Tenía yo ganas de subir a este edificio de 310 m. de altura, el más alto del Reino Unido, e incluido en el London Pass, la última atracción a la que íbamos a acceder, en los 3 días que ha durado. Pero esta atracción requería además reserva previa, reserva que llevábamos para media tarde, y aunque llegamos un poco antes de la hora fijada no tuvimos problemas para entrar.
Se sube hasta arriba en dos ascensores, primero hasta un nivel y después el resto, el ascensor acristalado en el techo con vídeos de las vistas es ya de por sí una pasada, ni que decir a la velocidad a la que sube, no tarda nada.
Una vez arriba se accede a tres niveles, se sube rápido por escaleras, con bar dos de ellos, los dos inferiores acristalados, y el último, la terraza en el nivel 72, está acristalado pero con aperturas en la parte superior.
Por supuesto las vistas desde arriba son espectaculares. Las líneas férreas que pasan cerca (estación de London Bridge) se veían con múltiples trenes circulando, como si fuera una maqueta. Veía mucha gente tomando champagne, que era Moet Chandon, y que me pareció ver costaba 16 libras cada copa .
Se sube hasta arriba en dos ascensores, primero hasta un nivel y después el resto, el ascensor acristalado en el techo con vídeos de las vistas es ya de por sí una pasada, ni que decir a la velocidad a la que sube, no tarda nada.
Una vez arriba se accede a tres niveles, se sube rápido por escaleras, con bar dos de ellos, los dos inferiores acristalados, y el último, la terraza en el nivel 72, está acristalado pero con aperturas en la parte superior.
Por supuesto las vistas desde arriba son espectaculares. Las líneas férreas que pasan cerca (estación de London Bridge) se veían con múltiples trenes circulando, como si fuera una maqueta. Veía mucha gente tomando champagne, que era Moet Chandon, y que me pareció ver costaba 16 libras cada copa .
Tras salir nos acercamos en autobús al Spitalfields Market, donde muchos puestos ya no estaban, dadas las horas que eran, y quedaban los restaurantes y sus terrazas. Lo más curioso era que había un montón de esculturas de elefantes distribuidas por Bishops Square y otra calle. Desde allí ya en bus al hotel.