Nos dirigimos a Maribor, la segunda ciudad más poblada de Eslovenia, a 130 km de la capital.
A nosotros nos pareció una ciudad super coqueta, con un casco antiguo precioso, atravesado por el rio Drava.
Nos queda quizá aún mejor recuerdo de ella, ya que al haberla visitado en un día laborable, a primeras horas de la mañana y fuera de temporada de vacaciones, prácticamente estaba “puesta” para nosotros.
Comenzamos viendo la Iglesia de Santa María Madre de la Misericordia, iglesia franciscana que según nos dijo el guía, en su origen, allá por el siglo XII era un monasterio.
Entre 1892 y 1900 el monasterio pasó a ser la iglesia actual.
Me llamó la atención la curiosa pila bautismal, excelentemente pensada para niños cabezones, así como los confesionarios corridos, todo un alarde de aprovechamiento del espacio o posiblemente por “overbooking” de pecadores…
Fuera de lugar, ya que se da de patadas con el entorno, nos pareció el Spomenik NOB, monumento a la Liberación Nacional.
En él hay proclamaciones públicas sobre los fusilamientos de las 667 personas que fueron condenadas a muerte durante la Segunda Guerra Mundial. Además, hay una triste carta de despedida de Jože Fluks, otro hombre que también fue condenado a muerte.
Ellos familiarmente se refieren al monumento como Kodžak, "nuestro" célebre detective Kojak, ya que parece ser que su forma les recuerda a la cabeza sin pelo del susodicho.
Digno de mención el Castillo de Maribor, que a diferencia de otras fortalezas, no tienes que subir a ninguna colina para verlo, ya que está en pleno centro de la ciudad.
Actualmente en su interior está el Museo Regional de Maribor.
El barrio de Lent es la zona más antigua de Maribor, junto a la orilla del rio Drava y donde se encuentra la centenaria bodega donde está la catalogada en el Guiness como la vid más antigüa del mundo con más de 400 años.
Su excelente vino blanco (especialidad en todo Maribor) aún se embotella en ediciones limitadas.
Si alguien quiere inmortalizar el lugar con la típica foto de enamorados, ale hop!…”voilá”, aquí la tiene.
En la plaza de Glavni se encuentra el Ayuntamiento y está llena de cafeterías y restaurantes.
Otros edificios singulares son la oficina de correos y la Universidad de Maribor, famosa por ser un importante destino Erasmus y es la segunda universidad de Eslovenia aunque es muy reciente ya que se fundó en 1975.
Una vez finalizada la visita guiada, tiempo libre para darle otra vuelta a la ciudad, nosotros optamos por dar un bonito paseo por la ribera del rio.
Más tarde, unos compañeros de viaje nos dijeron que fueron a tomarse un café al rooftop LUFT 360º Ulica Vita Kraigherja,3. Según nos dijeron con muy buenas vistas de la ciudad. Dejo el comentario por si algún forero tuviera a bien el acercarse…
Comida, tras la cual nos dirigimos al cercano pueblo de Ptuj.
La ciudad de Ptuj se conoce como la ciudad más antigua de Eslovenia ya que hay evidencias de que data de la Edad de Piedra, pero no fue hasta la llegada de los romanos, alrededor del año 69 DC, cuando alcanzó su mayor prosperidad.
Poetovio, que así era su nombre en latín, llegó a tener hasta 40.000 habitantes en su momento de máximo esplendor.
Construida a orillas del río Drava, en un entorno que nos pareció privilegiado.
Es una ciudad pequeña y lo primero que hicimos al llegar fue ir directamente a la colina donde está su castillo, desde donde se tiene una buena panorámica de la ciudad.
A los pies de uno de los accesos al castillo está el Monasterio Dominicano, fundado en 1230 con una preciosa fachada barroca con toques góticos.
Nos pareció muy sorprendente encontrar el Monumento de Orfeo, junto a la Torre de la Ciudad.
Según explicación del guía, el monolito de mármol fue erigido por los romanos, como lápida para honrar la memoria del alcalde de Poetovio, Marco Valerio Verus, en el siglo II.
El monolito, que mide 5 metros de altura, sigue en su lugar original y durante la Edad Media, el monumento se usó para el castigo público.
Justo detrás de la Torre de la Ciudad se encuentra la iglesia de San Jorge, que fue construida en el siglo XII y ampliada varias veces, como se aprecia en los diferentes estilos en la foto.
El ayuntamiento es de los edificios, aunque moderno (siglo XX), más bonitos de la ciudad, y es muy solicitado por las parejas para realizar su boda.
Por último dejo aquí a San Florián, Dios le tenga en su cobijo, con a mi parecer amanerada pose.
San Florián, es el patrón de la ciudad y el que según parece guarda a la misma de los incendios.
Poca mano tuvo por lo visto el santo, ya que la ciudad sufría un incendio tras otro…puede ser también que la ciudad hubiera desaparecido entera bajo las llamas y no hubiera quedado jamás rastro de ella si este buen hombre no hubiera estado, pero no le veo yo de los santos mas resolutivos…
Es en definitiva una ciudad que nos atrapó la atención, muy manejable para callejear por ella y con un encanto especial.
Vuelta al hotel, cena y homenaje cerveceril con compañeros de viaje en un pub esloveno.
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