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Hoy es nuestro último día en la ciudad, por lo que vamos a aprovecharlo e intentar ver lo que nos queda.
Nuestro primer destino es el Palacio El Bahdi, así que nos dirigimos hacia el barrio judío y pasamos por la plaza de Ferblantiers. Nos sorprende porque vemos a un hombre que va a dar de comer a unos gatos, y estos esperan muy organizados, sin arremolinarse ni empujarse para acercarse a la comida. Nos quedamos a mirar y como no, un comerciante se acerca y nos empieza a hablar de los gatos y al momento, nos intenta persuadir para que vayamos a comprar a su tienda.
Finalmente llegamos al palacio, hace calor pero se está bien, ya que la primera parte de la visita se hace bajo tierra, en la zona donde vivían los empleados. Después se pasa a una zona lateral con los restos de las fuentes y estanques y por último, se ve el patio central, con los restos de los 2 palacios que hay en cada extremo. Una vez ahí te puedes hacer una imagen de lo grande que era ese palacio, el cual fue desvalijado y demolido para construir los principales edificios de Meknes como ciudad imperial. Subimos a una terraza desde donde se ve perfectamente lo grande que era el palacio, además de tener unas bonitas vistas de la ciudad
Como hace calor, volvemos a entrar al supermercado de ayer donde cogemos un agua y coca cola para hidratarnos y una vez ya recuperados, vamos a ver la puerta de Bab Agnaou. Se encuentra cerca de donde estamos, así que en poco tiempo llegamos. La verdad que nos desilusiona un poco, porque está enclavada junto a una muralla y pierde un poco de vistosidad.
Hacemos unas fotillos y como aun es pronto, nos apetece callejear por el zoco. De camino pasamos por la mezquita Koutubia, donde hacemos un descanso en el parque a la sombra. Por el zoco vemos un puesto de baklavas y compramos una caja para ir comiendo. Tienen muy buena pinta y nos decidimos por esa tienda porque era la única que tenía los dulces sin abejas y avispas. La higiene no es un punto fuerte en el país, ya que vimos carnicerías y pescaderías con el género al aire libre y sin refrigerar, calles sucias, los puestos de dulces llenos de avispas etc.
Como va siendo la hora de comer, nos acercamos a la Cantine des Gazelles. Hoy si que nos dan de comer y nos sentamos en una de las pocas mesas que quedan. Estamos justo al lado de la calle y el Sol va entrando poco a poco, así que el calor se apodera del lugar.
La comida está muy rica y un poco diferente a lo típico marroquí. Nos pedimos berenjenas rellenas de carne y pollo asado con almendras y pasas. Nos gusta mucho el sitio a pesar de la socarrina.
Como tenemos que preparar los equipajes y el calor es muy fuerte (alrededor de 45 grados) sobre las 3 y media llegamos al Riad.
Descansamos echándonos una siesta y nos refrescamos en la piscina y comenzamos a hacer las maletas, ya que mañana comenzamos la aventura en el desierto.
Como hemos terminado pronto, a las 7 y media de la tarde volvemos a salir. Lo primero que hacemos es sacar dinero para poder tener los días del desierto. Como estamos al lado de la plaza, damos una vuelta por ahí, vemos a los encantadores de serpientes, lo que nos da un poco de yuyu. Junto a las personas que tienen monos disfrazados para que te hagas una foto, es de lo poco negativo que hay en el lugar. Tambien nos acercamos a los puestos de comida y ya nos intentan convencer para que cenemos. Nos hacemos pasar por italianos, alemanes, españoles... pero al momento los camareros se ponían a hablar en esos idiomas, ¡¡que facilidad!!
A continuación vamos por una de las arterias principales que salen de Jemaa, como seguimos hacia adelante, llegamos hasta una zona donde no hay muchos turistas. La verdad que cambia un poco el ambiente, donde solo hay gente local y las calles dejan de estar asfaltadas del todo para comenzar a estar con tierra.
Si la comida ya de por sí es barata, en esa zona nos fijamos que los precios están aun mas tirados. Pasamos por un puesto de snacks donde las pizzas costaban 20 dh o bocadillos por 5dh.
Va siendo la hora de cenar y como nos gustó el sitio del primer día, repetimos en Dar Chef. Tampoco tenemos especial hambre y pedimos una pastela y unas patatas fritas. Por un día, llegamos con espacio para el postre, así que pedimos una copa que llevaba una base de ¿yogur? y compota de manzana, con fruta cortada por encima. Todo está muy rico, sobre todo el postre, y para terminar nos sacan unos tés y unas pastas.
Para despedirnos de la ciudad, volvemos a la plaza y damos unas vueltas por ahí, empapándonos del ambiente y del griterío que hay. Es muy impactante como se llena por la noche y te genera una sensación de estar en un lugar en fiestas. La percepción que teníamos era como caminar por medio de tu ciudad durante las fiestas patronales. En nuestro caso, lo comparábamos a recorrer el Paseo de la Independencia o Plaza del Pilar durante los Pilares.
Como la jornada de mañana será larga y tocará madrugón, ya que nos recogen a las 7 y media, sobre las 10 y media u 11 estamos en el Riad para descansar. Tenemos mucha ilusión por el viaje al desierto, ¡¡vamos allá!!
Gastos del día:
Entradas Palacio El Bahdi: 70x2: 140dh
Agua y coca cola: 8dh
Comida: 170dh+10dh de propina
Baklavas: 40dh
Cena: 140dh + 20dh de propina
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