Bordeando el lago Thun ✏️ Diarios de Viajes de Suiza

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Con esto se acababan los valles y montañas para nosotros. A partir de ahora bordearíamos el lago Thun para ir ya poco a poco acercándonos a la frontera. Como en Lauterbrunnen es tan difícil encontrar sitio para dormir (que no sea camping) decidimos acercarnos a alguno de los pueblos a la orilla del lago Thun para dormir. Y concretamente paramos en Faulensee. Un acierto total. El parking justo al lado de un parque majillo y una playa fluvial (con baños públicos al lado) con unas vistas geniales, y un paseíto a lo largo de toda la "costa" super agradable. Llegamos sobre las 7 y después de jugar un rato en el parque decidimos sacar la manta y cenar en el césped. Después de cenar paseíto por el pueblo y ya de noche a dormir.



El parking se paga de 7 a 7, y como no pensábamos despertarnos tan pronto, pagamos ya el parking de 7 a 10. Dormimos de lo mas a gusto, junto con otras 5 o 6 furgos. Y nada mas levantarnos bajamos la persiana, y los vecinos estaban yendo a bañarse al lago, así que dijimos: Pues nosotros también vamos!! Y nos pegamos un chapuzón mañanero que ya querrían muchos! Después de recoger nos acercamos a Spiez, que esta solo a 5 minutos en coche. De hecho, el camino bordeando al lago que empezamos ayer llegaba hasta Spiez, en 45 min creo recordar. Nos quedamos con ganas de hacerlo! pero se nos acababan los días y teníamos que ir avanzando. Lo dejamos apuntado para cuando vengamos otra vez, como Lauterbrunnen;-).

Como digo llegamos a Spiez en muy poquito tiempo, pero nos liamos un poco hasta donde podíamos entrar con el coche, y decidimos dejar la furgo en la carretera principal cerca de la estación de tren, en lo alto del pueblo. El centro del pueblo está en la orilla del lago por lo que tuvimos que andar un ratillo hasta abajo, pero esta muy bien indicado. Allí tienen una zona recreativa enorme, con pistas varias, juegos pintados en el suelo, parque infantil, zona de baño con toboganes (este ultimo de pago) y el embarque del ferry, claro. Y también a la orilla del lago, aunque en un montículo, se levanta el castillo de Spiez, con sus viñedos detrás. La zona del castillo es preciosa,


con una plaza, y una iglesia muy cuqui, y con unas vistas que ya de por si merecen la visita.


Después de estar un par de horillas por allí (incluido rato de parque) nos fuimos para Thun. La idea era ver Thun a la tarde, pero allí estábamos en plena ola de calor, y el parking donde aparcamos estaba al lado del parque Schadau, así que no pudimos mas que hacer como los locales, coger bañador y toalla e irnos al parque a tirarnos a la bartola y bañarnos en el lago de vez en cuando. No nos quedo muy claro si estaba prohibido bañarse en todo el perímetro, o si estaba permitido en un par de sitios (encontramos carteles contradictorios) pero haya donde fueres, haz lo que vieres, y el baño nos sentó fenomenal... Al final a eso de las 6.30-7 decidimos ir a ver la ciudad. El parking esta como a 15 minutillos andando. No es un camino especialmente agradable (va pasando por algunas casas y bastantes naves/edificios industriales) pero tampoco nos pareció que fuera inseguro para nada (y eso que volvimos de noche). Nada mas llegar nos encontramos con un@s chic@s surfeando el Aar (por supuesto nos quedamos un ratillo viéndoles), un poquito mas adelante nos encontramos otr@s chic@s con cuerdas de equilibrio atravesando también el rio. Os podéis imaginar el ambiente tan magnifico que se respiraba en la ciudad! Dimos un paseo por el casco antiguo, subimos al castillo y otro ratillo en el parque. Como habíamos venido tan tarde, decidimos quedarnos a cenar en algún restaurante (todavía no habíamos pisado ninguno) y al final nos quedamos en un italiano con la terraza mirando al canal (Ristorante Primavera) con unas pizzas muy buenas, y precio, pues bueno, supongo que como todos los italianos en suiza...unos 20€ la pizza. Después de cenar nos acercamos al otro lado del canal, donde había otros chicos haciendo surf y nos quedamos sentados en unas sillas viéndoles 15-20 minutos que relax de vacaciones:-). Notábamos que las niñas ya no nos iban a aguantar mucho mas, así que poquito a poco de vuelta a nuestra casita con ruedas.

Al día siguiente movimos relativamente pronto (la hora aproximada de levantar todos los días eran las 7.45-8, hora de salida mas tirando a 10) y nos dirigimos a Berna. Aquí nos volvimos literalmente locos intentando encontrar un parking en el que no te sacasen un ojo por poner una rueda, pero después de aprenderme el park4night de memoria, e intentar aparcar en la periferia acabamos aparcando en el centro de la ciudad, justo al lado de los osos (2.20chf/h). Berna nos pareció una ciudad bastante agradable, se notaba que era una ciudad grande. No estábamos acostumbrados a este bullicio


Aun así, si te salías un poco de la calle principal se respiraba mucha tranquilidad. Estuvimos paseando por la Kramgasse viendo los escaparates de las tiendas (algunas muy curiosas!) e incluso me regalaron un bolso como regalo por mi cumpleaños, que era al día siguiente (toma!!) hasta que llegamos a la oficina de turismo, donde nos informaron de que oh, no! no había ningún parque infantil en el centro!! Aunque si un parque con césped del que luego os hablaré. Por lo demás, ya habíamos visto media ciudad.

No nos apetecía volver a la furgo para comer, así que aprovechamos que pasamos por un "coop take away" para comer un poco lo que pillásemos. Una salchicha con patatas para las niñas, un arroz tikka masala, y algo mas de picar, con 4 heladitos de postre 35.60chf. Después de comer estábamos a 37ºC (aunque eso lo descubrimos después) así que cuando nos encontramos con unos niños en un plaza mojados hasta los huesos, supimos que hacer la siguiente media hora. ¡¡¡¡Chorros de agua!!!! No teníamos ni toalla ni bañador ni nada, pero para qué?? Las niñas acabaron caladísimas, bien fresquitas para seguir la ruta, y nosotros por supuesto un poquito también nos remojamos (aunque sea solo la cabeza). Después de esto visitamos (por fuera claro) el palacio, y llegamos al parque donde nos quedamos un rato a la sombra porque no se podía hacer nada más!. Como os he dicho en el parque no había columpios, pero si que había unas cuerdas de estas que tienes que cruzar en equilibrio, y ahí echamos un rato largo intentando no caernos! A media tarde ya seguimos nuestra ruta por la catedral.


hasta los osos


y aunque nos podíamos haber quedado a dormir donde estábamos, decidimos tirar para Gruyeres, nuestra ultima parada del viaje.

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