Empieza la mañana con otro riquísimo desayuno, nos vamos hacia las salinas de Trapani.
Había hecho una reserva para la visita guiada que organiza WWF en las Salinas de la reserva de Trapani y Paceco, la visita es gratuita pero requiere reserva previa en la web , wwfsalineditrapani.it. Si quieres puedes dejar un donativo voluntario para el mantenimiento del espacio natural.
El grupo era de unas 15 personas comienza la visita con una explicación de la zona protegida y del funcionamiento de las salinas y los molinos. Esto dura unos 15 minutos y luego después te trasladas para ver las salinas propiamente dichas, los molinos, las distintas fases en las que se encuentran las lagunas y se ven las aves que hoy anidan en la zona, la persona que nos tocó era un encanto, y aunque la visita es el italiano no había ningún problema en entenderle, además llevaba un telescopio terrestre para poder ver mejor las aves, en está época había una buena colonia de flamencos entre otras especies. Es chulo ver las huellas de las aves pequeñas en los lodos que quedan en las lagunas
En total fueron unas dos horas de visita que merecen mucho la pena, y aprendimos un montón sobre la sal, las diferencias entre sal mineral y marina, que hay sal integral, que es la flor de sal, etc, (un señor tiene un tenderete donde puedes comprarla).
Continuamos hacia Erice, aparcamos en Trapani en el parking que hay junto al teleférico , el precio fue-, hay un parking también arriba pero es pequeño y salvo que llegues a primera hora será difícil conseguir dejar el coche.
El precio de teleférico fue de 9€, en unos 15 minutos estábamos arriba, las vistas son muy bonitas, lastima que los cristales de las cabinas están muy arañados y estropean un tanto la visión, era la hora de comer y nos quedamos justo en la entrada de la ciudad en Postale 17, comimos un riquísimo cuscús de pescado y una busiate con pesto trapanese que estaba de cine, con una botella grande de agua fueron 36€.
Con el estómago lleno comenzamos la visita empezamos por el Duomo y la Torre, hay una entraba combinada que incluye varias iglesias de la ciudad que sale un poco más barata que comprar entrada a entrada. Es estilo neogótico del Duomo es sorprendente y las vistas desde la torre bonitas. Continuamos subiendo cuestas, toda la ciudad es una sucesión de edificios situados sobre cuestas jajajajaj.
Erice nos encantó, las pequeñas iglesias, monasterios abandonados, tiendas de artesanía bonitas y todo perfectamente conservado y cuidado.
El cansancio y el calor nos hacía mella, hicimos un alto en el camino en la pastelería de Maria Gramanico, considerada una de las mejores pastelerías de Sicilia, en la parte interior tienen un jardín con mesas de lo más agradable, dimos buena cuenta de una costrata de ricota y pistacho y un genoves acompañados de un par de granitas, todo estaba riquisimo.
Continuamos perdiéndonos por callejuelas y plazuelas a cual con más encanto hasta que nuestras piernas se declararon en huelga de tanta cuesta, momento en el que empezamos el camino de vuelta.
Como el cansancio era importante paramos en un Lidl para comprar algo para la cena.