La mañana comenzó temprano callejeando desde nuestro alojamiento hasta la Iglesia del Gesu, calles estrechas en las que se mezclan edificios restaurados con otros que les falta poco para caerse y de los que apenas queda la fachada, alguna tienda que parece sacada de una película de los años cuarenta, señoras que tienden la ropa mientras hablan con la vecina de balcón a balcón, en definitiva Palermo es estado puro.
La iglesia está recién restaurada por lo que luce en todo su esplendor, si solo visitas la iglesia es gratis, el museo es de pago.
Continuamos hacia el mercado de Ballaró, tenía un poco de miedo de que fuera el típico lugar que hubiera quedado solo para turistas, pero pronto vimos que sigue siendo un mercado en el que la gente del barrio hace sus compras diarias, eso sí mezclados con los turistas, por eso mejor ir a primera hora de la mañana en la que los guiris somos minoría, y el ambiente es mas auténtico. Es un buen sitio para comprar fruta.
En el mercado hay unos cuantos restaurantes pequeños en los que se puede comer a buenos precios, También has puestos en los que tomar un sumo o una granita, lo mío empezaba a ser vicio y la de granada pura delicia.
Continuamos callejeando hacia el mercado del Capo, no se si era por ser agosto, pero apenas había un par de puestos y calles estaban desiertas, desde luego nada que ver con el de Ballaró.
Continuamos con una exposición que se llama No mafia, la entrada es gratuita y hace una muy buena revisión de la historia de la mafia desde sus orígenes a la actualidad con fotos, videos y documentos que permiten entender como y porque surgió y como se ha desarrollado hasta la actualidad, y su presencia en la vida de la isla creando el horror. Tenían una buena selección de libros, compramos un par de libros en español.
En la cena nos sentamos en la terraza de Bisso Bistro, pedimos una pasta a la sarde, otros de los platos clásicos de la cocina siciliana y una hamburguesa, un par de botellas de agua, todo por 32€
Había que preparar maletas porque era nuestra última noche en Palermo.