De nuevo el despertador suena a las 07:00h, hoy nos cuesta más si cabe salir de la cama, es el último día y nos da mucha pena tener que volver a casa. ¡Se nos han pasado los días volando! Bajamos a desayunar y al acabar nos vamos de vuelta a la habitación para repasar que esté todo recogido, cerrar maletas y dejarlas en consigna. No hay que hacer check-out por lo que directamente dejamos las maletas, cogemos el shuttle y nos vamos directos al parque. Hoy vamos a dedicar el tiempo que nos queda a Disney Studios.
Entramos al parque pasadas las 10:00h. Nos vamos directos a ver si podemos hacernos fotos con Buzz Lightyear, que lo vimos el día anterior pero el aforo estaba completo y no pudimos quedarnos en la cola. Hoy lo conseguimos. Esperamos unos 25 minutos hasta que nos toca. Es súper divertido, cómo interactúa con los niños, con los mayores, te abraza, puedes hacer fotos, vídeos (lo único que no puede hacer es firmar en el álbum de autógrafos, porque el disfraz lleva unas piezas gruesas en las manos y no puede coger bien el bolígrafo). Por lo demás, todo genial.
Mi hija mayor y yo decidimos repetir de nuevo en The Hollywood Tower Hotel. Llegamos y ¡solo hay 5 minutos de cola! Flipamos. En nada nos hemos vuelto a subir. Y de nuevo salimos partiéndonos de la risa. Mientras tanto mi marido se va con la peque a pasear y hacer fotos.
Nos reencontramos los 4 y miramos la app (no lo he dicho, pero durante el viaje la hemos utilizado mucho y nos ha ido de maravilla para ver los tiempos de espera en las atracciones, para recordar las reservas de los restaurantes, para orientarnos…). Vemos que en breve empieza el espectáculo Mickey and The Magician. No lo teníamos en mente, pero nos acercamos a ver si hay mucha cola. Justo acaba de empezar una función y ya se está formando cola para la siguiente. Como hay sombra y somos de los primeros, nos quedamos. En este caso nos toca esperar unos 45 minutos, que bien merecen la pena porque el espectáculo es ¡precioso! Si podéis no os lo perdáis.
Hoy comemos prontito, tenemos hora en Bistrot Chez Rémy a las 13:15h. Nos vamos hasta el restaurante dando un paseo y llegamos antes de la hora, pero no ponen ningún problema, nos toman nota de la reserva y nos hacen pasar. Nos quedamos alucinando, la decoración y ambientación es una auténtica pasada. Mientras esperamos a que nos tomen nota y nos sirvan no dejamos de hacer fotos.
En cuanto a la comida, espectacular. Creo que es el sitio en el que mejor hemos comido en los 5 días (aunque el resto de comidas han sido muy buenas, no tenemos queja).
El servicio al igual que en los otros 2 restaurantes con servicio de mesa es un pelín lento, pero sin llegar a ser excesivo ni desesperante. Y el servicio muy correcto. Salimos más que satisfechos con la experiencia, y no dudamos que, si volvemos algún día, repetiremos porque merece mucho la pena.
Al salir entramos en una tienda que hay un poquito más arriba del restaurante (Chez Marianne) y compramos unos dulces (chuches, cajas de galletas para llevar a casa, bombones…).
De ahí seguimos hacia arriba y llegamos a la zona de encuentro con los personajes. Está Woody de Toy Story, ni nos lo pensamos, nos ponemos en la cola. Como vemos que tenemos para un buen rato, la mayor y yo nos vamos a The Hollywood Tower Hotel (empieza a ser un vicio jajajaja). En 15 minutos hemos salido de la atracción y nos volvemos a la cola de Woody. Cuando llegamos aún queda un ratito de espera. En total hemos tenido que esperar unos 35 minutos, y cuando nos toca volvemos a disfrutar todos como enanos. Nos llevamos un montón de fotos, vídeo y su autógrafo.
Nos quedan un par de atracciones que aún no hemos hecho en este parque, RC Racer y Toy Soldiers Parachute Drop. Cada vez que hemos pasado por su lado, la peque no ha querido subir (las “malas” experiencias de Crush’s Coaster y The Hollywood Tower Hotel no ayudan), y hemos acabado haciendo otras cosas. Valoramos si subirnos antes de irnos, pero a mi hija mayor y a mi nos puede más The Hollywood Tower Hotel, así que allí que nos vamos oooooooootra vez para despedirnos (mientras tanto mi marido y la peque se van al Studio 1 a ver tiendas). Es la vez que más cola hacemos, 30 minutos. Pero vuelve a merecer la pena. Nos despedimos de nuestra atracción favorita hasta la (ojalá) próxima vez.
Nos vamos al Studio 1, hemos quedado en encontrarnos allí. El taxi que nos llevará al aeropuerto nos recoge en el hotel a las 18:00h, apenas son las 16:30h, pero decidimos emprender ya el camino de vuelta al hotel; aún nos quedan algunas compras de última hora así que nos vamos dando un paseo, entrando en tiendas y haciendo fotos de despedida.
Llegamos al hotel con tiempo de sobra. Recogemos las maletas en consigna y esperamos a la sombra hasta que llega nuestro taxi. Se nos pone un nudo en el estómago, tanto tiempo esperando este viaje y ha pasado tan rápido… Pero como suele decirse, que nos quiten lo bailao.
El taxi llega puntual (de nuevo una monovolumen) y en poco más de 45 minutos estamos en el aeropuerto. Vamos directos a facturar y como no sabemos lo que vamos a encontrar al otro lado del control de seguridad (este aeropuerto no lo conocemos) preferimos cenar algo. Cenamos, y pasamos el control de seguridad. Nos vamos a la puerta de embarque, compramos agua y caramelos en el kiosco que hay justo al lado, ponemos los móviles a cargar y nos sentamos a esperar. A las 21:30h llaman a los del grupo 3, que es en el que nos toca embarcar hoy.
Bajando por el finger hacia el avión vemos que hay una puesta de sol preciosa. Más y más fotos (¿cuántas llevaremos ya?).
Hoy vamos en fila 16 así que no tenemos ningún contratiempo como en el viaje de ida. Entramos y directos a nuestros asientos. El vuelo tiene hora de salida a las 21:50h pero se retrasa media hora. A las 22:20h ya hemos despegado y vemos París desde el aire, y la Torre Eiffel iluminada, una imagen preciosa para cerrar un viaje perfecto. París es uno de nuestros viajes pendientes, quizás más adelante…
El piloto le ha dado caña y a las 23:35h aterrizamos en Barcelona. El equipaje tarda en salir y nos toca esperar cerca de media hora.
En cuanto tenemos las maletas nos vamos directos a coger el coche. Está intacto, ningún golpe ni rasguño así que contentos. Cargamos el maletero y ponemos rumbo a casita a descansar. Llegamos y dejamos las maletas tal cual, mañana será otro día y ya habrá tiempo de deshacerlas y organizarlo todo. Son cerca de las 02:00h de la madrugada y nos vence el sueño nada más caer en la cama. El sueño y la felicidad de haber podido vivir semejante experiencia. Porque sí, Disney es el lugar donde “THE MAGIC GETS REAL”.
Entramos al parque pasadas las 10:00h. Nos vamos directos a ver si podemos hacernos fotos con Buzz Lightyear, que lo vimos el día anterior pero el aforo estaba completo y no pudimos quedarnos en la cola. Hoy lo conseguimos. Esperamos unos 25 minutos hasta que nos toca. Es súper divertido, cómo interactúa con los niños, con los mayores, te abraza, puedes hacer fotos, vídeos (lo único que no puede hacer es firmar en el álbum de autógrafos, porque el disfraz lleva unas piezas gruesas en las manos y no puede coger bien el bolígrafo). Por lo demás, todo genial.
Mi hija mayor y yo decidimos repetir de nuevo en The Hollywood Tower Hotel. Llegamos y ¡solo hay 5 minutos de cola! Flipamos. En nada nos hemos vuelto a subir. Y de nuevo salimos partiéndonos de la risa. Mientras tanto mi marido se va con la peque a pasear y hacer fotos.
Nos reencontramos los 4 y miramos la app (no lo he dicho, pero durante el viaje la hemos utilizado mucho y nos ha ido de maravilla para ver los tiempos de espera en las atracciones, para recordar las reservas de los restaurantes, para orientarnos…). Vemos que en breve empieza el espectáculo Mickey and The Magician. No lo teníamos en mente, pero nos acercamos a ver si hay mucha cola. Justo acaba de empezar una función y ya se está formando cola para la siguiente. Como hay sombra y somos de los primeros, nos quedamos. En este caso nos toca esperar unos 45 minutos, que bien merecen la pena porque el espectáculo es ¡precioso! Si podéis no os lo perdáis.
Hoy comemos prontito, tenemos hora en Bistrot Chez Rémy a las 13:15h. Nos vamos hasta el restaurante dando un paseo y llegamos antes de la hora, pero no ponen ningún problema, nos toman nota de la reserva y nos hacen pasar. Nos quedamos alucinando, la decoración y ambientación es una auténtica pasada. Mientras esperamos a que nos tomen nota y nos sirvan no dejamos de hacer fotos.
En cuanto a la comida, espectacular. Creo que es el sitio en el que mejor hemos comido en los 5 días (aunque el resto de comidas han sido muy buenas, no tenemos queja).
El servicio al igual que en los otros 2 restaurantes con servicio de mesa es un pelín lento, pero sin llegar a ser excesivo ni desesperante. Y el servicio muy correcto. Salimos más que satisfechos con la experiencia, y no dudamos que, si volvemos algún día, repetiremos porque merece mucho la pena.
Al salir entramos en una tienda que hay un poquito más arriba del restaurante (Chez Marianne) y compramos unos dulces (chuches, cajas de galletas para llevar a casa, bombones…).
De ahí seguimos hacia arriba y llegamos a la zona de encuentro con los personajes. Está Woody de Toy Story, ni nos lo pensamos, nos ponemos en la cola. Como vemos que tenemos para un buen rato, la mayor y yo nos vamos a The Hollywood Tower Hotel (empieza a ser un vicio jajajaja). En 15 minutos hemos salido de la atracción y nos volvemos a la cola de Woody. Cuando llegamos aún queda un ratito de espera. En total hemos tenido que esperar unos 35 minutos, y cuando nos toca volvemos a disfrutar todos como enanos. Nos llevamos un montón de fotos, vídeo y su autógrafo.
Nos quedan un par de atracciones que aún no hemos hecho en este parque, RC Racer y Toy Soldiers Parachute Drop. Cada vez que hemos pasado por su lado, la peque no ha querido subir (las “malas” experiencias de Crush’s Coaster y The Hollywood Tower Hotel no ayudan), y hemos acabado haciendo otras cosas. Valoramos si subirnos antes de irnos, pero a mi hija mayor y a mi nos puede más The Hollywood Tower Hotel, así que allí que nos vamos oooooooootra vez para despedirnos (mientras tanto mi marido y la peque se van al Studio 1 a ver tiendas). Es la vez que más cola hacemos, 30 minutos. Pero vuelve a merecer la pena. Nos despedimos de nuestra atracción favorita hasta la (ojalá) próxima vez.
Nos vamos al Studio 1, hemos quedado en encontrarnos allí. El taxi que nos llevará al aeropuerto nos recoge en el hotel a las 18:00h, apenas son las 16:30h, pero decidimos emprender ya el camino de vuelta al hotel; aún nos quedan algunas compras de última hora así que nos vamos dando un paseo, entrando en tiendas y haciendo fotos de despedida.
Llegamos al hotel con tiempo de sobra. Recogemos las maletas en consigna y esperamos a la sombra hasta que llega nuestro taxi. Se nos pone un nudo en el estómago, tanto tiempo esperando este viaje y ha pasado tan rápido… Pero como suele decirse, que nos quiten lo bailao.
El taxi llega puntual (de nuevo una monovolumen) y en poco más de 45 minutos estamos en el aeropuerto. Vamos directos a facturar y como no sabemos lo que vamos a encontrar al otro lado del control de seguridad (este aeropuerto no lo conocemos) preferimos cenar algo. Cenamos, y pasamos el control de seguridad. Nos vamos a la puerta de embarque, compramos agua y caramelos en el kiosco que hay justo al lado, ponemos los móviles a cargar y nos sentamos a esperar. A las 21:30h llaman a los del grupo 3, que es en el que nos toca embarcar hoy.
Bajando por el finger hacia el avión vemos que hay una puesta de sol preciosa. Más y más fotos (¿cuántas llevaremos ya?).
Hoy vamos en fila 16 así que no tenemos ningún contratiempo como en el viaje de ida. Entramos y directos a nuestros asientos. El vuelo tiene hora de salida a las 21:50h pero se retrasa media hora. A las 22:20h ya hemos despegado y vemos París desde el aire, y la Torre Eiffel iluminada, una imagen preciosa para cerrar un viaje perfecto. París es uno de nuestros viajes pendientes, quizás más adelante…
El piloto le ha dado caña y a las 23:35h aterrizamos en Barcelona. El equipaje tarda en salir y nos toca esperar cerca de media hora.
En cuanto tenemos las maletas nos vamos directos a coger el coche. Está intacto, ningún golpe ni rasguño así que contentos. Cargamos el maletero y ponemos rumbo a casita a descansar. Llegamos y dejamos las maletas tal cual, mañana será otro día y ya habrá tiempo de deshacerlas y organizarlo todo. Son cerca de las 02:00h de la madrugada y nos vence el sueño nada más caer en la cama. El sueño y la felicidad de haber podido vivir semejante experiencia. Porque sí, Disney es el lugar donde “THE MAGIC GETS REAL”.