Nos levantamos temprano ya con esa sensación de que la aventura llega a su fin. Desayunamos los últimos restos que nos quedan y cerramos las maletas ya con intención de no volver a abrirlas hasta llegar a casa. Para variar, en este alojamiento tampoco hemos visto a nadie (ni otros alojados ni propietarios) en toda la estancia, y tampoco lo hacemos al salir, simplemente dejamos las llaves en la entrada y nos vamos.
Cogemos nuestro cochecito ya cargado y recorremos los 45 kilómetros que nos separan de Sinaia. No tenemos tiempo para muchas cosas porque nuestro vuelo sale a media tarde, pero no podíamos irnos del país sin visitar el recomendado castillo Pelés. Cuando recopilaba información no me parecía raro, pero una vez visitado alucinaba con el hecho de encontrar excursiones desde la capital para visitar este castillo. Es impresionante, pero no haría dos horas de bus desde Bucarest para visitarlo, la verdad.
Llegamos temprano, para variar y eso nos permite aparcar en el parking superior tras pagar 10LEI (2€). Dejamos el coche y recorremos el camino hasta el castillo. Aunque el parking sea mas cercano que el principal, sigue habiendo un cachito de paseo. No es mucho pero si tenéis problemas de movilidad etc... que lo sepáis. A nosotros casi nos encantó mas el paseo exterior que el palacio en si, pero somos muy de naturaleza. Se puede oír el río en paralelo al camino y es
Las mejores vistas del castillo se encuentran precisamente desde el camino, así que aprovechamos la ausencia de visitantes para una buena sesión fotográfica. A la vuelta vimos de todo, incluso una marabunta de influencers postureando, así que fue una buena decisión parar a la subida.
La entrada nos costó 40LEI en el caso de nuestro amigo y 10LEI para mi hermana y para mi por descuentos de estudiante/carnet joven. Casi nada. Nos costó mas el pase para poder hacer fotos. (35LEI y sirve para 1 solo dispositivo, no para todo el grupo) Con dicho pase le ponen una pegatina a la persona que lo lleva y van pendientes de que nadie mas saque el móvil, lo tienen super vigilado Además me suena de leer en su web que cualquier tipo de fotografía sacada en el interior es para uso estrictamente personal y no puede ser publicada a riesgo de denuncia. De hecho, si buscáis fotos del interior, son complicadas de encontrar, a menos con una búsqueda simple en google. La verdad, no le veo el cuento a tanto secretismo
Os pongo una y si vienen a denunciarme diré que me habéis obligado )
Nosotros hicimos sólo la visita a la primera planta, y fue mas que suficiente. Son visitas guiadas y la verdad, porque nos acoplamos al primer grupo que vimos, pero lo encontramos muy mal organizado. La visita a la planta principal es mas que suficiente para conocer la historia del castillo, la mayoría de sus salas (a excepción de las habitaciones) y hacerse una idea general. La verdad es que estaba bastante poco iluminado (¿será para que nadie pueda sacar fotos decentes dentro y mantener el misterio?) en ese sentido me recordó a la capilla sixtina, tan a oscuras para que no hagas fotos que casi cuesta percibir lo que estás viendo...
Equilibrando precio y calidad, a posteriori, habríamos preferido elegir alguna iglesia mas y dejar de lado el castillo. Esta bien, es curioso de ver y fue una innovación en su época, pero al final cuando ya has visto unos cuantos es sólo un palacio mas. Si repitiese, lo vería solo por fuera en una visita rápida.
Nos acercamos también a ver por fuera el castillo Pelisor, que de entrada nos parece bastante mas acogedor que el Pelés. ¿No os recuerda un poco como a una casita de cuento?
Sin mucho mas que ver, volvimos al coche. Eran ya cerca de las 12 del mediodía (¡casi 3 horas de visita a lo tonto! ) y nuestro vuelo despegaba a las 17. Todavía teníamos que devolver el coche y algo había fallado en nuestro check in porque no nos daba las tarjetas de embarque (algo bastante común viajando con las restricciones del covid, era fácil que no te pillase el certificado covid o simplemente quisieran revisarlo manualmente, un coñazo) así que teníamos bastante trabajo por delante.
Recorremos las dos horas de camino de vuelta al aeropuerto, parando a repostar en una gasolinera cercana (lloro al pensar lo tirada que estaba allí la gasolina, ¡y mas ahora con los precios que tenemos aquí!) y entregamos el coche sobre las 2 de la tarde. El chico que lo recoge ni siquiera le da un vistazo, gracias al seguro todo incluido que habíamos contratado. Además aprovecho el momento para reclamar una primera reserva errónea que había quedado pendiente de devolución (¡y que por mail me habían dicho que se tramitaría en los próximos 365 días!) y la verdad es que el chico me lo solucionó rápidamente y tres días después tenía el dinero en mi cuenta
Nos llevan hasta la terminal y desde ahí nos vamos directos a los mostradores de Wizz para solucionar el problema del check in. Nos dan las tarjetas de embarque físicas al comprobar que tanto el certificado covid como el stph están ok y a partir de ahí pasamos el control de seguridad y tiramos de Burger King mientras hacemos tiempo hasta que nuestro avión despegue.
A destacar el food court del aeropuerto de Bucarest, bastante completo y variado, bien organizado y todo muy juntito. La verdad es que nos pareció muy cómodo, aunque todo o casi todo era comida rápida.
Aprovechamos nuestros últimos ratos en Rumanía (y nuestras sobras de LEI en efectivo) para llevarnos algunos quesos y recuerdos para casa del Duty Free. ¿No os pasa también eso de que hay que acabar tirando el efectivo siempre en el Duty Free?
El vuelo sale puntual y al llegar a España nos encontramos con un control Covid aleatorio... nos separan a dos de nosotros para hacer un antígenos. Por lo visto mientras nosotros estábamos en Rumanía, habían aumentado los casos Covid en el país, así que a medio vuelo nos hicieron controles aleatorios y nos tocó a nosotros. Me vino muy bien porque al día siguiente mi jefa me perseguía como una paranoica porque había oído los altos números de casos de Rumanía y yo le podía enseñar tranquilamente mi resultado negativo
Nos pareció curioso porque mientras nos lo estaban haciendo preguntamos que pasaría en el caso de dar positivo en el aeropuerto... ¿te obligan a quedarte en un hotel, pagandolo?¿Te dejan ir confiando en que irás a casa y te aislarás? Creo que llegaron a decirnos que si uno de los tres hubiese dado positivo y quisiera ir a casa tendría que ir aislado en un taxi... ¡si claro! Como si no hubiésemos estado compartiendo ya el espacio toda la semana, por unas horas mas... en fin salimos ambos negativos así que no hubo que preocuparse... aunque en los 10 minutos de espera vimos salir algún que otro "código rojo" entre los pasajeros...
Ya con el susto fuera del cuerpo, el alivio de volver sin contagiar y el cansancio acumulado, sólo nos quedaban dos horitas de coche hasta llegar a casa y pillar la cama.
Espero que os haya gustado el diario y sobretodo os haya sido de utilidad. Cualquier duda no os cortéis en preguntar, ¡para eso estamos!
¡Nos vemos en próximos diarios!