Nos despertamos, esta vez tranquilamente pensando en descansar. Nos asomamos a nuestra terraza y disfrutamos de la maravilla de mar y su color antes de bajar a desayunar. Esto es el paraíso!!
El desayuno, espectacular!
Dimos una vuelta para conocer el hotel.
La verdad es que el hotel invita a quedarse para descansar y disfrutarlo. En esta ocasión durante los dos primeros días no tenemos planificado nada, tan solo estar en la playa, disfrutar de un masaje a la orilla y poco más. Vamos lo que se dice descansar.
En cuanto al masaje, la verdad que estuvo muy bien. Nos lo ofrecieron en el hotel en la playa y regateando, conseguimos sacarlos por 80€ los dos, por 60 min de masaje. No nos arrepentimos para nada, nos dejó nuevos. La foto es nocturna, el masaje nos lo dimos de día (claro está )
Durante nuestra estancia en Hurghada, también salimos a dar un paseo por la calle a eso de la tarde, por el calor, pero no hicimos mucho. Cosa que agradecimos.
El tercer día teníamos contratado una excursión de día completo (comida y bebida incluidas) para navegar y hacer snorkel. Lo disfrutamos mucho y lo pasamos en grande.
La excursión, de igual manera que el masaje, nos lo ofrecieron en la playa del hotel. Regateando pudimos conseguirla por 60€ los dos.
Después de desayunar, nos fuimos a la zona de deportes acuáticos que tiene el hotel para recoger todo el material y poder firmar todos los papeles, etc. Desde allí nos dirigimos al muelle que había pegado al hotel ya que el barco zarpaba a las 8:30.
Navegamos durante una hora hasta que llegamos a un arrecife, primero bajan los que van a hacer buceo y luego el pequeño grupo de snorkel. Era la primera vez que lo hacía y tengo que reconocer que me llenó de sensaciones agradables.
Primero fuimos con un guía que nos dirigió hasta otro arrecife cercano y luego íbamos por libre. Daba la sensación de estar en un acuario gigante, fue alucinante. Todos los colores, variedad de fauna marina, hasta vimos un grupo de calamares…