Día 15: Yosemite ✏️ Diarios de Viajes de USA

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Nos levantamos de buen humor y con ganas de disfrutar de Yosemite y recuperar el tiempo perdido el día anterior. Preguntamos en la recepción del hotel y nos recomendaron movernos en coche, porque el shuttle puede tardar hasta una hora y nos comentaron que debido al incendio había menos gente de lo normal. Esto me pareció un poco raro, porque en los parques que habíamos estado los suttle funcionan super bien y pasan cada 15 minutos o menos y había leido que aparcar en Yosemite es un infierno. También nos dijeron que Mariposa Grove seguía cerrado y que si queríamos ver secuoyas podíamos ir a Toulumne Grove, un bosque de Secuoyas que está al final de Tioga Pass.

Primero nos acercamos caminando desde el hotel a las Yosemite Falls. Traía poca agua, pero al menos sí se veían las 3 cascadas. Mi hija y yo nos intentamos acercar trepando por las rocas como hacía mucha gente, pero en el tramo final se complicaba y nos quedamos a medio camino.


Cogimos el coche y de ahí nos fuimos a ver el Gran Capitán y la zona que llaman Cathedral Beach. Aquí empezamos a notar que había una luz muy rara, muy naranja y como una nube que tapaba el sol, una nube que en realidad era humo. En el Capitán, la zona más alta se veía como nublada por el humo. No he editado las fotos para dejarlas con el color con el que veíamos todo.


La zona de Capitan Medow y Cathedral Beach y las praderas que hay al lado del río nos parecieron preciosas y nos apuntamos esta zona para venir por la tarde a darnos un bañito. Aquí sí que pudimos aparcar sin problemas y nos pareció que había poca gente.

De ahí nos fuimos al fondo del valle, a la zona de Curry Village para aparcar y hacer alguna ruta, Mirror Lake o acercarnos hacia las otras cascadas. Y tal y como había leido, y no como me dijo el recepcionist del hotel no pudimos aparcar. Decidimos volver para atrás, hacia donde estaba nuestro hotel y cuando conseguimos aparcar de nuevo, nos pusimos a comer en unas mesas de picnic. La cuestión es que conforme iban pasando las horas, el color naranja y la nube de humo iba en aumento, y cuando terminamos de comer, apenas se podía ver la montaña y los árboles que teníamos enfrente y empezamos a notar también como que picaban los ojos. Esta era nuestra vista.


Terminamos de comer y nos dimos cuenta que no tenía mucho sentido seguir la ruta si no ibamos a poder ver nada y había tanto humo que parecía hasta malo para nuestra salud respirar ese aire. Esa noche teníamos el hotel Cedar Lodge en el Portal, así que nos fuimos para allí, pensando en pasar la tarde en el hotel que tenía piscina. Camino del hotel pasamos de nuevo por el Capitán y ya apenas se veía. El incendio estaba en el condado de Mariposa y el Portal realmente estaba más cerca del incendio que el valle de Yosemite, así que cuando llegamos había todavía más humo y hasta caía ceniza del cielo. Mi hija decía que parecía que estábamos en el mundo del revés de Stranger Things y mi hijo que habían aplicado el filtro de México de las películas, porque se veía como cuando en alguna película o serie americana cruzan de EEUU a México y de repente todo se ve anaranjado. En el hotel fueron muy amables, les dijimos que nos ibámos a marchar y nos devolvieron el dinero.

La verdad es que cuando te pasa algún imprevisto de este tipo en un viaje te puedes cabrear por no poder ver algo que has planeado con tanto tiempo y tanto ilusión o te puedes adaptar y reorganizar el viaje lo mejor posible. Nosotros nos lo tomamos con humor y decidimos pasar el día siguiente que tenía que haber sido para visitar Mariposa Grove en San Francisco. Como habíamos estado en esta ciudad poco tiempo por el retraso del vuelo y nos había encantado, la idea de pasar todo el domingo en San Francisco en lugar de Yosemite no nos pareció nada mal.

Debido al incendio, el camino habitual para ir de Yosemite a San Francisco por Mariposa estaba cerrado y tuvimos que dar un rodeo por la carretera 120, que pasaba cerca de Toulumne Grove. En esta zona seguía habiendo humo y caía ceniza, pero bastante menos que en el valle, así que paramos e hicimos el recorrido para ver las secuoyas.


Son unas pocas, yo creo que vimos 4 o 5, y la que es como un tunel es un poco cutre, porque es un secuoya seco, pero al menos podemos decir que hemos visto estos árboles tan grandes y míticos.


Y aquí volvimos a tener un contratiempo, porque a pesar de ser un camino ancho y de llevar buen calzado y un palo, a mi hijo se le salió la rodilla, aunque se le volvió a colocar sola y sólo fue un susto.

Cuando subíamos al coche vimos bastante gente parada mirando algo. Pensábamos que sería un ciervo, pero resulta que era ¡ un oso ! En todo Yosemite hay muchos carteles indicando que cuidado con los osos, que no dejes comida en el coche, etc. así que la noche anterior nos obsesionamos con ver alguno y por fin pudimos ver uno, que estaba comiendo flores tranquilamente y pudimos pasar un buen rato observándolo a una distancia prudencial.


La ruta hacia San Francisco nos sorprendió, porque es un puerto con muchísimas curvas y mucha bajada. Ahí te vas dando cuenta de lo alto que estabas, porque tienes que ir bajando hasta el nivel del mar. Cuando nos alejamos de Yosemite y por fin pudimos ver todo el cielo azul, sin rastro de humo, fue un alivio. En esta ruta apenas hay pueblos o sitios donde parar, queríamos hacer una pausa para ir al baño y merendar algo y tardamos varias horas en llegar a un lugar donde parar. Una vez que llegas abajo, te encuentras con el típico paisaje de California con granjas y grandes extensiones de árboles frutales, campos de fresas, cerezas, etc.

Para esa noche pensé en buscar un alojamiento cerca de San Francisco, en Oackland, pero al final busqué una ciudad a mitad de camino y reservé sobre la marcha con el móvil un hotel en Lathrop, a 1 hora de SF. El caso es que me confundí y cuando llegamos tenía una reserva para el mismo día de agosto en lugar de julio y no les quedaban habitaciones de 2 camas, sólo una suite con sofá cama, un poco incómodo. Llegamos bastante tarde y nos tuvimos que ir a cenar al Burger King, que como nos había pasado otros días era lo único abierto.

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