Último día de viaje, esa misma tarde sobre las 18:30 cogemos el vuelo de vuelta desde el aeropuerto de Zurich, como ya tenemos Lucerna saboreada y no conocemos Zurich nos vamos a visitarla esa mañana, suponemos como después comprobaríamos que en una mañana nos da tiempo a ver lo más importante (que ya llevo yo apuntado).
Compramos el tren de Lucerna a Zurich (17,6 CHF) y el de Zurich al aeropuerto (6,80 CHF). El tren desde Lucerna tarda 50’ y nos deja en la estación central de Zurich, la estación tiene consignas de pago en las que dejamos las maletas.
Vista en plano, Zurich tiene una disposición parecida a Lucerna, la zona de alrededor del río (en este caso Limago) es la más turística, desde la estación de tren hasta el lago, después ya se encuentra el lago, en este caso el Zurich.
Damos un paseo por la mañana en un día gris y ligeramente fresquete, aunque a media mañana ya aparece más el sol. Es una ciudad menos vistosa para mi gusto, donde lo que más me gustó fue el claustro de Fraumünster (es gratis mientras que la iglesia es de pago), la calle Augustinergasse, y las vistas sobre el río desde Lindenhof.
A mediodía compramos comida en un supermercado Coop que había junto a la estación y nos la comimos en unas mesas que había en el interior de esta, dispuestas precisamente para poder comer. Después la viaje al aeropuerto en tren y vuelta a Madrid.
Compramos el tren de Lucerna a Zurich (17,6 CHF) y el de Zurich al aeropuerto (6,80 CHF). El tren desde Lucerna tarda 50’ y nos deja en la estación central de Zurich, la estación tiene consignas de pago en las que dejamos las maletas.
Vista en plano, Zurich tiene una disposición parecida a Lucerna, la zona de alrededor del río (en este caso Limago) es la más turística, desde la estación de tren hasta el lago, después ya se encuentra el lago, en este caso el Zurich.
Damos un paseo por la mañana en un día gris y ligeramente fresquete, aunque a media mañana ya aparece más el sol. Es una ciudad menos vistosa para mi gusto, donde lo que más me gustó fue el claustro de Fraumünster (es gratis mientras que la iglesia es de pago), la calle Augustinergasse, y las vistas sobre el río desde Lindenhof.
A mediodía compramos comida en un supermercado Coop que había junto a la estación y nos la comimos en unas mesas que había en el interior de esta, dispuestas precisamente para poder comer. Después la viaje al aeropuerto en tren y vuelta a Madrid.