venido bastante bien.
Al principio da un poco de cosa meterse en el tráfico (aunque sea el carril bici), pero no se puede circular por la acera, así que no quedaba otra. Entramos en el parque por la esquina que da a la 5ª Ave, y ese fue nuestro primer error. Por lo visto, solo se puede montar en bici por la carretera que recorre Central Park. Fuera de allí, hay que bajarse de la bici e ir andando, lo cual descubrimos cuando un amable señor así se lo hizo saber a Ana cuando llegábamos a Wollman Rink.
Preparados
Primera parada
La ciudad crece
Parque con vistas
Desde allí fuimos a ver las estatuas de Alicia en el País de las Maravillas y la de Hans Christian Andersen.
Cuéntame un cuento…
Happy
...y verás que contento
Pasamos por delante del Museo Metropolitano y del Guggenheim y continuamos pedaleando hasta el final del parque.
Bajando por el lado oeste, paramos en The Great Lawn y nos salimos a la altura del Museo de Historia Natural, para seguir bajando por el carril bici de Central Park West hasta llegar al edificio Dakota, para volver a entrar en Central Park y ver Strawberry Fields y Bethesda Fountain.
No tengo dinero ni para alquilar la caseta del perro
Imagine
Un poco seca, ¿no?
¿De verdad estoy en un parque?
Ya más o menos habíamos visto gran parte de lo que teníamos pensado en Central Park, así que volvimos sobre nuestros pasos hacia el Museo de Historia Natural. Había bastante cola en la entrada, y nos sorprendió ver que no había ningún sitio para dejar las bicis, así que nos pusimos en la fila pensando que quizás en la puerta habría algún lugar para dejarlas, pero al poco de estar allí, uno de los empleados del museo nos dijo que para ir con bicis teníamos que ir por la entrada del Planetario que se encuentra situada en la calle 81.
Vimos que había un cartel que decía que era imprescindible reservar hora para poder entrar, así que me metí en internet y respiré tranquilo cuando vi que todavía había sitio para ese momento. Si vais con la NY Pass, tenéis que seleccionar la opción que dice que tenéis pase y marcar el número de entradas que necesitéis. Luego tendréis que bajar una planta para que os den las entradas y de allí, ya podéis ir a explorar todo el museo.
Nosotros fuimos directamente a la zona de los dinosaurios que se encuentra situada en la 4ª planta.
Jurasic Park
¿Entrará en la maleta?
Lo que pasa que en la bici va a ser incómodo de llevar
El tiempo de alquiler de las bicicletas se iba agotando, pero aún quedaba tiempo para hacer una parada a comer en Gray´s Papaya. Pedimos un par de perritos con todo y los acompañamos con una piña colada y una bebida de papaya. He de reconocer que la primera (que se pidió Ana) estaba mucho más rica, pero había que probar la segunda, aunque sólo fuese por el nombre del sitio.
Curiosa mezcla
Buenas ofertas
Un perrito en condiciones
Nos dio tiempo para una última vuelta antes de devolver las bicis 15 minutos antes de que se acabasen las 4 horas.
En total hicimos 17.8km (según Google Maps) y nuestros pies agradecieron esa mañana de semi reposo (aunque mi culo seguro que pensaba de manera diferente).
Al salir de allí caminamos hasta Columbus Circle para entrar en el Museo de Arte y Diseño, que solo tenía abiertas 2 plantas porque estaban de reforma y por lo que hasta el 11 de marzo era gratuito entrar.
Seguimos la ruta
Además de estas dos plantas, tienen una más donde hay un par de estudios donde se puede ver a artistas trabajando. En nuestro caso, había un chico haciendo sillas de mimbre y una chica que estaba haciendo letras de arcilla para poner en una pared junto a un árbol. Esta última nos estuvo contando un poco sobre su trabajo, ya que no hay problema ni de entrar ni de preguntar.
Palabras más o menos ayer me decías…
No me pega con mi salón
No me veo ahí sentado
Espejito, espejito…
Seguimos en dirección al East River porque queríamos ver el Greenacre Park porque hay una cascada muy chula, pero resulta que lo cierran durante el invierno. Imagino que reabre sobre el mes de abril.
Para la próxima
Y desde allí fuimos al teleférico de Roosevelt Island porque nos apetecía probarlo. Mientras caminábamos por la 3ª Ave, me di cuenta de que me había llevado accidentalmente la llave del candado del alquiler de las bicis, así que nos tocaría volver allí en nuestro camino hacia el hotel.
Tienen palomitas de absolutamente todo
Marca España
Si lo hacéis como nosotros (sin Metrocard), tenéis que tener en cuenta que el billete de ida no os sirve para volver, aunque os bajéis y volváis a subir inmediatamente. A nosotros lo que nos confundió fue que al comprar los billetes pone que tienen una validez de dos horas que pensamos que se refería que se podían usar durante ese tiempo para movernos, pero realmente lo que pasa es que tienes 2 horas desde que se compra el billete hasta que se usa (una sola vez).
Por lo menos una foto
Nosotros nos bajamos, nos hicimos una foto y regresamos (previo paso por caja). El nuevo billete de Ana no le funcionó, y allí no había nadie para ayudarnos, así que no sabíamos muy bien qué hacer, porque pagar otro billete nuevo estaba totalmente descartado. Finalmente, apareció un hombre con una bici que pasó su billete y luego abrió una puerta de emergencia para pasar la bici y ahí aprovechó Ana para entrar. Técnicamente se había colado, pero realmente el billete estaba pagado (palabrita del niño Jesús).
Volando
Al llegar a devolver la llave del candado, casi nos hacen una fiesta. La chica de allí estaba súper agradecida de que hubiésemos regresado a devolverla, aunque yo no estoy muy seguro de que se hubiesen dado cuenta.
Queríamos descansar un rato en el hotel, porque lo tonto llevábamos todo el día sin parar, así que nos fuimos para allá.
Otra de las cosas que me estaba llamando mucho la atención de Nueva York, es la cantidad de policías que hay por todos lados. Era raro mirar y no ver algún coche o algún agente a pocos metros de donde estuviésemos.
El descanso nos vino de maravilla a los dos y sobre las 18:00 salimos hacia el metro de Times Sq y la 42 St donde cogimos la línea W hasta la calle 8 para ir a Astor Place, dónde teníamos reserva para ir a ver a Blue Man Group.
Rodando voy
Museos, teatro… ¿En qué me estoy convirtiendo?
Sensacional
Habíamos elegido esta opción por delante de los musicales principalmente por 2 razones: la primera es que a mí no me gustan, y la segunda es que el que Ana está loca por ver es Los Miserables y no está en NY, así que optamos por ver esto.
Es muy divertido, interactivo, pero si reserváis en primera fila, tenéis que andar con mucho ojo para no salir de allí algo manchados. Esas primeras filas se llaman “poncho rows” y de hecho te dan un o para evitar incidentes, pero como ya veréis, a veces no son suficientes.
Que se levante el telón
Por si las moscas
Ready!!
Mis dieses
Creo que me he manchado un poquito
Yo ya los había visto antes en Orlando y sin duda los recomiendo porque se pasa un buen rato.
Todavía nos quedaba cenar y el sitio elegido era Burger Joint, así que tomamos la misma línea de metro hasta la calle 57 que prácticamente nos dejó al lado. Sabíamos que se encuentra dentro de un hotel, y a pesar de eso nos lo saltamos. Fuera sólo había una pequeña pizarra, pero no se veía bien.
Así, es difícil de encontrar
Entramos, giramos a la izquierda al llegar a unas cortinas y entramos al pequeño local. No había demasiada gente, así que encontramos mesa enseguida y Ana se quedó allí mientras yo hacía el pedido.
Señales
¿Me dejas un boli?
Esperando
Así se piden las cosas
Pedimos 2 hamburguesas completas y 2 cervezas y la verdad es que nos encantaron. Relación calidad – precio muy, muy buena.
TOP
16 hamburguesas de distancia
Llegamos al hotel a las 22:15 y no teníamos mucho tiempo para descansar ya que a las 04:00 teníamos la salida para ir a ver las cataratas del Niágara.
A pesar de tomarlo con calma y de las 4 horas de bici, hoy había que sumar 26362 pasos para un total de 147835. Los pies no han sufrido mucho, pero están jodidillos.